La odisea de Natasha Araos para salvar a su esposo Chyno Miranda del covid

Desde que Natasha Araos decidió unir su vida al cantante Jesús Alberto Miranda, mejor conocido como Chyno, supo que era un compromiso que cumpliría en las buenas y en las malas.

Por eso, la venezolana se ha convertido en el apoyo incondicional del cantante después que él fue diagnosticado con una neuropatía periférica a finales de octubre en Miami —secuela del coronavirus que tuvo en marzo. “Definitivamente el año 2020 ha sido difícil, complejo”, dice en exclusiva Araos. “Jesús sintió mucha evolución y cambios internos a raíz de esto que le sucedió y ahora lo siento en su mejor versión”.

En una íntima entrevista, la experta en marketing narró paso a paso cómo ha luchado junto a esposo contra la enfermedad que lo dejó postrado en una silla de ruedas durante semanas.

-¿Cómo vivieron el 2020?

Definitivamente el año 2020 ha sido difícil, complejo, se puede decir que hasta único por la paralización mundial que causó esta pandemia —y creo que a nivel personal y en familia fue impactante por todo lo sucedido con Jesús. Fue un año lleno de retos, pero al mismo tiempo de oportunidades y de mucha evolución.

Jesús sintió mucha evolución y cambios internos a raíz de esto que le sucedió y ahora lo siento en su mejor versión, dando todo de sí para poder mejorar y en este 2021 poder regresar con su vida tradicional, su carrera.

-¿Cuál es el diagnóstico de Chyno?

A él le dio una neuropatía periférica en las piernas; todo comenzó por un COVID-19 que nunca lo dijimos. Él nunca lo quiso decir [públicamente], lo quiso mantener en privado. Comenzó en marzo y luego de que lo superara, que se siente bien, empezó a sentir molestias en los pies. Estábamos caminando con el bebé y me dice: 'Me duelen los dedos de los pies. Siento como un hormigueo'.

Después empezó con un entumecimiento en todos los pies y todas las pantorrillas, hasta llegar a un punto que fue donde me preocupé, en donde caminado un día hacía el carro me dice: 'Mi amor necesito sentarme, no siento las piernas'. Ahí me preocupé y vi que eso no era normal. Eso fue hace tres meses.

Empezamos con los estudios, a llevarlo con médicos, para ver qué era lo que estaba sucediendo y cuando fuimos al neurólogo nos comenta que tiene una neuropatía muy avanzada, hasta el punto que no pudo caminar. Cuando ya no pudo caminar se hospitaliza. Él solo se movía en una silla de ruedas y estaba en cama.

Cuando decidimos meterlo al hospital —por los dolores y porque ya no podía moverse— él se me cayó de la cama. Cuando le dio el calambre en las piernas fue tan fuerte que se volteó de la cama y se cayó, y fue cuando dije: “Esto tiene que pasar a manos de profesionales”.

-¿Pudiste estar con él en el hospital?

Empezó la recuperación con terapias, hospitalizado todo un mes. Hizo terapias en la mañana, al mediodía y en la tarde. En ese momento yo no podía ir al hospital por el tema de la COVID-19.

Pasó una semana y media y pude pasar. Tuve que hacerme la prueba [del coronavirus] para estar adentro con él. Estuve con él un día sí y un día no y las terapias consistían en empezar a recuperar la fuerza muscular de sus piernas. Fue desesperante para mí el ir un día [sí] y un día no. Solo pudo ver a Lucca a través de un vidrio.

Las terapias eran en la cama, [le daban] masajes. Ya que vieron que fue agarrando fuerza, a la semana y media ya [podía] levantarse, [le pusieron] una correa en la cintura —daba diez pasos de ida y luego de regreso. Luego [hacía ejercicio] en una máquina elíptica pero siempre con la enfermera que lo agarraba con el cinturón. Hacía bicicleta, luego empezó [a caminar] con la andadera.

El hospital tenía un tipo de terapia sensacional, una terapia que simulaba una ciudad. Hacía ejercicios de cómo subirse a un carro, ir al supermercado, estar en un banco. Y había hasta un gimnasio. Todo esto fue un mes exacto, [mientras estaba] hospitalizado.

-¿Cuál fue el diagnóstico?

El diagnóstico del doctor fue que a raíz de la COVID-19 hubo un compromiso en el sistema nervioso que se convirtió en una neuropatía periférica. El doctor nos dijo que el virus comprometía en diferentes situaciones.

Nosotros nunca pensamos que a él le iba a pasar esto por ser tan joven, siendo tan atlético, saludable, fuerte. Cuando me dieron el diagnóstico nos dijeron que [esto] le puede pasar a cualquier persona. No es hereditario; la COVID-19 desencadenó en él ese compromiso del sistema nervioso.

Él tuvo malestares superfuertes [por el coronavirus], a él le bajó mucho la oxigenación. Le dio duro, tenía muchos dolores en el cuerpo, quería estar acostado.

-¿Qué fue lo primero que pasó por tu cabeza cuando les dieron el diagnóstico?

