Nicolas Cage revela detalles de su transformación en Drácula para la escalofriante y divertida 'Renfield'

El reciente encuentro virtual entre Nicolas Cage y Los Angeles Times en Español empezó de un modo un tanto extraño. Luego de que el ya legendario actor de Hollywood nos dijera que la colorida chaqueta que llevaba puesta era un atuendo clasico de Versace y no una prenda de corte japonés, como sugerimos de manera temeraria, nos fijamos en un retrato que se encontraba a sus espaldas.

En este, aparecía un hombre de barba que no podíamos ver con claridad pero que en algún momento nos pareció el asesino en serie Charles Manson, cuando se trataba en realidad del inmortal cantante de rock Jim Morrison. “No, no, no; no hay retratos de Manson por aquí”, dijo de inmediato nuestro entrevistado, con una mezcla de sorpresa y de diversión en el rostro, cuando le dimos nuestra impresión. “Me alegra que lo hayas señalado. Necesito explicárselo a la gente. ¡No quiero que piensen que tengo un retrato de Charles Manson en mi casa!”

Y es que, por más papeles demenciales que haya interpretado a lo largo de una carrera que alcanza ya las cuatro décadas, Cage es a todas luces un buen tipo, así como un intérprete que es tan adorado como rechazado por su peculiar estilo de actuación, que puede llegar a ser de lo más grandilocuente. Sea como sea, la adición temporal de un retrato de Manson en sus dominios podría haber sido una idea decididamente arriesgada de marketing para conectarlo con el malévolo personaje que encarna actualmente en la pantalla grande, y que es ni más ni menos que el Conde Drácula.

El papel, que forma parte de la nueva comedia de terror “Renfield”, llega para coronar una serie de roles que le han devuelto la vida a una estrella que en cierto momento perdió la mayor parte de su brillo y empezó a ser relegada a trabajos de segunda categoría. Todo esto parece haberse revertido durante los ultimos años, gracias a un conjunto de cintas independientes celebradas por la crítica y el público que se inclinan frecuentemente hacia el terror y la ciencia ficción —como es el caso de “Mom and Dad” (2017), “Mandy” (2018) y “Colour Out of Space” (2019)—, pero que incluyen también un título ‘de prestigio’ —”Pig” (2021)— y que condujeron a “The Unbearable Weight of Massive Talent” (2022), una hilarante comedia en la que interpreta a una versión exagerada de sí mismo, secundado por el popular actor chileno Pedro Pascal (“The Mandalorian”, “The Last of Us”).

Pero la entrevista a la que nos referimos, y que puedes ver más abajo en su versión completa en video, no estaba destinada a hablar de logros del pasado, sino de su esperada participación en “Renfield”, la comedia de terror que se estrena oficialmente este viernes —aunque se encuentra ya en cartelera— y que, además de estar cosechando críticas de lo más positivas, le permite cumplir un sueño muy particular: el de interpretar a uno de los monstruos más célebres en la historia de la ficción literaria y cinematográfica .

Pese a que Cage no tiene el papel estelar —que le corresponde a Nicholas Hoult, quien se pone en la piel del protagonista, el emblemático sirviente de Drácula—, todo el mundo parece estar hablando de su intervención en el filme, que ha sido dirigido por Chris McKay (“The Lego Batman Movie”, “The Tomorrow War”) y escrito por Ryan Ridley sobre la base de una idea original de Robert Kirkman (creador de “The Walking Dead”). Y esto era motivo suficiente para entablar la amena conversación que transcribimos a continuación.

Nicolas, hace unos meses, hablamos sobre “The Unbearable Weight of Massive Talent”. Antes de eso, tuviste a “Pig”, y ahora, vas a lanzar “Renfield”. Todas estas películas han sido muy buenas. Estás arrasando, y en esta, arrasas todavía más. Es un momento muy bueno para ti, ¿verdad? 

Sí. Me siento muy feliz por estar trabajando con colegas que admiro; gente como Chris McKay, Nick Hoult, Awkwafina y Ben Schwarz [en “Renfield”]. También estuve con Pedro [Pascal] en “Massive Talent”, Michael Sarnoski en “Pig” y Alex Wolf [también en “Pig”]. He sido bendecido al trabajar con gente creativa y talentosa, y cada vez que te rodeas de personas a las que le importa esto tanto como a nosotros, las cosas mágicas y creativas se producen.

