Mark Zuckerberg se corona como el 'marido del siglo' organizando una espectacular fiesta de los años 70 a su mujer

Mark Zuckerberg se corona como el ‘marido del siglo’ organizando una espectacular fiesta disco en honor a su mujer
(zuck)

El 2024 se perfila ya como el año del gran cambio de Mark Zuckerberg. Discreto y bastante comedido, el fundador de Facebook, ahora conocido como Meta, ha comenzado a desvelar aspectos de su vida y ha dejado atrás su estilo de vida austero para empezar a vivir como lo que es la segunda persona más rica del mundo.

Mark Zuckerberg se corona como el ‘marido del siglo’ organizando una espectacular fiesta disco en honor a su mujer
(zuck)

Además de dar un giro a su imagen incorporando a su armario camisetas con mensajes y luciendo cadenas de oro y plata que antaño parecían imposibles, el magnate tecnológico ha empezado a disfrutar al máximo de su tiempo libre dando así rienda suelta a una parte de su patrimonio, el cual rondaría los 150 mil millones de euros.

De esta manera, Mark se autorregaló un espectacular yate llamado 'Launchpad' que incorpora un helicóptero en la popa y que está valorado en 300 millones de euros, ha adquirido varios relojes de lujo como un Patek Philippe de 131.000 euros, se ha ganado el título de terrateniente con más de 10 propiedades en su poder, incluido su complejo hawaiano ultrasecreto que cuenta con múltiples mansiones y un búnker subterráneo de 1.524 metros cuadrados consolidando su imagen de multimillonario que sabe cómo disfrutar de la vida.

Mark Zuckerberg se corona como el ‘marido del siglo’ organizando una espectacular fiesta disco en honor a su mujer
(zuck)

Pero Mark no solo ha demostrado que se ha acogido a la filosofía del 'carpe diem' sino que también es un tipo de lo más romántico y tras erigir una estatua en honor a su mujer, Priscilla Chan y diseñar un Porsche exclusivamente para ella,  Zuckerberg ha sorprendido a la madre de sus tres hijas organizando una fiesta de temática disco en su honor.

Apodado el 'marido del siglo' por sus grandes gestos románticos, el multimillonario decoró el jardín de su casa como una discoteca de los años 70 con bolas de luces, máquina de humo, mucho brilli brilli y hasta un escenario. Pero por si esto no fuera suficiente tanto Mark como Priscilla se mimetizaron con el ambiente luciendo ambos atuendos muy setenteros.

Mark Zuckerberg se corona como el ‘marido del siglo’ organizando una espectacular fiesta disco en honor a su mujer
(zuck)

Priscilla lució un top asimétrico dorado con pliegues en el escote además de pantalones acampanados llenos de lentejuela que destellaban cada vez que los rayos de luz se encontraban con ellas. Mark, por su parte, llevaba unos pantalones blancos con una camisa negra con pequeños destellos dorados, la cual desabotonó casi por completo. El empresario añadió una cadena dorada y una chaqueta brillante de estilo aviador.

"La reina de la discoteca quería una fiesta" , escribió Mark junto a las fotos que compartió con sus fans de la divertida velada.  En una de las imágenes se puede ver al  CEO y fundador de Meta, dando un discurso, micrófono en mano,  mientras hace sonreír a su esposa con sus palabras.

Mark Zuckerberg se corona como el ‘marido del siglo’ organizando una espectacular fiesta disco en honor a su mujer
(zuck)

Aunque el motivo de la fiesta no fue revelado, cuando eres el segundo hombre más rico del mundo, poco importa que no haya un motivo de peso para celebrar. Y es que el amor de la pareja por celebrar todo ha sido bastante evidente este año, ya que han organizado algunas fiestas bastante memorables, como la del 40 cumpleaños de Mark, en el que Priscilla recreó varios lugares de su adolescencia, incluido el dormitorio donde aprendió a programar, su primer apartamento con un colchón en el suelo y la pizzería de Pinocho.

Curiosamente, Zuckerberg y Chan se conocieron en una fiesta de fraternidad de la Universidad de Harvard en 2003, cuando Zuckerberg era estudiante de segundo año y Chan de primero. Su historia comenzó en la fila del baño, donde Zuckerberg invitó a Chan a salir con mucha picardía, diciéndole que deberían verse pronto, ya que tal vez no le quedarán muchos días en Harvard.