Canticuénticos conquistó España de la mano del “Monstruo de la laguna” y “El pulpo cocinero”

El grupo Canticuénticos está de gira por España
El grupo Canticuénticos está de gira por España

MADRID - Bajo un cielo despejado de mañana dominguera de invierno convergen sobre la Gran Vía madrileña centenares de familias a las puertas del Teatro Coliseum, no para el musical de Disney que figura en su cartelera habitual, sino para escuchar, cantar y bailar al ritmo del “Monstruo de la laguna”. El hit de Canticuénticos, que suma 120 millones de visualizaciones a lo largo de 11 años en YouTube, se escucha en todos recitales del grupo musical santafesino en su gira por ocho ciudades de España. Los chicos lo reconocen apenas suenan los primeros acordes de la cumbia más popular de la infancia. En Málaga lo canta con los músicos una mayoría de público argentino y latinoamericano, pero en Sevilla los espectadores son sobre todo locales. Y en Madrid levanta la mano la mitad de la platea para reconocerse como migrantes argentinos y la otra, como españoles.

Siguen Murcia, Alcalá de Henares, Zaragoza, Valencia y Barcelona, antes de recorrer territorio bonaerense -La Plata, Necochea y Mar del Plata- para recalar el 9 de febrero en Ciudad Cultural Konex. Luego será México en abril y Chile en mayo, Uruguay en septiembre, Colombia en una fecha a determinar y sobre el fin de año, nuevamente España. Además, tienen en agenda terminar de grabar el séptimo disco del grupo y lanzar algunos títulos más de sus colecciones de libros basados en las canciones.

Inés, una españolita de 3 años, sigue atenta el recital, conoce las canciones. La música de Canticuénticos le llegó vía la abuela materna, que reside en la Argentina y le trajo todas las canciones. “A mí me gustan por la música y por lo que cuentan, cosas muy bonitas“, dice Laura, española y madre de Elena, de 10 años, e Irene, de 8, que siguen a Canticuénticos desde hace mucho tiempo, ya ni recuerdan cómo los encontraron.

“Tenemos una producción que está basada en las redes sociales , no ponemos afiches en las calles o ese tipo de cosas“, explica Ruth Hillar, líder de Canticuénticos y compositora de la mayoría de sus temas. “Traemos a España el mismo espectáculo que hacemos en la Argentina porque contamos con que la gente que viene conoce las canciones. En general, la mayor parte del público nos conoce. Si se enteran por las redes del recital es porque ya escucharon nuestro repertorio. No es que alguien ve en la calle un cartel y dice ´voy a ver qué pasa con Canticuénticos´“.

El sexteto de músicos anuncia desde el escenario el tema con que finalizarán el concierto. Apenas suena su último acorde, claman desde las butacas por alguno más. Se agita una multitud de brazos pequeños y grandes ondeando, el espectador desprevenido se puede preguntar qué convención es esa... Es un pedido unánime por el tema “El pulpo cocinero”. “Es una canción ya tan conocida que vayamos donde vayamos la piden, si no está en el repertorio del recital, la piden para bis. Ya le hace la competencia al ´Monstruo de la Laguna´“, dice Hillar. Las 6.600.000 de visualizaciones que registra en apenas un año le da al pulpo ese rango de desafío.

Así se explica que no tengan dificultades de llegada con términos y referencias de resonancia regional. La madre de Luna, otra madrileña de tres años en la platea del teatro estilo Art Deco, lo ratifica: “Hemos llegado a través del Internet, los escuchamos y nos gusta mucho la música que hacen. A través de una compañera argentina de la pandilla nos llegó que estaban en concierto aquí y vinimos. Les encanta a los niños, cuando no conocemos alguna palabra como mamboretá, la buscamos y los niños la incorporan a su vocabulario“, dice aludiendo con familiaridad al tema que protagoniza la fauna litoraleña con sus nombres de origen guaraní. También saben todos subirse a cocochito cuando llega el momento de bailar entre las butacas y en los pasillos de la sala con el tema que le canta a la forma de seguir el paseo cuando se hace muy larga la vereda.

Con ritmos de huayno y de chamamé, letras que convocan al juego compartido con animales que bailan, plantas que alimentan, con letras que expresan pequeñas y grandes verdades sobre una forma de convivir entre pares y con sus mayores con la felicidad de la música en movimiento, Canticuénticos llega desde Santa Fe al mundo.