One Piece: showrunner del live action defiende los cambios en la historia

One Piece: showrunner del live action defiende los cambios en la historia
One Piece: showrunner del live action defiende los cambios en la historia

One Piece (90%) se estrenó con bastante éxito en Netflix. La adaptación live action provocó varios debates entre los fans desde que se confirmó, en especial porque nadie esperaba que resultara tan bien. En general, se considera con justa razón que Hollywood no tiene idea de cómo adaptar anime y manga, pues siempre termina tomando un camino totalmente diferente, lo que aleja a los seguidores, o copia y pega de manera absurda, lo que decepciona también. La obra de Eiichiro Oda es la nueva excepción a la regla, aunque algunos admiradores sí están molestos con varios cambios en la historia que ahora Steven Maeda defiende y explica para el público conocedor.

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Desde la creación misma de Hollywood, la industria ha buscado adaptar obras de distintos orígenes para crear películas que enganchen por igual a aquellos que conocen el título y aquellos que nunca han escuchado hablar de él. Es por eso que no es raro tener adaptaciones de clásicos literarios y hasta remakes de otras cintas creadas en el extranjero. Esta tendencia se fue extendiendo poco a poco hasta llegar a las historietas y de ahí al manga y el anime japonés que fue cobrando popularidad en Occidente gracias a animaciones como Sailor Moon, Dragon Ball, Akira (87%), Los Caballeros del Zodiaco, etc.

'One Piece' era una obra imposible de adaptar

Death Note (40%), Cowboy Bebop (67%), Dragonball Evolución (14%) y Los Caballeros del Zodiaco: Saint Seiya - El Inicio (5%), demostraron una y otra vez lo complicado que es adaptar este tipo de trabajos, pues no sólo se trata de un cambio de formato, sino que el tono mismo y la cultura en Japón son muy diferentes. De inicio se tiene que decidir si el trabajo cambiará los nombres y la historia para un público de Occidente, o si mantendrán la línea original como una especie de ilusión para los espectadores. Con todo esto, One Piece se pensaba como una obra imposible de adaptar, desde su extensión hasta el diseño mismo del mundo en el que se desarrolla.

McKinley Belcher III como Arlong en One Piece (Fuente: Netflix)
McKinley Belcher III como Arlong en One Piece (Fuente: Netflix)

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Los antecedentes de Netflix hicieron que los fans se pusieran a la defensiva de inmediato ante los planes de adaptar el anime y el manga a una serie live action. El problema no era simplemente encontrar al elenco perfecto, era el recrear un mundo increíblemente complejo y extenso que sigue creciendo y estableciéndose con cada episodio que se estrena y tomo que se publica. Luego de tantas dudas, One Piece llegó al catálogo de Netflix y el trabajo funcionó muy bien para los fans y no tan fans. Por supuesto, hay ciertos detalles y cambios que decepcionaron a algunos, pero ese tipo de cosas son inevitables, pues una adaptación es un proceso para que la obra funcione en otro tipo de formato.

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Trasladar cada uno de los detalles del anime al live action es lo peor que se puede hacer y la forma obvia de terminar con un desastre en las manos, especialmente con algo como One Piece. La animación tarda muchísimos episodios en presentarnos a cada uno de los miembros de la tripulación y ese es un lujo que la serie no podía darse con 8 capítulos para su primera temporada. Esto significa que tuvieron que cambiar la presentación de algunos piratas, especialmente de los villanos que luego serán más importantes en un futuro, además de tomar ciertos caminos narrativos que en el anime tardan mucho en suceder.

El showrruner de 'One Piece' defiende estos cambios

En las adaptaciones se tienen que tomar decisiones definitivas y arriesgadas que pueden salvar o hundir el proyecto, y en el caso de One Piece parece que se tomó el camino adecuado, en especial porque la producción mantuvo informado de todo al propio creador. Dicho esto, Steven Maeda, showrunner y guionista del live action, sabe bien que algunos fans tendrán problemas con los cambios, y en entrevista con Variety habló al respecto:

Uno [de los cambios] que estoy seguro será debatido interminablemente será el no apoyarse en el personaje de Don Krieg y presentar a Arlong como el Gran Villano de la primera temporada.

Tomamos estas decisiones, y Oda las bendijo, para traer a Arlong a Baratie y presentarlo antes de que aparezca en el manga. [Lo que nos permitió] realmente avanzar hacia los dos últimos episodios para que Arlong fuera nuestro Gran Villano de la primera temporada.

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Maeda también habló con Oda sobre adelantar algunas narrativas como la relación entre Luffy (Iñaki Godoy) y Garp (Vincent Regan), y hasta cambiar algunos puntos de personalidad y características físicas de ciertos personajes como Usopp (Jacob Gibson) y Sanji (Taz Skylar), todo esto con la finalidad de darle un toque más dinámico y realista a la serie:

Es casi una tarea imposible. [Una adaptación] debería ser como un puente [entre los que conocen la obra y los que no]. Es la única razón para hacer esto, idear algo que los fanáticos acérrimos amen, aprecien y reconozcan como algo propio y digan: 'Guau, mira lo que hicieron' y, al mismo tiempo, contar una historia convincente que no sea tan elevada y específica que los nuevos fans digan: '¿Qué está pasando aquí? ¿Qué es este loco barco pirata rosa?'

La serie fue bien recibida por la crítica y los fans, y este fin de semana será indispensable para que la empresa decida si le dará o no una segunda temporada, algo que debería confirmarse más o menos rápido.

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