Meghan Markle reaparece sin el príncipe Harry, luciendo un collar de diamantes de 30 mil dólares
Meghan Markle reapareció el pasado miércoles 4 de diciembre en un evento en el Beverly Wilshire Hotel en Los Ángeles para una ocasión muy especial: homenajear al actor Tyler Perry. La relación que hay entre la duquesa de Sussex y el histrión es de lo más especial, pues además de ser su amigo, él es padrino de la pequeña Lilibet. Meghan acudió en solitario a este evento, ajena a las especulaciones que rondan su matrimonio con el príncipe Harry.
Meghan, de 43 años, se dejó ver espectacular con un vestido Oscar de la Renta en color negro con escote strapless. La duquesa completó su look con un collar personalizado Logan Hollowell, anillos de Lorraine Schwartz y Engender y tacones bajos de Celine. Uno de los detalles que más resaltó del look de la duquesa fue su collar de diamantes, el Fortuna Tennis de 18 quilates en oro amarillo con diamantes del joyero Logan Hollowell, el cual tiene un valor aproximado de 30 mil dólares.
En cuanto a su imagen, la exactriz lució un recogido bajo con un maquillaje natural que destacó sus delicados rasgos.
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Entre los asistentes al evento también estuvieron Whoopi Goldberg, Taraji P. Henson, Gayle King y Kerry Washington.
El Paley Honors Award es el máximo galardón de la organización y reconoce a personas cuyos logros innovadores en los medios de comunicación han marcado constantemente el estándar de excelencia. El Paley Center es la principal institución cultural sin fines de lucro del mundo dedicada a preservar la historia de los medios y explorar la poderosa influencia que estos ejercen sobre la cultura y la sociedad.
Tyler Perry, el aliado de los Sussex en Estados Unidos
Como recordarás, en 2020, Meghan Markle y el príncipe Harry decidieron dar un paso atrás y dejar sus deberes como integrantes de la Familia Real británica. Al dejar el Reino Unido, se fueron a Canadá y estando en ese lugar, la pareja empezó a tomar decisiones sobre su futuro.
Uno de los primeros en extenderles su ayuda fue Tyler Perry, quien les ofreció su hogar en Los Ángeles, para resguardarse con el pequeño Archie, mientras buscaban la forma de establecerse definitivamente en Estados Unidos. "Un día estábamos en Canadá y lo llamé. Yo no dejaba de llorar... A veces es más fácil abrirte con alguien que no conoces y así fue con Tyler", contó la esposa del príncipe Harry en su documental en Netflix. En esa producción, la pareja recordó cómo fueron sus primeros días tras dejar el Reino Unido.
Tyler les tendió la mano y los ayudó a sentirse seguros en territorio estadounidense, tanto que instaló un mayor número de cámaras de seguridad, puso una gran cerca en el patio trasero de la propiedad y plantó árboles en los alrededores para cuidar de la privacidad de la pareja.
Meses después, la pareja encontró su hogar ideal en Montecito, en el condado de Santa Bárbara, California. Fue tal la amistad que formaron con Perry, que los Sussex lo eligieron como el padrino de su hija Lilibet.