Molly Shannon acusó a Gary Coleman de haberla acosado sexualmente: “Desearía haberme defendido más”

Molly Shannon acusó a Gary Coleman de haberla acosado sexualmente: “Desearía haberme defendido más”
Molly Shannon acusó a Gary Coleman de haberla acosado sexualmente: “Desearía haberme defendido más”

Desde que una catarata de denuncias terminó sepultando para siempre al exitoso productor hollywoodense Harvey Weinstein, un eco de voces comenzó a hacerse escuchar. Situaciones que antes eran naturalizadas, hoy podrían valer una cancelación por parte del público y, también, de la misma industria. Esas voces no solo alertan sobre vivencias del presente, muchas se atreven, también, a echar luz sobre episodios del pasado más remoto. Este martes, quien alzo la voz fue Molly Shannon.

La actriz participó como invitada de The Howard Stern Show y reveló una fuerte experiencia vivida junto a Gary Coleman, el recordado protagonista de Blanco y negro, quien falleció en mayo de 2010 a los 42 años.

En sus primeros años de carrera, la actriz firmó contrato con el mismo agente que la otrora estrella infantil y en determinado momento le llegó la invitación para conocerlo. Según recordó Shannon, que acaba de lanzar su libro de memorias Hello, Molly!, el encuentro finalmente se produjo en la habitación ubicada en el ático del hotel en el que Coleman se hospedaba.

Hasta allí llegó con el representante de ambos, pero el clima cambió cuando el hombre, inesperadamente, los dejó a solas. “Creo que me dijo: ‘Sentate en la cama’. Fue muy dulce”, rememoró. “Y luego, me hizo un poco de cosquillas y las cosas comenzaron a ponerse extrañas ”.

La actriz le contó a Stern que su estrategia era rechazar los embates de su colega enfáticamente, pero “tratando de ser educada” e incluso reveló que, en el momento en el que se produjo el encuentro, ella todavía era virgen. Sin embargo, su estrategia parecía no tener efecto y Coleman se volvió cada vez más agresivo en sus avances.

“Era implacable”, definió. “En un momento, él trataba de besarme y de subirse encima de mí. Ahí fue cuando me puse más firme: ‘¡No, Gary! Pará!’, le dijo, firme, mientras lo apartaba de un empujón. “Después, intenté incorporarme mientras él rebotaba en la cama, saltaba, saltaba, saltaba... Y se movía a mi alrededor. Se acercaba y yo lo empujaba. Y finalmente... Se subió encima mío”, rememoró.

“ Supongo que debido a su tamaño no me sentí físicamente amenazada. Pero él seguía y seguía. Lo intentaba una y otra vez. Yo lo tiraba y él volvía a subirse ”, dijo, y continuó: “Y finalmente, logré bajarlo de la cama. Realmente me estaba quedando sin aliento porque era atlético y aeróbico”. Pero la situación no terminó allí: “Me agarró de la pierna y yo me movía, intentando darle de lleno una patada para lograr alejarlo”.

En medio de la lucha cuerpo a cuerpo, la actriz logró finalmente incorporarse y corrió a encerrarse en el baño. Pero eso tampoco logró sosegarlo. “Metió las manos debajo de la puerta y me dijo: “Te estoy mirando”.

La actriz de Saturday Night Live al fin tomó fuerzas, abrió la puerta y salió corriendo hacia afuera de la habitación. “Desearía haberme defendido más”, confesó, a la distancia.

Una vida complicada

Todd Bridges, Dana Plato y Gary Coleman, protagonistas de la serie Blanco y Negro
Michael Ochs Archives


Todd Bridges, Dana Plato y Gary Coleman, protagonistas de la serie Blanco y Negro (Michael Ochs Archives/)

Esta no es la primera acusación de este tenor contra el actor de Blanco y negro. Conocido por su mal carácter, en varias oportunidades mantuvo fuertes enfrentamientos con la prensa. Uno de ellos se produjo cuando una periodista le insistía para que dijera si eran ciertos los rumores que indicaban que había abusado de su exnovia. El actor la insultó de todas las maneras posibles y abandonó el programa.

A pesar de haber pasado su infancia gozando de las mieles de la fama, desde su adolescencia su vida se volvió oscura y difícil de transitar. Ya en 1984 debió someterse al primero de sus trasplantes de riñón. Luego llegó otro, además de permanentes sesiones de diálisis.

Al terminar el exitoso programa, demandó a sus propios padres por presunta malversación, pero no logró reconstruir su fortuna y, en 1999 se declaró en bancarrota. Terminó aceptando trabajos como guardia de seguridad de un parque y de una playa de estacionamiento.

En el 2000 fue acusado por un fan por haberlo golpeado. Aparentemente, su seguidor le quería pedir un autógrafo y, ante la insistencia, todo lo que recibió fue un golpe. Y Coleman, una demanda. En el medio, superó un par de intentos de suicidio con pastillas y afrontó varios incidentes con la policía.

Su sueño era convertirse, al mejor estilo Sylvester Stallone o Arnold Schwarzenegger, en una estrella de filmes de acción, pero su estatura y su eterna cara de niño le jugaron en contra. “Mi mayor arrepentimiento siempre será ser actor, aunque amo la profesión. Si tuviera el tamaño y la edad, actuaría en películas de ciencia ficción, pero no doy el physique du rol. La verdad, nunca me interesó ser leyenda ni una celebridad. Soy mortal”, aseguró en una de sus últimas entrevistas.

En 2003, otro de sus sueños se vería frustrado a manos, justamente, de Schwarzenegger. Coleman se presentó como candidato a la gobernación de California, pero obtuvo el octavo puesto y tuvo que ver desde su casa la asunción de su colega.