Francia celebra el legado de Soto con una exposición en el Centro Pompidou

Nacido en el seno de una familia pobre en el interior de Venezuela, Jesús Soto fue uno de los protagonistas de la "revolución cinética" que marcó el arte europeo en la década de 1950. Ahora, París, donde vivió y murió en 2005, saluda su legado con una muestra en el Centro Pompidou. Titulada solamente 'Soto', la exposición reúne desde sus primeros relieves en plexiglás ejecutados en los años 50 -cuando el artista llegó a París con sólo su guitarra bajo el brazo y sin hablar francés-, hasta uno de sus célebres 'Penetrable', esos volúmenes conformados por centenares de finas varillas verticales suspendidas en el espacio y que el espectador puede atravesar. Lo que más llama la atención en esta muestra, que abre el 27 de febrero hasta el 20 de mayo, es que 20 de las 25 magníficas obras expuestas fueron donadas en el 2011 al Estado francés por la familia de Soto, en pago de impuestos. "Es una donación excepcional, que permite entender la evolución de este artista visionario, fascinado por el movimiento y que no cesó de renovar su vocabulario artístico", señaló a la AFP el comisario de la muestra, Jean Paul Amelyne. El especialista recordó que Francia posee desde 1968 una legislación, llamada "dación", que permite a los museos enriquecer sus colecciones gracias a la donación por las familias de artistas de obras, como manera de pago del impuesto de sucesión al Estado francés. Pero según Christophe Soto, uno de los cinco hijos del artista, nacido en Ciudad Bolívar en 1923, para la familia "no era una cuestión de pago de impuestos, y mucho menos de evasión de impuestos". "Se trataba de escoger obras que pudieran esclarecer su recorrido", dijo el hijo de Soto en una entrevista con la AFP en una sala del Pompidou, mientras unos especialistas trabajan en montar las obras de su padre. La selección de las obras donadas "fue fruto de una estrecha colaboración" con los museos nacionales franceses, afirmó Christophe Soto, quien no ocultó su emoción. "Esta exposición es la culminación de un proceso muy largo, que empezó tras la muerte de mi padre. Todas las obras donadas han participado en exposiciones importantes, son obras históricas", resaltó. El comisario destacó que la importancia de esta donación de obras de Soto -quien junto con otro artista venezolano, Cruz Diez, encabezó la revolución cinética en el arte- es tanto mayor cuanto que el artista venezolano estaba hasta ahora "poco representado en las colecciones públicas francesas, que poseían sólo cinco obras". "Las obras donadas por la familia de Soto, que datan de 1955 a 2004, cubren esa laguna", reafirmó Amelyne, subrayando que esta es la primera vez que se expone este conjunto excepcional, que esclarecen la trayectoria de Soto. "Lo interesante de Soto es que perteneció a un conjunto de artistas de vanguardia en Europa; él partió del arte abstracto y su camino se cruzó con algunos de los protagonistas más importantes de la nueva escena artística europea, entre ellos Victor Vasarely, Yves Klein y Jean Tinguely". "Soto se renovó constantemente, rechazó siempre la facilidad", subrayó el comisario, recordando que el artista usó el plexiglás desde 1953, lo que le permitió introducir en su obra los efectos vibrantes de la luz. Pero unos años después, lo dejó, y empezó a utilizar metal, contrastando fondos a rayas con varillas suspendidas, que aprehenden la realidad en movimiento. Uno de los grandes legados del venezolano es haber "integrado al espectador en la obra", indicó Amelyne, mientras unos trabajadores acababan de instalar el 'Cubo penetrable', realizado por Soto en 1996 para su retrospectiva en el parisino Jeu de Paume en 1997 y que es una de las piezas centrales de esta donación. Christophe Soto subrayó a su vez el "lado social" del arte de su padre. "Mi padre hizo un museo en su ciudad natal, Ciudad Bolívar, para que la gente de allá supiera qué era lo que le interesaba a él en el arte. Él pensaba que todo el mundo debía poder ir a una exposición, disfrutar del arte, experimentar sorpresa", dijo. Lo único que entristece al hijo del maestro venezolano es que ese museo en Ciudad Bolívar "está ahora en el centro de un conflicto con la gobernación local". "Es un problema de personas, lamentablemente. Pero no quiero hablar del conflicto, sino de las soluciones", concluyó Christophe Soto, que se dijo "optimista" sobre que el desacuerdo se resuelva próximamente. Nacido en el seno de una familia pobre en el interior de Venezuela, Jesús Soto fue uno de los protagonistas de la "revolución cinética" que marcó el arte europeo en la década de 1950. Ahora, París, donde vivió y murió en 2005, saluda su legado con una muestra en el Centro Pompidou. Lo que más llama la atención en esta muestra, que abre el 27 de febrero hasta el 20 de mayo, es que 20 de las 25 magníficas obras expuestas fueron donadas en el 2011 al Estado francés por la familia de Soto, en pago de impuestos.