Noelia Marzol recordó el día que la dejaron plantada en el altar por un partido de fútbol
Si bien hoy son marido y mujer y padres de dos hijos, Donatello y Alfonsina, lo cierto es que el matrimonio entre Noelia Marzol y Ramiro Arias no empezó precisamente de la mejor manera. ¿Qué pasó? La frase “se suspende el casamiento” sonó y desató las alarmas. En los últimos días, la modelo revivió la “crisis atroz” que vivió cuando su ahora esposo le dijo, un día antes de casarse, que debían cancelar todo. ¿El motivo? Nada más y nada menos que un partido de futbol.
“Resulta que recién hoy mucha gente se entera de que Ramiro suspendió nuestro casamiento un día antes de casarnos. Estando yo embarazada y todo lo que eso conlleva: que el vestido no me iba a entrar en otro momento, que había que llamar a todos los invitados, que había que hacer un lío tremendo, que había que suspender todo lo contratado ¡por un partido de fútbol!”, sostuvo la bailarina desde su auto y aclaró que no era metafórico, sino muy literal.
Las invitaciones originales decían “25 de enero de 2021″, pero finalmente la boda tuvo lugar un par de días después. Aunque Noelia relató la anécdota tiempo después de que sucedió, “el público se renueva” y como recién ahora varios se enteraron, volvió a contarla y con nuevos detalles.
En un siguiente video, esta vez en el jardín, la influencer le dijo a su marido: “Amor, están pidiéndome que por favor cuente cuando me dejaste plantada en nuestro casorio; que me llamaste un día antes y me dijiste: ‘Amor, tenemos que suspender todo porque tengo que jugar un partido en Rosario’”.
Arias limitó a reírse mientras tomaba mate y no tuvo ningún intento por defenderse. Acto seguido Marzol, con su hija menor en brazos, revivió los hechos que sucedieron hace poco más de dos años. “Ramiro un par de horas antes me dice: ‘No nos podemos casar porque tengo un partido en Rosario y no lo puedo suspender’”, relató y aseguró que obviamente todo fue un “ataque total”. “Por más de que lo hiciéramos la otra semana, el vestido ya no me iba a entrar porque tenía panza de embarazada, de cuatro, casi cinco meses”, señaló.
“En mi ataque le dije: ‘¿Sabes qué? Te encargas vos de suspender todo y vos vas a sacar otra fecha para nuestro casamiento’. Encima no estaban dando fecha para casarse porque era pandemia. ‘No sé, movés el contacto que tengas que mover, pero lo solucionás, si no, yo no me caso’”. La bailarina aseguró que su primera reacción fue no casarse, indignada por la situación y hasta su propio padre intentó convencerla de que cambiara de opinión: “¡Imagínense el escándalo! ‘No, papá, no me quiero casar, porque no puede ser que no me haya dicho. ¿Cómo no le dijo al técnico que se iba a casar? Era un evento muy importante’”.
Más allá del mal momento, el enojo y la indignación, “finalmente salió todo bien”. Si bien se casaron unos días después, fue un período de mucha angustia para Noelia, quien se sinceró y dijo que su mamá se instaló en su casa, porque ella “estaba muy deprimida”: “A la otra semana nos casamos. Menos mal que acepté la segunda propuesta de casamiento”.
Sin embargo, y a pesar de su enojo por la suspensión del casamiento, la excampeona del Bailando contó que vio el partido, entre Quilmes y Atlético de Rafaela, “emperrada, queriendo que pierda” y su energía efectivamente llegó: “Re mala futura esposa”. Incluso recordó que fue un partido “re picante” que tuvo dos tandas de penales para la definición. Arias tenía que patear uno y ella internamente pensaba “que erre, que lo tire afuera, se lo merece”, pero hizo gol. Sin embargo, Quilmes, su equipo, perdió.
“Después vino a casa, hecho a una seda llegó y le dije que se vaya a dormir a otro lado. Fue crisis total”, fulminó Noelia a su marido, que escuchaba atento todo su descargo. “Imagínense, ustedes se van a casar al otro día y viene tu marido y te dice que no se puede casar porque tiene que jugar un partido de futbol cuando en realidad ya lo tenía que haber organizado antes, como hice yo, que me pedí el día”, expresó indignada. Fue realmente una de esas crisis, pero atroces”, sentenció.