Mary Paz Banquells, la actriz que dejó todo por Alfredo Adame y lo pagó muy caro

Es la menor de una dinastía artística encabezada por su padre, el legendario actor Rafael Banquells —el protagonista de la legendaria telenovela Gutierritos—y la actriz y bailarina Dina de Marco, que duraron casados por décadas. Sus hermanas son Sylvia Pasquel (hija del primer matrimonio de su padre con Silvia Pinal) y Rocío Banquells, la cantante y actriz, que ha sido una verdadera leyenda del teatro musical y como villana de lujo en la televisión, haciéndole ver su suerte a Verónica Castro y Victoria Ruffo, entre otras reinas del melodrama.

Mary Paz Banquells con sus hijos Sebastián y Diego Adame. (Photo by Adrián Monroy/Medios y Media/Getty Images)
Mary Paz Banquells con sus hijos Sebastián y Diego Adame. (Photo by Adrián Monroy/Medios y Media/Getty Images)

Pero Mary Paz, nacida en 1965, apenas estaba desplegando su carrera con participaciones en televisión y teatro, guiada por su padre, cuando en las grabaciones de la telenovela 'Balada por un amor', que estelarizaba Daniela Romo, conoció a Alfredo Adame, que tenía un rol secundario en el melodrama y por una casualidad (Jorge Rivero, el maduro protagonista de la historia cayó enfermo y tuvo que dejarla de un capítulo para otro) alcanzó el protagónico y así comenzó su carrera y popularidad.

Adame, expiloto de avión y entonces conocido como modelo de catálogos y comerciales, había estado tratando de abrirse camino como actor. Su primera oportunidad se la dio Juan Osorio (algo que Adame ha olvidado) dándole un papel pequeño como un turista que se prendaba de María Sorté en 'Mi segunda madre' y de ahí Pepe Rendón lo llevó a 'Balada por un amor' y Carla Estrada a 'De frente al sol', lo que acabó por convertir a Alfredo Adame en el Gabriel Soto de su generación —no era el mejor actor, pero sí estaba galán y encajaba prácticamente con todas las reinas del género, por lo que era de los que más trabajaba en su rango de edad, en la que escaseaban guapos—.

Él venía de un segundo matrimonio con la actriz colombiana Diana Golden que había tenido un fin tormentoso y de otras relaciones fallidas, aunque en ese entonces se ponía en el rol de víctima y hombre incomprendido.

Mary Paz había tenido un papel importante en una telenovela producida por Rendón llamada 'El cristal empañado' que protagonizaron Mariagna Prats (¿la recuerdan?) y el hoy difunto Jaime Garza que fue muy censurada porque trataba acerca de un maniático sexual (y alguien tuvo la brillante idea de programarla en el horario de la tarde, después de 'Carrusel') y la sacaron del aire a las dos semanas. Fue una pena, porque Mary Paz intrigaba al público como la aparición de la fantasía del asesino, un personaje completamente imaginario para el que aparecía caracterizada como Marilyn Monroe.

El cortejo de Adame con Banquells fue fulminante: la enamoró enseguida con atenciones y detalles y se casaron muy pronto en una boda de cuento de hadas a la que acudieron muchos famosos (casi todos por parte de ella, él no era tan célebre tampoco, ni tan rico como dice) y salió en todas las revistas, donde Mary Paz lucía radiante y feliz. Poco imaginaba que su felicidad no sería perdurable.

A lo largo de 20 años y tres hijos, los Adame-Banquells daban la impresión de ser un matrimonio feliz, unido y solidario, hasta que hacia 2014 empezaron a surgir las señales de alarma y para 2016 había estallado una bomba: Adame había buscado abruptamente la separación, acusando a su todavía cónyuge de gastalona compulsiva y defraudadora. Después la lista de acusaciones fue creciendo de manera desproporcionada y absurda conforme Adame fue perdiendo el control hasta convertirse en el hazmerreír de la nación como ha ocurrido hasta ahora (no necesitamos abundar en el tema).

¿Pero qué hay de Mary Paz? Ciertamente por varios años ella guardó las apariencias y ocultó los cada vez más frecuentemente recurrentes exabruptos de su marido, por el bien de sus hijos, mismos a los que Adame ha desconocido (a uno, por ser abiertamente gay), pero solo ella sabe cuánto ha tenido qué aguantar en silencio al confirmarse los patrones que ya lo habían separado de sus anteriores parejas.

La cosa es que la pobre sigue ostentando el título de la mujer más mortificada de México, ya que cada vez que Adame se avienta una de sus famosas puntadas mediáticas o sus bravatas callejeras, los medios corren a preguntarle su opinión, cuando ella ya nada tiene qué ver. Es el padre de sus hijos, pero ya no es su marido, ni su amigo. Ella ha buscado revivir la carrera que dejó trunca al casarse, cuando arrojó todo por la borda para ser su mujer, y lo ha ido haciendo poco a poco, ya que además él no le ha dado ni un centavo de manutención y ella ha tenido que salir adelante por sí misma, vinculándose a proyectos teatrales y de doblaje para recuperar poco a poco el terreno perdido.

¿Es Mary Paz una superviviente? Sin duda. Y por ello merece todo el respeto que deberían darle.

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