Mirtha vs. Roberto García Moritán: lo que no se vio, el clima tenso en los cortes y la sorpresiva foto final
El aire se cortaba con cuchillos . Todo se inició por los carriles normales hasta que Mirtha Legrand empezó a alejarse del protocolo, afiló su puntería y comenzó a arrinconar a Roberto García Moritán , uno de los invitados a la “mesaza” del sábado pasado.
El empresario, político y exmarido de la modelo Carolina “Pampita” Ardohain se sentó a la izquierda de la conductora, un lugar privilegiado, aunque el sitio más codiciado -a la derecha de quien preside la mesa- se lo llevó el actor Eduardo Blanco.
Si, de entrada, Moritán agradeció el convite y el lugar destacado a un lado de la estrella de eltrece, en minutos todo se terminó convirtiendo en el calvario de un hombre que ya no sabía qué más responder para salir del paso ante las embestidas de “La Chiqui”.
Detrás de cámara
Roberto García Moritán llegó temprano a los estudios ubicados a metros de la avenida Triunvirato. Antes, ya había arribado el periodista Franco Mercuriali, otro de los invitados, junto a su esposa.
El ex de Pampita no asistió solo, sino acompañado por un reducido grupo de personas . Antes del comienzo de la grabación, que se realizó el día viernes en horas de la tarde, el empresario y exfuncionario se mostró muy sonriente, aunque, se lo percibía algo nervioso, sin dejar de caminar, tras la escenografía .
Con aires cordiales -seguramente heredados de su padre diplomático- saludó en voz alta a los técnicos y, al cruzarse con Jimena Monteverde, la cocinera del ciclo, se detuvo especialmente para conversar brevemente con ella. La chef, de sonrisa imperturbable, respondió con cortesía lo justo y necesario, como quien busca ser amable, pero tratando de salir del paso . Además, en la previa a la grabación, Monteverde va y viene ultimando los detalles del menú que ofrecerá a los comensales, buena excusa para no detenerse a profundizar con nadie.
Cuando Mirtha Legrand ingresó al set, los invitados ya estaban sentados en la mesa, pero se pusieron de pie para recibir a la anfitriona. La diva le agradeció a Moritán la presencia, al igual que lo hizo con Eduardo Blanco, Franco Mercuriali y Sofía Martínez, el resto de los convidados.
Primer round
Cuando la locutora anunció al empresario y la cámara lo mostró en un primerísimo plano, Moritán sonrió confiado y agradeció en voz baja a Mirtha mientras el tema “Emperatriz” seguía sonando de fondo. Fue casi la única vez que se lo vio sonreír “sin impostación”. En segundos, la atmósfera se transformaría y comenzaría a transpirar .
“Todo mi entusiasmo está acá”, dijo Legrand, señalando a Roberto García Moritán, a poco de comenzado el primer bloque junto a sus invitados. Él no se quedó atrás y le retrucó: “No te la voy a hacer fácil, Mirtha, porque tengo una visión totalmente diferente a la tuya” .
La diva no se amedrentó, no es lo suyo, y se mostró desafiante, subiendo la vara cada vez más alta con preguntas que, de tan incómodas, generaron un silencio sepulcral en el set . Los colaboradores, acostumbrados a sus embates, esta vez no podían correr la mirada de la mesa o de los monitores estratégicamente ubicados en el amplio estudio de Villa Ortúzar.
“¿Fuiste infiel?”, “No importaba que fueras funcionario, importaba que eras el marido de Pampita”, “Roberto, vos tenés que ver la realidad”, “¿Por qué te separaste?”, fueron algunas de las preguntas o comentarios inquisidores de la señora nacida en Villa Cañás hace 97 años y que ocuparon buena parte del programa, dejando en un lugar relegado al resto de sus invitados.
Legrand demostró una rapidez de reflejos digna de su estatus como entrevistadora, aunque, en las redes sociales, tampoco faltaron las posteriores críticas hacia su tono mordaz y demasiado frontal.
Durante la grabación, se podía observar cómo Moritán movía sus piernas insistentemente . Sus pies cruzados y su espalda sin rozar el respaldo de la silla serían buenos indicios para un estudioso de los comportamientos y sus significancias.