Ya que estás teniendo todas estas grandes películas en tan poco tiempo, los fans se encuentran muy emocionados. Por supuesto, sabes que no todo el mundo adora a Nicolas Cage, pero los que adoran a Nicolas Cage se encuentran muy felices, esperando cada trabajo nuevo en el que apareces. 

Es bueno escuchar eso. Mira, me siento bendecido por haber tenido a un grupo de entusiastas del cine que han estado conmigo a lo largo de todo este tiempo, en las buenas y en las malas. Podemos celebrar todos juntos, podemos ser felices todos juntos.

Has estado en diferentes películas de terror, y supongo que te gusta realmente el género.

Me gustan las películas de terror porque son inherentemente surreales y abstractas. Disfruto de la actuación naturalista, y hay un lugar para ello, en películas como “Pig”. Pero también me gusta la idea de ir a áreas distintas de la interpretación, y el cine de terror me permite hacer eso. A algo como “Pig” no le vendrían bien gestos propios del expresionismo alemán, pero en una película como “Renfield”, sí puedes hacerlos, porque aquí, Drácula ha firmado un contrato con las fuerzas oscuras y es un personaje sobrenatural.

Estas películas no tienen miedo de explorar la lógica de los sueños. No tienen nada que justificar, no tienen que tener sentido. Puedes hacer algo que es casi como un sueño, y luego eso desaparece y se queda contigo. Pero, de nuevo, se trata de algo que no funciona en todo lo que hago.

La última película de tu carrera relacionada con el universo de los vampiros antes de esta fue “Vampire’s Kiss” (1988). Pero sé que has querido interpretar a Drácula durante mucho tiempo. Fuera de ello, ¿qué fue lo que te gustó del guión cuando lo leíste?

En primer lugar, esta era una producción de [los estudios] Universal, y esa era una gran invitación en términos del legado correspondiente a un personaje tan legendario. Pero es también un trabajo de [el director] Chris McKay, quien quería imponer un tono que se encontrara entre el terror y la comedia y que, si logras hacer bien, hace que todo resulte muy divertido. Creo va a merecer realmente el costo del boleto que la gente pague. Van a reír y a gritar a la vez.

Cuando tenía 15 años y vi [el clasico del género] “American Werewolf in London”, la pasé súper bien. Eso es lo que pasa con el terror y la comedia; son totalmente opuestos, pero funcionan muy bien juntos, porque te hacen saltar de un lugar a otro. No sabes lo que va a venir después. Y me gusta tener esa experiencia en el cine.

Para mí, “American Werewolf in London” es una de las mejores películas de todos los tiempos.

Es un blanco que he estado tratando de alcanzar por mucho tiempo, y creo que McKay le ha dado muy cerca.

Como dices, hay mucha comedia en esta película, y esto es como una reinvención de la historia original. Pero hay algo que me gusta mucho de tu interpretación, y es que este Drácula está representado de la manera en que muchas personas piensan que debe ser representado cuando se quiere ser fiel a la visión de Bram Stoker, donde él era completamente malo. Es interesante también porque, en las notas de producción, dices que él sí siente algo por Renfield, pese a que se muestra siempre muy malvado. Hay momentos en que uno dice, ¿es que este tipo tiene sentimientos? Tal vez está manipulando al chico, simplemente. Por lo tanto, no es una versión muy romántica. Y al mismo tiempo, lo raro es que es exactamente lo opuesto a lo que tu tío [Francis Ford Coppola] hizo en su versión de Drácula, como parte  de una película que sigue siendo fantástica, pero que algunos fans criticaron al decir que el conde no debe ser un caballero romántico. 

En esta película, estoy respaldando al personaje de Nick Hoult, quien hace de Renfield. Gary [Oldman] contó con la narrativa completa para interpretar a Drácula, por lo que se podía descubrir qué es lo que lo llevaba a ser así. Para mí, Drácula fue siempre un estudio de amor en el exilio, porque había perdido a su amada, había rechazado el amor, había regresado y había firmado un contrato con las fuerzas oscuras como resultado de todo esto. Entonces, hay ‘pathos’ allí, pero en esta película, no había tiempo para eso.

Hay una escena en el apartamento de Renfield donde ves que Drácula está realmente herido. Pienso que, en algún momento, los dos la pasaron muy bien, pero que esa relación se ha vuelto ahora amarga, porque se ha convertido en una relación tóxica, [semejante a lo que puede pasar] entre un jefe y un empleado en una oficina o dentro de una relación tóxica de amor, que muchas veces va en una dirección equivocada y ya no es romántica, sino que se convierte en algo sobre posesión, propiedad y todas esas cosas feas. Y eso es algo que se observa en esta película.

