Molly Ringwald expone el temor de una madre que sabe lo que se cuece en Hollywood

La actriz reconoce que intentó convencer a su hija que no siga sus pasos como actriz a raíz de sus experiencias como estrella juvenil

Molly Ringwald intentó convencer a su hija de que no siguiera sus pasos como actriz. (Foto de Arturo Holmes/Getty Images for NYFW: The Shows)
Molly Ringwald intentó convencer a su hija de que no siguiera sus pasos como actriz. (Foto de Arturo Holmes/Getty Images for NYFW: The Shows)

Fue todo un icono del cine en los ‘80 con clásicos como El Club de los Cinco y La chica de rosa. Y, como tal, Molly Ringwald también víctima de incómodas experiencias que, hoy por hoy, serían denunciables e inadmisibles en la Meca del Cine. Con el pasado atrás, la actriz ha vuelto a revivir aquellos momentos menos bonitos de su profesión. Su hija, Mathilda Gianopoulos, le hizo la confesión que jamás deseó escuchar, unas palabras que despertaron en ella un temor más que justificado como madre y basado en sus propias vivencias.

El tiempo pasa y la historia se repite. Ringwald ha podido comprobar eso de que 'el pasado siempre vuelve'. Ella fue una de las actrices más cotizadas en la década de los 80, cuando las historias eran mucho más atrevidas, espontáneas y, por qué no decirlo, más descaradas. Una etapa del celuloide que nos dejó títulos inolvidables, pero que también esconde unos comportamientos y actitudes rancios y absolutamente inaceptables a día de hoy que se han ido corrigiendo con el tiempo y los avances sociales.

Casi 40 años después, la actriz ha reconocido que no todo fue un paseo por las nubes en su etapa gloriosa y que ser una joven actriz en Hollywood pasa factura. Es por eso que cuando su hija Mathilda, de 20 años, eligió el mismo camino que ella, supuso un gran choque para la artista. Conocedora del medio, sus pros y, sobre todo, sus cons, no pudo evitar viajar a ese pasado gris y recordar todas las zancadillas, abusos y malos momentos que experimentó siendo tan joven.

Ringwald apenas tenía 16 años cuando protagonizó su primera película, Se busca novio, y se convirtió en la musa del director John Hughes. Por eso, le resultó inevitable no sentir cierto escalofrío al ver a su hija incursar en este mundo de luces y sombras. "Se aprovecharon de mí. No puedes ser una joven actriz en Hollywood y no tener predadores a tu alrededor. Puede llegar a ser desgarrador", expresó en el podcast “WTF”, de Marc Maron (via People magazine).

"Puede ser desgarrador", añadió Ringwald. “Y ahora tengo una hija de 20 años que se dedica a la misma profesión, aunque hice todo lo que pude para convencerla de que se dedicara a otra cosa. Y es difícil”.

Reconoce que algunas de las situaciones vividas por aquel entonces eran “definitivamente cuestionables”, pero que siempre confió en su “increíble instinto de supervivencia y gran superego" para protegerse a sí misma de esas figuras dañinas que siempre pululan por este medio. Hasta ahora, su hija Mathilda solo ha tenido un papel secundario en el gran éxito del año, la comedia romántica Con todos menos contigo. El primero de los muchos que espera seguir haciendo. Y, aunque orgullosa, no puede evitar sentir también cierto escalofrío.

A Ringwald no debería tomarle por sorpresa que su primogénita tomara su mismo camino. En una entrevista con The Times, la actriz, de 56 años, reveló la historia detrás de la concepción de su hija mayor, fruto de su relación con su esposo, el escritor y editor Panio Gianopoulos, con quien también tuvo a sus gemelos Adele and Roman, hoy de 14. "Creo que Mathilda fue concebida en el camerino de Studio 54, ya al final de mi participación en Cabaret, interpretando a Sally Bowles en 2003", confesó. "Es tan Mathilda que haya sido concebida en un lugar tan icónico", admitió. Era casi una predicción de hacia dónde se dirigiría su hija profesionalmente en el futuro.

Aunque es inevitable que, como madre conocedora de ese mundillo, sienta cierto temor y todas las ganas de protegerla por su decisión, le alivia saber que las cosas han cambiado a mejor. Y no solo en el mundo del cine, también en la sociedad. Lo que antes era el pan nuestro de cada día y se veía como gracioso, hoy se puede denunciar públicamente. “Me alegra que seamos capaces de ver eso y poder decir que las cosas son verdaderamente diferentes ahora", añadió en el podcast.

También el contenido de las películas, mucho más cuidadoso y con filtros. En una entrevista con NPR en 2018, Ringwald admitió que, afortunadamente, hoy en día todo es mucho más "diferente" a cuando ella arrancaba su carrera. Recordó una escena en la película Se busa novio cuando su amor platónico en la ficción, Jake Ryan, por exigencias del guion, sugería aprovecharse de su novia después de haber bebido más de la cuenta en una fiesta. “Cuando hice esas películas con John Hughes, su intención no era hacer Porky’s o Animal House, pero como dice todo el mundo y creo que es verdad, aquellos tiempos eran diferentes, y lo que era aceptable entonces, hoy, definitivamente, no lo es y no debería serlo, ni debería haber sido, pero era parte del proceso", prosiguió.

Esas experiencias son las que, quizá de manera inconsciente, han creado el resquemor de ver a su hija hacerse un espacio en esta industria tan apasionante como compleja. Entender que las cosas han mejorado y continúan haciéndolo a gran escala, la hace sentir mucho mejor y, por supuesto, querer ser el mayor apoyo de Mathilda. Una joven promesa que, gracias a mujeres como su madre, hoy cuentan con un camino mucho más allanado y justo.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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