Pausa
Durante la pausa, ya con los ánimos caldeados, Mirtha y García Moritán no se dirigieron la palabra . La conductora fue “rodeada” por su equipo de producción para ajustar detalles con vistas al siguiente tramo, mientras su maquilladora, Gladys Andrade, le acercaba un espejo de mano para que observara su rostro.
Mirtha retocó sus labios y acomodó su peinado, sabiendo que la pulseada marcaría la agenda de la semana. No se equivocó. Lleva más de medio siglo dando que hablar desde sus “mesazas”.
“Vamos a grabar, atentos”, gritó un asistente. La mesa volvió a quedar liberada y detrás de cámara, productores y técnicos se preguntaban cómo seguiría la riña mediática de la que estaban siendo testigos. El resto de los invitados también, aunque en un tono menos enfático, arremetieron contra el compañero de cena.
Descargo
García Moritán hizo lo que pudo, llegando al extremo de decir frente a las cámaras que había viajado a Perú por razones laborales y “no a fiestas sadomasoquistas” .
Desde el vamos, le ofreció a Mirtha “obsequiarle” algunas carpetas con diversos informes que lo excusaban de algunas acusaciones, pero la conductora jamás aceptó mirar esos papeles. Cuando su invitado se salió con la suya y posó esos archivos sobre la mesa, “La Chiqui” estalló, “esto me lo sacan”, ordenó.
La frutilla del postre se degustó cuando, García Moritán exhausto, le dijo a Legrand, “a usted la operaron”, en relación con su supuesta falta de objetividad.
Por momentos, la tensión vivida en el set hizo recordar a la famosa pelea al aire que protagonizó “La Chiqui” con Silvana Suárez , quien fuera modelo y esposa del empresario de medios Julio Ramos. Aquella vez, al volver de una tanda publicitaria, se escuchó a la conductora sugerirle a su invitada que no debía ventilar sus intimidades, algo que enardeció a la bella mujer, quien se levantó de la mesa y partió ante la vista de los millones de televidentes que seguían el programa en vivo.
Suárez había encontrado una contradicción en Mirtha, quien la había invitado para hablar sobre su vida y le terminaba sugiriendo discreción. “No necesito de vos para tener audiencia, Silvana Suárez”, le retrucó una Mirtha atónita ante la partida al aire de su comensal, pero la exmodelo no se quedó atrás y lo último que se le escuchó decir fue “hoy sí”.
Por su parte, García Moritán no se levantó de la mesa. Acaso porque tenía más para perder que para ganar. Allí se quedó, firme hasta el saludo final.
Los números
La audiencia acompañó a Legrand . Los números del rating ubicaron al programa detrás de Escape perfecto (Telefe), pero con muy poca diferencia. La noche de Mirtha promedió, 5,1 puntos , según la medición de Kantar Ibope Media, y tocó un muy buen pico de público de 5,8 puntos . El programa a cargo de Iván de Pineda, su competidor directo, promedió 6,4 puntos, liderando el prime time del sábado.
La noche de Mirtha arrancó en 4,7 puntos a las 21.30 y cerró, a las 23.23, con igual número, lo cual demuestra una fidelización de la audiencia hacia el ciclo y el interés que despertó el acalorado debate entre la diva y uno de sus invitados.
“Lo único que te digo es que seas feliz”, le dijo Mirtha al despedir al aire a García Moritán y él le respondió con un correcto “lo mismo para vos”.
Concluida la grabación, el fotógrafo oficial del programa tomó “la postal de familia” con todos los comensales rodeando a la anfitriona. Lo curioso es que, luego de la “batalla campal”, García Moritán le pidió a Legrand tomarse una fotografía con sus acompañantes personales. La diva aceptó y todos felices.
Terminaba el programa más caliente de la temporada, a una semana del final del ciclo. “La Chiqui” no cuelga los guantes jamás. Ni siquiera en su velada previa a la Navidad. “Como te ven te tratan…”, dijo antes del cierre y el ex de Pampita no habrá podido más que pensar en qué imagen tendría la diva de él.