No te voy a mentir, para mí fueron días muy, muy difíciles. Fueron días fuertes porque por mi cabeza pasó de todo: 'Dios mío y si él nunca más puede caminar y si se queda así y yo con el bebé y la carrera de él'. Ya tenía plan A, plan B, plan Z.

Con mi bebé fue complicado. Llamé a mis padres, a la mamá de Jesús. No podía sola con mi trabajo, el bebé, cuidarlo a él. Necesitaba darle todo el apoyo a Jesús.

Me dije a mi misma: 'Bueno Natasha, no podemos hacer nada. Ya sucedió, ya lo tiene, ahora el gran trabajo que tienes es fortalecer a tu esposo'.

No te voy a negar que cuando dieron el diagnóstico para él fue sumamente impactante y llegó a estar muy, muy, pero muy deprimido. Él dijo: 'A lo que me dedico, no lo voy a hacer. Mi carrera musical se acabó'.

Poco a poco empezamos a trabajar y hoy en día gracias a Dios te puedo decir que tengo a un Jesús, a un esposo, diferente al que vi tres meses atrás.

-¿Cuánto tiempo necesitará Chyno en su recuperación para que pueda retomar su camino?

Ellos me dan un pronóstico que en marzo puede estar mejor. Me dicen que la evolución ha sido grandísima y ha ido más rápido que lo que ellos esperaban. Jesús ha dado todo de sí. De hecho, después del desayuno siempre me pide hacer terapia. Ya hoy camina mucho mejor. Está casi al 90 por ciento, los dolores están bajando.

A él le afectó mucho, estuvo triste, cabizbajo, nunca había visto a Jesús de esa manera. Él ha pasado por cosas muy fuertes en su vida, pero esto lo derrumbó por completo.

-¿Qué ejercicios hacen en casa?

Las terapias vienen a casa. Viene un fisioterapeuta a casa por las mañanas, trabajan coordinación y balance. Luego trabaja con pesas para recuperar el tono muscular que es necesario para que él pueda caminar de manera normal como lo hacía antes y luego en las tardes viene la estimulación muscular con electroestimulación. Le ponen unos parches en las piernas y le estimulan el músculo de una manera diferente al entrenamiento que hacen en la mañana.

Él ha subido de peso, ahora está en 75 kilos [165 libras], que es una avance increíble. Él tiende a ser flaco; cuando bajó el músculo se veía súper flaquito. Él bajó 10 kilos [22 libras].

[Con] el hecho de no poder moverse, la parte muscular baja mucho. Se pierde todo el músculo, pero me dicen los doctores que como era una persona que hacía mucho ejercicio, el cuerpo tiene memoria muscular.

En la mañana hace tres horas de terapia, es la terapia más importante. Inicia [a las] 9 de la mañana, termina como a las 10:30 y luego la siguiente hora es de pesas. Y la terapia de electroestimulación [en] la tarde es de hora y media.

Inició haciendo ejercicios con su peso, después con pesas. Y yo con mi papá [le] hacemos la terapia de electroestimulación por las tardes; compramos la máquina [y la tenemos en casa].

-¿Cuáles son los dolores que sufre?

Hay unos calambres muy fuertes, por ejemplo, está durmiendo y de repente las piernas se le entumen. Pero ya están bajando. Antes le daba todos los días cada quince minutos y yo de verdad verlo así sufriendo me costó muchísimo. La [medicina] Lyrica [que es para el dolor] lo mantiene sedado, adormitado para que su cuerpo se relaje y esos calambres no vuelvan tanto.

-¿Cómo te sientes?

La sincronía de la vida es perfecta. Todo lo que sucede es para nuestra evolución y yo digo que todo esto de la pandemia más lo que le dio a él este año fue perfecto. Chyno y Nacho tenían previstos más de 50 shows y con esto de la pandemia se cancelaron y a él le dio esto. Los shows se hubieran cancelado por la condición de él. Dios le dijo: “Te voy a dar tiempo para que te recuperes y que vuelvas con todo”. Esperemos que en marzo ya esté en el escenario para darle todo a su público que tanto le hace falta. Él me dice que extraña estar en el escenario y hacer lo que le gusta.

Mi hijo es el que me da fuerza. Es un camaleón: está con Jesús y se parece a Jesús, está conmigo y se parece a mí.

-¿Está tu familia contigo?

La mamá de Jesús estuvo también con nosotros. Por la pandemia, desde marzo, sus padres y los míos estuvieron con nosotros; por la pandemia no pudieron salir [de Miami].

Mis padres se [fueron] antes de que sucediera esto, regresaron a Chile. Se quedó mi suegra, pero necesitábamos más ayuda y [mi papá regresó].

[Jesús] fue hospitalizado a finales de octubre, regresó y aquí en diciembre ya empezamos terapias en casa.

-¿Qué harán el fin de año?

Él me dijo que después de todo lo que le sucedió quiere solo estar con nosotros. El plan es estar nosotros tres. Después de pasar por todo esto, lo único que uno anhela es estar con la familia.

Las oraciones y los mensajes de la gente han sido espectacular. Eso le dio muchas ganas de seguir adelante.

-¿Por qué decidieron hablar ahora?

Porque creo que ya hay muchas preguntas, la gente quiere saber qué es lo que tiene.

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