No pierdas el juicio por tu muela del juicio

Texto: Raúl Rodríguez Cota

La llegada de la muela del juicio puede poner los pelos de punta a cualquiera, pues es conocida por lo problemática y dolorosa que puede ser. Por eso, te compartimos algunos datos para que estés bien informada acerca de cuándo es momento de extraerla y cómo se realiza el procedimiento.

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Son muchas las razones por las que una muela se deba sacar. Foto: Thinkstock.

Perdiendo el juicio

La muela del juicio se extrae para corregir un problema existente o para prevenir alguna dificultad futura. Algunas problemáticas que requerirían extirpar la muela serían, según una publicación de WebMD, los siguientes:

  • La mandíbula quizás no es lo suficientemente grande para esta muela, y eso podría evitar que impacte y salga a través de tus encías.

  • También puede salir parcialmente de tus encías, causando que un colgajo del tejido crezca sobre ellas. Los alimentos y gérmenes podrían quedar atrapados bajo esta capa y provocar que las encías se enrojezcan, se inflamen y sientas dolor. Todo esto serían signos de que existe una infección.

  • Otros problemas graves que podrían surgir a causa de estas muelas, serían daños en otros dientes, huesos o incluso, provocar la aparición de quistes.

  • Una o varias de tus muelas del juicio podrían salir en un ángulo raro, como la parte superior del diente inclinada hacia adelante, hacia atrás o hacia los lados.

  • Además, también podrían provocar problemas sinusales. Esto significa que pueden causar dolor en los senos paranasales, presión en esta área y congestión, de acuerdo con otra nota de WebMD.

Extirpando el problema

Sabemos que no es lo que deseas, pero si necesitas tener una intervención quirúrgica, es muy probable que tu médico haga lo siguiente, según explica el portal de la Clínica Mayo.

Primero, usaría uno de los siguientes tres tipos de anestesia dependiendo del nivel de complejidad de la extracción de tu muela:

Anestesia local. Se te administraría inyectándola cerca de la zona de extracción. Estarías despierto durante la operación, pero no sentirías dolor.

Anestesia sedación. Se te aplicaría a través de una línea intravenosa en tu brazo. No sentirías dolor y tampoco estarías consciente durante el procedimiento.

Anestesia general. Se podría aplicar inhalándola a través de la nariz o por una vía intravenosa en el brazo, o de ambas formas. No se sentiría dolor y tampoco estarías consciente durante la operación.

Después de la anestesia, probablemente el médico siga los siguientes pasos en la operación, según la Clínica Mayo:

  1. Primero, hace una incisión en el tejido de la encía para dejar el diente y el hueso expuesto.

  2. Después, divide el diente en varias secciones para que sea más fácil removerlo en pedazos.

  3. Limpia el sitio donde se extirpó el diente quitándole cualquier suciedad que le haya caído durante la operación.

  4. Después, sutura la herida para que sane, aunque esto no siempre es necesario.

  5. Por último, coloca una gasa sobre el sitio de extracción para controlar el sangrado y para ayudar que la sangre se coagule.

Recuerda que si tienes alguna molestia en tu dentadura o puntualmente, en tu muela del juicio, lo mejor sería que visitaras a un odontólogo para una revisión.