Marcel the Shell with Shoes On: ingeniosa fábula animada, que se apoya en la mirada de su carismático protagonista

Marcel the Shell with the Shoes On
Marcel the Shell with the Shoes On - Créditos: @captura

Marcel the Shell with Shoes On (Estados Unidos/2021). Dirección: Dean Fleischer Camp. Guion: Dean Fleischer Camp, Jenny Slate, Nick Paley. Música: Disasterpeace. Elenco: Jenny Slate, Isabella Rossellini, Rosa Salazar, Thomas Mann. Duración: 90 minutos. Disponible en: FLOW. Nuestra opinión: muy buena.

El cine (y especialmente el apuntado a los niños) contó innumerables veces la épica de pequeños protagonistas que se encuentran ante el reto de encontrar a su familia, o al menos, un lugar de pertenencia. Marginados, perdidos o súbitamente huérfanos, la búsqueda de un hogar siempre es un poderoso eje para interpelar tanto a chicos como a adultos. De E.T. a Un cuento americano, estos relatos no dejan de cautivar al público y ese es el caso de Marcel the Shell with Shoes On, un film que se anima a contar esa misma historia, pero poniendo el acento en la mirada de su protagonista.

Marcel (Jenny Slate) es un caracol que vive en una casa destinada a alquileres temporarios (el pasado de ese lugar es algo que se revela poco a poco). El diminuto personaje pasa allí su día a día, acompañado de su abuela y de los eventuales huéspedes que se quedan en el lugar. Valiéndose de su ingenio, Marcel aprende a realizar distintas actividades que debido a su ínfimo tamaño le representan grandes desafíos. Y esa atípica rutina es retratada en video por Dean (Dean Fleischer Camp), un documentalista que se instala temporalmente en la casa y que comienza a subir a YouTube fragmentos del caracolito. Eso le supone al personaje un inesperado estrellato en redes y con ese envión de popularidad, Marcel decide buscar a su familia, otros caracoles que vivían en el cajón de la ropa sucia y que desaparecieron inexplicablemente.

Marcel, el protagonista de esta gran historia
Marcel, el protagonista de esta gran historia - Créditos: @Captura

El primer logro de Marcel the Shell with Shoes On es el de no masticar de más la información sino sumergir al espectador en la cotidianidad marciana de ese aún más marciano protagonista. En registro de falso documental, la historia no se detiene en explicar quién es Marcel o por qué hay un caracol que vive en una casa como si ese fenómeno fuera absolutamente normal. Lejos de subrayar explicaciones, o peor aún, forzar un verosímil, el director Dean Fleischer Camp confía en el encanto de su personaje y en la fascinación de la imagen como un espectáculo que no necesita ser explicado. De este modo, el film invita al público a recuperar una sensibilidad perdida: la de esos cuentos infantiles que integran lo ordinario como parte de lo cotidiano. Solo alcanza aceptar a Marcel como una criatura posible para comprender el mundo que lo atraviesa.

Desde luego que este es un relato con el que es fácil empatizar. El dolor de la pérdida, la importancia de encontrar un grupo de pertenencia y el entusiasmo (o el temor) que supone un nuevo mundo que abre sus puertas son los lineamientos de esta película que logra escapar del cliché a través de la perspectiva fresca de su protagonista. Marcel permite redescubrir la vida en una casa desde una realidad diminuta, en la que subirse a una mesa es escalar una montaña, la pantalla de una televisión es un cine, o un pan lactal puede ser una lujosa cama. De forma lúdica la trama nos acerca a la mirada del protagonista para luego plantear temas mucho más difíciles como la muerte de un ser querido , un dolor que atraviesa tanto a los adultos como a los caracolitos. Y en esos momentos, todos nos sentimos irremediablemente pequeños como Marcel.

Marcel junto a su abuela
Marcel junto a su abuela - Créditos: @Captura

Al comienzo de la película, el director del documental falso busca la risa cómplice a través de algunas obviedades que para Marcel son un verdadero misterio (por ejemplo, el desagradable origen de las cuerdas que él utiliza para columpiarse). Y si bien el film amenaza con querer ser más que su particular héroe, poco a poco Marcel impone su sensibilidad, domina el tono de la historia y corre de eje al espectador. Marcel the Shell with Shoes On no busca una verdad revelada sino que confía en el carisma de su protagonista y las posibilidades que permite un personaje tan atípico para llevar al espectador hacia una mirada virgen. Y ahí es donde triunfa la película, en recuperar una inocencia perdida y despojarse de cualquier tipo de cinismo.