La misteriosa cancelación del festival de Jay Z que iba a abrir Lizzo

El rapero Jay lleva más de una década organizando el festival musical Made in America en Filadelfia, Pensilvania, a través de su compañía Roc Nation. El evento musical de dos días tiene lugar cada año durante los primeros días de septiembre, coincidiendo siempre con el fin de semana largo por la celebración del Día del Trabajo, en el Benjamin Franklin Parkway de la ciudad.

Sin embargo, la cita de este verano no se celebrará debido a graves circunstancias que escapan al control de los organizadores y que les ha llevado a ofrecer reembolsos completos a quienes ya habían comprado las entradas. En el comunicado que se ha hecho público se insiste en que esta decisión ha resultado muy difícil y se ha tomado tras deliberar largo y tendido, pero no se ha aclarado acerca de qué.

Las autoridades locales no han tardado en reaccionar a la noticia para asegurar que, por su parte, estaban trabajando codo con codo con los productores del festival en la organización y que se sienten tan decepcionados como el resto de ciudadanos por esta sorprendente cancelación. De esta forma, dejan claro que no se ha debido a trabas burocráticas ni problemas similares y se aseguran de que cualquier reacción negativa se dirija en otra dirección.

Hasta el alcalde de Filadelfia, Jim Kenney, se ha pronunciado al respecto para lamentar este giro de los acontecimientos y recalcar que la administración siempre ha valorado el impacto que Made in America ha tenido en la vida cultural de la ciudad porque contribuye a atraer el turismo al mismo tiempo que celebra la música y promueve causas sociales muy importantes.

Por ahora no se ha dado ninguna razón para la cancelación, pero llama la atención que este año estuviera prevista la participación de Lizzo, que desde hace unas semanas se enfrenta a una complicada polémica debido a una demanda interpuesta por tres de sus antiguas bailarinas, que también se extiende a su compañía 'Big Grrrl Big Touring' y a la jefa del cuerpo de baile, donde se la acusa de acoso sexual, trato denigrante y, en último término, de crear un ambiente laboral hostil.

La disyuntiva a la que se enfrentaba Jay Z era mantener a la artista como cabeza de cartel junto a SZA o retirarla del espectáculo a pesar de que ella ha defendido su buen nombre negando que haya cruzado nunca ningún límite inapropiado con sus subordinados, pero la cancelación del festival implica que no deberá elegir.