Negadas al amor: los motivos por los que Diane Keaton, Sharon Stone y Jane Fonda le escapan a las citas
“No quiero oír a nadie respirar a mi lado”. Con esta frase contundente y sin vueltas, Linda Evangelista explicó por qué no quiere saber nada con tener una cita romántica. La supermodelo, que brilló en la época dorada de los 90, confesó así que hace más de una década que no mantiene una relación amorosa. “No me interesa. Ya no quiero acostarme con nadie”, explicó. Evangelista no es la primera celebridad que abre las puertas de su intimidad y revela que prefiere a los hombres bien lejos . Antes que ella, grandes figuras de Hollywood como Diane Keaton, Sharon Stone y Jane Fonda hicieron lo propio. ¿Los motivos? Ellas mismas los pusieron en palabras.
Diane Keaton: “Tengo muchos amigos varones, pero no citas”
Diane Keaton siempre supo que la iglesia y el altar no eran un plan para su vida . Tampoco convertirse en “la mujer de”. Sin embargo, vivió con intensidad el amor, incluso con varios de los hombres más deseados de la industria, hasta que un día decidió dejar de tener citas y enfocar su energía en sus dos hijos: Dexter, adoptada en 1996, y Duke, quien llegó a su vida en 2001. De esto hace más de 39 años.
Ya desde pequeña Keaton sabía que casarse no era una prioridad para ella. “”Un día, en la escuela secundaria, un chico me dijo: ‘Algún día vas a ser una buena esposa para un hombre’. Y recuerdo que pensé: ‘¿Quiero yo eso? No creo que quiera que mi papel en la vida sea el de una buena esposa”, reveló la actriz en una entrevista. Sin embargo, el amor tocó a su puerta en varias oportunidades y Keaton sostuvo, a lo largo de su vida, tres relaciones duraderas: con Woody Allen, con Warren Beatty con y Al Pacino. “Cada hombre fue una década diferente. Woody fue mis 20 años, Warren mis 30 y Al en el límite entre los 30 y los 40″, dijo Keaton en una entrevista con Telegraph. El final de cada historia es conocido: no se casó con ninguno.
La relación con el director de Medianoche en París fue su primera gran apuesta, duró siete años y terminó en una gran amistad. Con Beatty fue distinto: pese a la fama de mujeriego del actor, ella cayó rendida ante sus encantos. La diferencia de edad, la presión mediática, las indiscreciones de Beatty y el rodaje de Reds fue demasiado y la relación finalizó en 1981. Así llegó Al Pacino, el único hombre con quien tuvo la intención de formalizar, el único hombre que le rompió el corazón. “Pobre Al, nunca quiso casarse y pobre de mí, que nunca paré de insistir”, confesó Keaton en Then Again, su libro. Tras la fallida propuesta, Keaton explicó que empezó a construirse una coraza y a mirar a los hombres desde otra perspectiva.
En 2019, cuando la revista InStyle le preguntó si los hombres alguna vez la invitan a salir, la protagonista de Cuando ellas quieren no dejó lugar a dudas. “Nunca”, respondió con contundencia. “Vamos a aclarar esto. Es importante. No he tenido una cita en, diría yo, 35 años. Tengo muchos amigos varones, pero no citas”, cerró.
Sharon Stone harta de las citas
“Harta de las citas”. A los 64 años, Sharon Stone está muy lejos de atar su destino al de un hombre. La actriz de Bajos instintos, una mujer que supo ser una de las más deseadas de la industria durante su época de oro, le cerró las puertas al amor. “Ya terminé de tener citas. Ya estoy harta de las citas porque encuentro que la gente no es sincera y no merece mi tiempo. Disfruto más de mi tiempo a solas y de mi tiempo con mis hijos y mis amigos”, le dijo a Drew Barrymore en su programa durante una charla que mantuvieron en 2022.
Luego de que Barrymore le diera la derecha y explicara que siente algo similar -”es un fenómeno que sigue sucediendo”, explicó- Stone fue más allá: “Siento que no necesito otro niño”, disparó. Entre las risas de Barrymore, la actriz siguió. “No quiero ninguna falta de sinceridad ni juegos”. “Tengo muy buenos amigos hombres, pero siento que cuando se trata de madurez emocional en las relaciones, los hombres y las mujeres aparentemente se encuentran en lugares diferentes”, completó.
Stone se casó en tres ocasiones. La primera vez que pasó por el altar fue con el director y productor Michael Greenburg, en 1984. El matrimonio duró tres años. Después se casó con el productor de televisión William J. MacDonald, cuya relación finalizó al año siguiente. Se llegó a comprometer con Bob Wager, el segundo asistente de dirección en su película Rápida y mortal, pero pronto le devolvió el anillo. Lo hizo por correo. Su tercer matrimonio duró seis años. Fue con el periodista Phil Bronstein, con quien adoptó a su hijo Roan, hoy de 19 años. La actriz tiene otros dos hijos adoptivos, Laird, de 14, y Quinn, de 13.
Jane Fonda disfruta de su soltería
A lo largo de su vida, Jane Fonda se casó tres veces y se enamoró otras tantas más. Vivió romances fogosos, relaciones en las que dejó sus deseos a un costado y amantes tan famosos como ella. La actriz entabló vínculos con los actores Warren Beatty, Peter Mann, William Wellman Jr., y James Franciscus, y con los productores Sandy Whitelaw y José Antonio Sainz de Vicuña. Fue ella misma quien habló de la intensidad sexual que la unía a Robert Redford, con quien actuó en varias películas.
Con el director francés Roger Vadim Fonda pasó por el altar en 1965. Ocho años y una hija después firmaron el divorcio. En enero de 1973 volvió a apostar al matrimonio. En este caso, con el activista Tom Hayden, con quien la unía su lucha por causas como los derechos civiles y su apoyo a las manifestaciones antibélicas. La pareja, que se rompió en 1990, tuvo dos hijos en común. Un año después se unió a quien ella misma etiquetó como su “exmarido favorito”: el empresario de medios Ted Turner. Se separaron diez años después.
Tiempo atrás reflexionó sobre su intensa vida amorosa y expresó que durante sus matrimonios ella siempre tuvo un rol “pasivo”: “Trataba siempre de acomodarme a lo que cada marido quería de mí, pero no atendía a mis propias necesidades”. “Tuve siempre una tendencia a estar con quienes no aparecían, con quienes no mostraban tanto de sí mismos tampoco, hasta que cumplí 60 y tuve una suerte de epifanía: que cuando estuviese soltera iba a darme cuenta de quién era yo verdaderamente”, sumó.
Antes de conocer al productor discográfico Richard Perry, con quien salió de 2009 a 2017, Fonda fue célibe por siete años. “Luego me costó volver a tener sexo con alguien, fue difícil, pero en esa etapa me volqué mucho a la religión para sanar cosas del pasado”, reveló en una entrevista.
Hoy, a los 85 años, le cerró la puerta al amor de pareja de forma definitiva. “No quiero volver a tener una relación, una relación sexual. No tengo ese deseo”, le dijo hace poco a la revista Harper’s Bazaar. “Por supuesto que fantaseo con eso, que conozco a un profesor, a un investigador, a una persona que tenga la capacidad de amarme y aceptarme como soy y fantaseo con hombres más jóvenes que yo (…) Pero en este momento disfruto de la soltería, de estar con mis amigos, no así del romance”, completó.