"No hay nada turbio ni sucio": Erik Rubín y Andrea Legarreta defienden su amor aunque estén separados

El comunicado conjunto de Andrea Legarreta y Erik Rubín con el que anunciaron que su "historia en pareja se ha transformado" tras 22 años de matrimonio y la petición para que se les respete "como individuos y familia" han sido ignorados. Decenas de textos y videos en medios y redes sociales con sospechas, rumores y complicadas tramas buscan ensuciar la historia de amor que vivieron pero que hoy ya no comparten más como matrimonio.

"Desde la más profunda sinceridad, respeto y honestidad, y por el gran amor que nos tenemos, seguiremos amándonos desde otro sitio", se lee en el comunicado que ambos artistas compartieron en sus cuentas de Instagram desde la noche del miércoles. Doce horas después, Andrea lo leyó en vivo en el programa 'Hoy' donde sus compañeros la cobijaron. Y afuera de las instalaciones de Televisa San Ángel, una docena de reporteros también esperaron para recoger la misma declaración, el amor se ha transformado y existe el respeto para seguir compartiendo vida juntos en familia.

Pero no es suficiente para quienes la interrogan sobre los rumores que surgieron desde la noche anterior, esos que han disfrazado bajo palabras como "razones" que habrían llevado a romper su relación de más de dos décadas. "Los dos estamos tranquilos, en amor, en paz. Hay veces que la gente no entiende, dice 'pero, ¿cómo, si se aman tanto, por qué?, sí, hay mucho amor. De pronto he visto cosas como de 'ay, sí, ya se veía venir', 'ya se habían tardado', comentarios crueles, desalmados".

Se conocieron en Acapulco en una noche de antro y la química fue instantánea, intercambiaron números y Erik estaba decidido a conquistarla, pero los padres de Andrea preferían que no sucediera, debido al historial amoroso que le precedía al cantante y la bien conocida disputa pública de dos intérpretes por la atención del ex-Timbiriche.

Tras un fugaz noviazgo —tres meses—, Rubín le pidió matrimonio a Legarreta en el escenario de la obra Rent, una producción de la que él formaba parte y estaba cumpliendo sus 100 representaciones. Semanas después regresaban a Acapulco para celebrar su boda el 1 de abril del 2000. Y casi como en las telenovelas, fueron felices juntos... por casi 23 años.

Con el visible dolor en su mirada y voz, Andrea ha intentado defender frente a cámaras, micrófonos y celulares, que a pesar de tanto amor por el hombre que la flechó instantáneamente, desde hace 5 meses atrás su dinámica ha cambiado, con algunos encuentros como vacaciones familiares o eventos como la obra Siete veces te dije adiós. "Es complicado tomar la decisión, uno no quisiera salir y decirle al mundo 'miren, esto está pasando con nuestra historia, esto está pasando con mi vida íntima y privada, pero somos personas públicas, no queremos que nada ensucie o que se vaya a una ruta donde no es, que no corresponde".

Ese mismo sentimiento es compartido por Erik, quien lo ha externó en un breve encuentro con los medios en el aeropuerto capitalino. "¿Qué les digo? Es un momento complicado, doloroso, respeto, ¿qué más puedo hablar de este asunto?, lo que menos quiero ahorita es hablar del tema. No hay nada atrás, no hay nada oscuro, lo estamos llevando de una manera positiva", dijo frente a la cámara de Ventaneando.

Sin abundar más a lo que se lee en el comunicado conjunto, dijo que sus hijas se encuentran tranquilas y que desde hace meses les comunicaron su separación.

Sabiéndose como un blanco del odio en redes sociales y que se magnifica hasta el mínimo error, Andrea también es consciente de las habladurías que se han multiplicado desde que comunicaron su separación. "Me parece que hay gente que es muy mala, me parece que hay gente muy cruel, sin empatía, y a lo mejor sus propias historias de vida han sido duras y crueles y dolorosas y han tenido traiciones... si la gente no lo entiende así y prefiere quedarse con eso, y eso les da paz, que piensen lo que quieran".