Para mí, este es un Drácula perteneciente al arte pop, que está aquí para dejar una impresión duradera. Y creo que está realmente abrazando el lado malo. De hecho, yo mismo escribí esa línea de diálogo al final, cuando le preguntan, "¿tienes un último deseo?”, y él responde, “espero que disfrutes tu estadía en el infierno. ¡Que viva Satan!”. Originalmente, lo que él hacía era pedir perdón; pero Drácula no haría jamás eso, porque está totalmente comprometido con el lado oscuro.

¿Tuviste oportunidad de hablar con tu tío Francis sobre esta versión de Drácula?

Bueno, sí. Antes que nada, le dije que su Drácula es una obra de arte en cada toma, una película hermosa, y que Gary está increíble en ella. Después, le pregunté si tenía algún consejo que darme ahora que iba a interpretar al mismo personaje para Universal. Me dijo que él es como Lord Byron, el poeta, pero que me asegurara de que lo definiera como alguien atractivo. Yo le respondí que me iban a poner encima un maquillaje tipo Picasso que me iba a desfigurar, y que no podría realmente definirlo como atractivo [risas]. ‘Bueno, no importa’, me dijo.

Pero me dejó pensando. Aunque se ve de este modo, él mismo se considera todavía atractivo; y eso me llevó a pensar en mi padre, August, porque August era muy guapo. Era un profesor a tiempo completo a los 21 años y hablaba con mucha distinción. Sabía siempre que era el más inteligente en todos los lugares que recorría, y se aseguraba de que lo supiéramos.

Así que me dije, ‘Ok, Drácula ha estado aquí cerca de 500 años y sabe que es el más inteligente de todos’. Lo que pasa con Drácula es que es un maestro del engaño; te dice algo bueno y luego cambia por completo de discurso. Hay mucha gente que hace eso en la vida real; dicen algo agradable y luego te enteras de que el motivo fue algo sociopático.

Hablando de las personas que existen en el mundo actual, otra cosa interesante por aquí es que el film no trata solamente de atraer a los fanáticos de la vieja escuela, sino que hace también comentarios sobre situaciones contemporáneas. Para empezar, Drácula es acusado de ser un narcisista, un término que ha sido usado y abusado en los últimos tiempos. Y luego, está el tema de las relaciones tóxicas. Estos términos son perfectos para la historia que se cuenta, pero no recuerdo haberlos escuchado tan frecuentemente cuando era más joven. Ahora, todo el mundo está hablando de narcisismo y de relaciones tóxicas. 

Eso es algo que tiene que ver con lo efectiva que es la película. Iba a mencionar justamente al actor que interpreta a esta persona del grupo de apoyo emocional [al que asiste Renfield], Brandon [Scott] Jones; él dice algunas cosas muy sabias sobre las personas que tienen relaciones con estos narcisistas y estos sociópatas, sobre el modo en que son manipuladas. Pese a que la película es una comedia y una historia de terror, muestra compasión. La interpretación de Brandon es una de mis favoritas.

¿Cómo fue trabajar con Hoult y con McKay?

Trabajé con Nick en “The Weather Man”. Allí, yo era el protagonista y él era un personaje secundario; interpretaba a mi hijo. Sabía, por lo tanto, lo competente que era como actor de cine. En esta película, él es el protagonista y yo el secundario; y en esta, tuve la oportunidad de apreciar realmente sus talentos para la comedia. Es sumamente divertido y luce muy bien, pero en sus ojos, hay siempre algo vulnerable y trágico.

Lo que me gusta de él es que es capaz de saltar de inmediato de expresiones faciales y corporales tipo Chaplin al drama más profundo. Al observarlo, pude realmente saber a dónde ir con el personaje de Drácula. Nos convertimos en uno, unidos como una danza, especialmente en mi escena favorita, dentro del apartamento, cuando Drácula visita a Renfield y pasan muchas cosas. Hicimos varias tomas de esa escena, y [el director] Chris sabía realmente lo que estaba buscando. Tenía una gran visión para esta película, la estuvo buscando todo el tiempo y no desistió hasta lograrla. Trabajamos muy bien a su lado.

Este artículo fue publicado por primera vez en Los Angeles Times en Español.