'La familia Ingalls' fue clave para Shannen Doherty, aunque solo tuviera 11 años cuando participó
“Lo adoraba. Fue mi mentor. Me enseñó tanto", dijo sobre Michael Landon.
Hay momentos que cambian el rumbo de la vida. Shannen Doherty acaba de compartir uno que supuso un antes y un después en la suya. En su podcast, Let's be clear with Shannen Doherty, la actriz se remontó a sus 11 añitos para revivir un episodio clave en su evolución profesional y personal.
En 1982 era elegida como una de las actrices de la última temporada de La familia Ingalls y allí, entre praderas, risas, guiones y compañeros entrañables, vivió una de esas experiencias que dejan huella. El tema que aborda ha despertado un suceso algo sombrío, pero ella ha dado su versión de los hechos, mucho más tierna y amorosa, enfocándose en lo que considera uno de los mayores regalos recibidos.
El recuerdo de Shannen Doherty
En medio de su proceso de salud, padece un cáncer que se le extendió a los huesos y cerebro, la actriz de 52 años, que ademas rompió estigmas sobre la muerte, hizo una parada en su infancia. Era una niña cuando la eligieron para formar parte de una de las series familiares más exitosas de la historia de la televisión. La familia Ingalls llegó a su vida para cambiarlo todo y dejarle una lección que ha puesto en práctica en su etapa adulta y que hoy rememora con especial gratitud.
Trabajar en un proyecto de tal magnitud lo transformó todo, para bien. "La serie me aportó de tantas maneras que, hasta día de hoy, sigue siendo la mejor experiencia de toda mi carrera", expresó en su podcast (vía The Hollywood Reporter). Su papel era el de Jenny Wilder, una niña que pierde la ilusión por vivir cuando muere su padre. Es salvada en su intento de suicidarse e inicia una nueva y feliz vida junto a sus tíos. Una historia tan fuerte como enriquecedora que le dio experiencia y tablas.
También un momento cumbre. Porque, si hay algo que ella destaca de esta oportunidad única como actriz, fue llegar a conocer y trabajar con Michael Landon, el protagonista principal de esta historia. A la hora de recordar este periodo de su carrera, hizo un parón muy especial en sus vivencias con el actor. "Lo adoraba. Fue mi mentor. Me enseñó tanto", dijo emocionada. Reconoció que fue con el paso de los años y sus otros trabajos que se dio cuenta de todo lo que le enseñó. "Fue la experiencia en La familia Ingalls la que despertó en mí la pasión por la actuación", reconoció.
La versión y recuerdo de Michael Landon
Además de aprender de él sus técnicas como actor, escritor y director, destacó la parte humana de Landon, muy a pesar de lo que años posteriores se llegó a decir de él. "Tener a un mentor como Michael Landon, y no me importa cómo fueron las experiencias de los demás con él, yo sé la verdad de ese hombre, él era increíble", le describió. "Tan, tan talentoso, amable, considerado, realmente me formó. Fue increíblemente cariñoso con toda mi familia", recalcó, le pese a quien le pese.
Años atrás, su compañera Karen Grassle, la devota mamá de la serie, acusó a Landon de haberle hecho la vida imposible en set. Aseguraba que le hacía bromas “asquerosas” sobre cómo “huele una mujer después del sexo”, cuando rodaban secuencias de la pareja en la habitación mientras “los hombres empleados en el set lo animaban”. En sus memorias, “Bright Lights, Prairie Dust: Life, Loss and Love from Little House’s Ma”, incluso llegó a decir que Landon presumía de su potencia sexual y que recomendaba el uso de suplementos naturales para lograr ese estado. "Yo no quería pensar en su pene", escribió Grassle (vía New York Post). “Mike llegaba a la mesa de maquillaje jubiloso y describía los beneficios del polen de la abeja para los hombres maduros", apuntó, entre otras cosas.
Unas fuertes declaraciones que Shannen ha preferido ignorar. La protagonista de Beverly Hills 90210 se ha remitido a su experiencia personal, obviando todo lo demás. De hecho, en su mismo podcast, pero del mes de marzo, resaltó cómo el artista le ayudó a creer en sí misma y le dio valor y seguridad.
“Me enseñó a aceptar mi voz y a defenderme... Me enseñó a serme fiel a mí misma", contó (vía PEOPLE). Tampoco quiso saltarse un episodio muy divertido vivido con Landon. Su personaje pasaba horas muertas en el set mientras otros hacían sus escenas o se organizaba el plató para el rodaje. Lejos de ignorarla, confesó entre risas, el actor de Bonanza le enseñó a jugar a las cartas y sacar provecho de ese tiempo tan aburrido entre escena y escena. "Amé a Michael", reiteró.
Shannen, que también se ha dedicado a la dirección en proyectos como Be Careful What You Witch For, The Good, the Bad, and the Cursed yAll Hell Breaks Loose, series de las que ha dirigido algunos episodios, admite que heredó esa pasión y entrega de Landon. Sus propuestas en la dirección se convirtieron en lecciones magistrales que asegura le han servido de mucho en esa faceta. “Me hizo entender qué tipo de directora quería ser, me dio ejemplo de cómo ser concisa, rigurosa y estar preparada y segura de mis elecciones", añadió en ese mismo episodio.
Digan lo que digan, Shannen se queda con lo que ella vivió, sintió y presenció. Desde la perspectiva que dan los años, tiene claro que, a pesar de su posterior éxito internacional en un sinfín de series de renombre, La familia Ingalls fue algo único y el regalo con el que cualquier actor soñaría. “Llegué a trabajar con Michael Landon, ese es uno de mis recuerdos favoritos de toda mi vida."
Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.
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