El viernes 26 de abril llegó a Netflix la miniserie El caso Asunta (Operación Nenúfar), la cual causó controversia y dejó en vilo a todo un país, ya que se basó en una historia real sobre el crimen de la pequeña Asunta Basterra. La niña, nacida en China, fue asesinada por sus padres adoptivos. A pesar de los rasgos ficcionales, cobró repercusión debido a todo lo que hay detrás del hecho que inspiró a la plataforma para estrenar esta fact-fiction.

En lo que va del mes, Netflix ya lanzó diversos éxitos que provocó que sus espectadores se mantengan frente a la pantalla expectante de la actualización de la grilla. Además de algunas miniseries taquilleras como Bebé Reno, la semana pasada El caso Asunta cautivó a España y al resto de Hispanoamérica por la crudeza del relato. En tan solo cuatro días superó toda marca y se metió en el top 10.

La serie creada por Bambú Producciones se basa en uno de los crímenes más mediáticos de todo el país ibérico: el de una niña que sus padres gallegos Rosario Porto y Alfonso Basterra adoptaron en China cuando tenía un año de vida y que fue hallada muerta con tan solo 12 años en un sendero boscoso.

Candela Peña y Tristán Ulloa son los actores principales que encarnan a los padres de Asunta. El resto del reparto está compuesto por Javier Gutiérrez, María León, Francesc Orella y Carlos Blanco.

La historia detrás de la Operación Nenúfar

El caso Asunta, o mejor conocido como Operación Nenúfar, tuvo lugar el 23 de septiembre de 2013, luego de que Rosario y Alfonso denunciaran la desaparición de su hija menor. A tres horas del llamado a las autoridades, una pista forestal en el Ayuntamiento de Teo, muy cerca de Santiago de Compostela, dio con los restos de la pequeña.

Los detalles del estado en que fue encontrada los reportó la Guardia Civil y más tarde los replicaron los medios como El País y 20 Minutos. En aquel informe preliminar se remarcó que Asunta no había sufrido de violencia sexual, pero que sí presentaba signos de asfixia.

Un día después de la búsqueda, el 24 de septiembre, la madre fue detenida por la policía como presunta sospechosa. Según las noticias de la época, Rosario tenía un discurso incongruente para con la Guardia Civil, lo que llamó la atención de las autoridades. Incluso, al día siguiente también arrestaron a Alfonso por aparente delito de “homicidio”. Así lo comunicó El Mundo y Europa Press, que además señaló que se habían presentado pruebas incriminadoras.

Uno de los datos que llevó a posar las miradas sobre los padres de Asunta lo acercó la maestra del colegio, quien declaró el 7 de octubre frente a la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, que la joven le había contado que su madre le daba de tomar “polvos blancos” con los que llegó a dormir durante dos días seguidos.

Tras el arresto de Alfonso y Rosario, las autoridades los trasladaron al penal de Texeiro. El 4 de octubre, los resultados toxicológicos sobre el cuerpo de Asunta revelaron que había ingerido “altas cantidades” de ansiolíticos.

El 19 de noviembre, el juez a cargo de la causa, José Antonio Vázquez Taín, levantó el secreto de sumario y subrayó que los padres de Asunta pudieron ser los responsables de su muerte. Un año después, en el aniversario del crimen, se filtraron audios desde los calabozos donde se encontraban Rosario y Alfonso.

El 19 de junio, la Fiscalía pidió una sentencia de 18 años de prisión acusados como “responsables en concepto de coautores” de un delito previsto y apuntó a la “circunstancia mixta de parentesco”. Basterra y Porto se pronunciaron inocentes ante el juez y el juicio, que empezó el 29 de septiembre de ese año, terminó un mes después.

Tras cinco días de discusiones, se declaró culpables Rosario y Alfonso por la muerte de Asunta. El Tribunal Superior de Justicia de Galicia ratificó la sentencia y desestimó los recursos de apelación por parte de los acusados. En la actualidad Basterra aún sigue en la cárcel, pero Porto se suicidó el 18 de noviembre de 2020.

Ver El caso Asunta en Netflix.