Mo, una serie en tono de comedia sobre la difícil supervivencia de un inmigrante palestino en Estados Unidos

Mo, una serie en tono de comedia sobre la difícil supervivencia de un inmigrante palestino en Estados Unidos
Mo, una serie en tono de comedia sobre la difícil supervivencia de un inmigrante palestino en Estados Unidos

Mo (Estados Unidos, 2022). Creada por: Mohammed Amer y Ramy Youssef. Elenco: Mohammed Amer, Teresa Ruiz, Omar Elba, Farah Bsieso, Tobe Ngwiwe, Walt Roberts. Disponible en: Netflix. Nuestra opinión: muy buena.

Mo es, ante todo, un relato de diáspora. La familia del protagonista de esta serie de ocho capítulos de media hora huyó primero de Palestina, agotada por la presión del largo conflicto con Israel, y después de Kuwait, una primera estación del exilio que también dejó de ser un lugar viable durante la Guerra del Golfo. Mo Amer, el protagonista excluyente de esta ficción notoriamente inspirada en hechos reales, vive en Houston pero carga con esos antecedentes dolorosos. Y encima hace más de veinte años que intenta sin éxito legalizar su situación en Estados Unidos .

El tema de los inmigrantes sin papeles es una especie de agujero negro en ese país: son, según las estimaciones más recientes, más de once millones de personas que viven con esa zozobra permanente en un entorno siempre salvaje con los excluidos del sistema. Y no lo han resuelto ni los gobiernos republicanos, que no tienen la voluntad, ni los demócratas, que de vez en cuando la declaman pero en los hechos tampoco han aportado ninguna solución definitiva.

La historia de la vida real de Mohammed Amer es, de todos modos, menos complicada que la del álter ego que interpreta en la serie: gracias al dinero que dejó su padre, un ingeniero de la Kuwait Oil Company que murió cuando él tenía apenas 14 años, pudo estudiar en una escuela privada de Texas y después obtuvo un doctorado en bioquímica. Pero su verdadera vocación siempre fue la actuación, y su pasta de comediante se notó muy rápido: en poco tiempo capturó la atención del público amante del género con el irreverente trío Allah Made Me Funny, fue convocado por una estrella del stand up americano, Dave Chapelle, para acompañarlo en varias de sus giras por Estados Unidos, y realizó dos especiales para Netflix que terminaron de consolidar su popularidad.

La misma plataforma lo contrató para escribir y protagonizar esta ficción en la que tiene como socio creativo a Ramy Youssef, el responsable principal de Ramy, otra muy buena serie estrenada en 2019 por Hulu que cuenta las desventuras de un musulmán estadounidense de primera generación que debe sobrevivir en el contexto de un vecindario políticamente dividido de Nueva Jersey. Ramy hace lo que puede, tironeado por los severos mandatos religiosos de su comunidad de origen y los códigos difusos de los millennials con los que se cruza constantemente. Y Mo también hace lo que puede en cada uno de los episodios de esta comedia ágil, cargada de picardía pero también de mensajes elocuentes sobre las dificultades de la vida cotidiana de su protagonista, transformado a la fuerza en un “busca”, para usar una definición bien argentina: vende relojes y ropa que imitan a los productos de las grandes marcas -incluso una réplica bastante lograda de un extravagante modelo de zapatillas lanzado por Kanye West-, trabaja como locutor y DJ en un club de strippers, recoge aceitunas en una enorme plantación de olivos… Y lleva siempre con él una especie de amuleto, una botellita de aceite de oliva que es un símbolo de su identidad palestina, como sería un frasco de dulce de leche si el personaje fuera argentino. Tiene también una novia mexicana que es un encanto: una mujer dulce pero con carácter e iniciativa, que lleva adelante su propio emprendimiento, a pesar de los problemas que heredó de un padre acorralado por las deudas.

Una de las grandes virtudes de la serie es transmitir con eficacia el dramático día a día de su protagonista sin resignar el humor ni la esperanza . Mo no sólo debe tolerar la indiferencia o, peor, la persecución de la fría burocracia norteamericana. También sufre con las permanentes confusiones en torno a su identidad (cuando dice que es palestino le contestan “¡Ah, de Israel!”, un malentendido que él enfrenta con gracia: “Claramente, tenemos un problema de branding”, suelta). También denuncia como “un crimen de guerra” la existencia de un inesperado hummus de chocolate en una tienda de su barrio. Ese buen rollo suaviza un día a día muy arduo, porque a diferencia del protagonista de Ramy, Mo no es un privilegiado, su conflicto atañe a la supervivencia, es material y no únicamente identitario. No tiene pretensiones muy exóticas: quiere echar raíces con su novia mexicana, casarse y ganarse la vida legalmente en Houston, el lugar donde pasó la mayor parte de su tiempo. Pero los impedimentos en Estados Unidos, ocupe quien ocupe la Casa Blanca, son casi infranqueables. Entonces aparecen algunos arrebatos de una rabia que explota intermitentemente después de pasar demasiado tiempo reprimida. Pero el espíritu de la serie es pacífico, propone el camino del acercamiento más que el de reacción o la venganza, una característica lógica para un comediante que en sus comienzos en el stand up supo compartir espectáculo con el rabino Bob Alper en una gira titulada “Reír en paz” .

Maria (Teresa Ruiz), Mo (Mo Amer) y Nick (Tobe Nwigwe), en una escena de Mo
Maria (Teresa Ruiz), Mo (Mo Amer) y Nick (Tobe Nwigwe), en una escena de Mo

Queda suficientemente claro que la cantidad de situaciones inverosímiles que vive Mo no son el resultado de ninguna neurosis personal, sino la señal inequívoca de que el mundo es muchas veces un sitio hostil donde hay algunos oasis de tranquilidad y empatía: de vez en cuando, dos hombres maduros -uno judío y el otro palestino- pueden jugar a las cartas y reírse juntos aunque se lancen chicanas sobre la Guerra de los Seis Días.

Alrededor de Mo, además de su novia mexicana (que también existe en su vida real), hay una madre sobreprotectora y sufrida pero también valiente, un hermano con síndrome de Asperger que suele contradecirlo, y un buen amigo peluquero interpretado por Tobe Nwigwe, rapero de familia nigeriana que nació y también se crió en Houston. Como Mo, como millones de personas que tienen la aspiración de vivir tranquilos en un lugar que indiscutiblemente les pertenece.