Monica Bellucci da la sorpresa en San Sebastián al aparecer acompañada de Tim Burton
El Festival de San Sebastián encara su recta final y continúa con la lluvia de estrellas que ha marcado una deslumbrante 72ª edición a la que incluso han asistido nombres importantes que no estaban anunciados. Es el caso del cineasta Tim Burton, que ha aparecido por sorpresa para acompañar a su pareja Monica Bellucci, que presenta una película fuera de concurso en la sección Perlak. Ambos desfilaron por la alfombra roja y despertaron el interés de distintas especies de cazautógrafos: quienes esperaban la firma de la glamurosa actriz y quienes buscaban la del padre de criaturas y personajes como Eduardo Manostijeras, Ed Wood y Bitelchús.
Precisamente, la secuela de esta última película de Burton incluye en su reparto a Bellucci, con quien mantiene una relación que dura ya dos años. Ataviada con un elegante vestido negro de noche, la intérprete italiana desfiló sin prisa pero sin pausa dejándose fotografiar con sus fans y firmando autógrafos a quienes se los pedían, mientras que Tim Burton avanzaba de un extremo a otro de la alfombra dando pequeños y divertidos saltos que le proporcionaban un aspecto algo más desenfadado.
Monica da vida a María Callas
La película que ha presentado Monica Bellucci en San Sebastián es el documental Maria Callas: Letters and Memories, un viaje íntimo a través de la legendaria soprano María Callas a la que da vida la actriz. Dirigido por TomVolf y Yannis Dimolitsas (Chania, 1986), el filme utiliza recuerdos nunca vistos, e imágenes exclusivas para recordar al icono del bel canto.
La diva, la virtuosa cantante de ópera, llevo una intensa vida al ser una estrella cuyo espíritu fue desgarrado por el amor y la ausencia. La mujer que logró que escenarios de todo el globo se postraran a sus pies murió sola a los 53 años en 1977, después de una década de reclusión en su casa de París. Su nombre quedará para siempre ligado a la leyenda que creó en la cultura del siglo XX, donde fue catalogada por Leonard Bernstein como la Biblia de la ópera. No hubo registro que se le resistiera; una luz que nunca consiguió mantener cuando caía el telón.