El inmenso árbol de Navidad de la reina Isabel II en el salón más emblemático del castillo de Windsor
A pocos días de que empiece diciembre, ya comienzan las decoraciones acordes a la época navideña en muchas partes del mundo. Sin embargo, esta será una fecha muy distinta para Isabel II, ya que será la primera que pase sin su marido, el duque Felipe de Edimburgo, quien murió el 9 de abril a los 99 años. No obstante, pese al dolor que aún vive la reina, eso no impidió que no se realizaran las festividades tradicionales en Windsor.
Aunque Isabel II no pasará las fiestas en el castillo, los planes se mantuvieron, y recientemente se presentaron los primeros adornos en el palacio. Entre ellos se destaca un inmenso pino en el salón St. George, conocido por ser el lugar donde el príncipe Harry y Meghan Markle hicieron la recepción de su boda y donde presentaron a su primer hijo, Archie.
Mediante algunas fotos compartidas en Instagram, la familia real británica dejó ver su gran árbol de Navidad, de seis metros de alto, que se convirtió en el protagonista de la decoración en el castillo de Windsor.
Cada año, luces, coronas y otros adornos tapizan las paredes de la inmensa propiedad, pero sin duda alguna, el protagonista siempre es el árbol. Sus tonos rojos y dorados, acompañados de mucho brillo refuerzan que pese a las circunstancias, las costumbres se mantienen.
Es así como siguiendo una de las tantas tradiciones que enmarcan a la monarquía en esta época, la residencia abrirá sus puertas al turismo para que el público pueda visitar y disfrutar de la decoración e iluminación que necesitó un gran equipo de personas para lograr cubrir todo el salón y otras áreas del castillo. De acuerdo con las redes sociales oficiales, podrá visitarse hasta el próximo 3 de enero.
También se exhibirán los disfraces y trajes que la reina y su hermana Margarita llevaron durante los años 1941 a 1944 en las celebraciones navideñas (Crédito: Captura de Instagram)
Asimismo, para añadir algo de novedad a la tradición, quienes se acerquen también podrá disfrutar de la exhibición de los trajes que la reina y su hermana, la princesa Margarita usaron en su época de adolescencia y los disfraces que utilizaron cuando el diversas obras de teatro en Windsor entre 1941 y 1944. En el caso de estos diseños, se pueden visitar hasta finales de enero.
Por si fuera poco, el castillo en sí mismo se presta para conocer sus mil años de historia, por lo que otra actividad que resultará imperdible serán los tours nocturnos exclusivos, que ofrecerán una mirada un tanto más “profunda” de la propiedad, aunque siempre respetando los límites impuestos por la propia reina.
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