El origen de las catrinas

CIUDAD DE MÉXICO, noviembre 5 (EL UNIVERSAL).- Disfrazarse de catrina se ha convertido en la caracterización estrella de Halloween en todo el mundo. La mayoría cree que el disfraz de catrina surge en México por el culto mesoamericano, prehispánico, a la muerte, por las calaveras que ocupaban los tzomplantli, y aunque hay parte de eso, también tenemos que hablar aquí de los artistas José Guadalupe Posada y su discípulo, Diego Rivera.

Aunque la llamamos catrina, en realidad su nombre original era "calavera garbancera" y su creador fue el ilustrador mexicano José Guadalupe Posada. Quien la bautizó como la catrina fue el discípulo de Posada, el muralista Diego Rivera, ya que, en su región, Guanajuato, en aquella época llamaban catrines y catrinas a los afrancesados, aquellas personas que trataban de ocultar sus rasgos o tradiciones indígenas para parecer más, físicamente y en cuestión de costumbres, a los europeos.

Las garbanceras eran las indígenas que vendían garbanzos y que, al parecer, cambiaron esta legumbre por el maíz, volviéndose más europeas, lo que muchos interpretaron como un rechazo a su propia cultura.

Así, la catrina es una crítica a los que difuminan sus raíces, de ahí que lleve esta calavera garbancera un esperpéntico sombrero.

En su mural "Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central", Diego Rivera viste a la catrina con su atuendo más conocido y extendido, el que lucen millones de personas como disfraz en Halloween y en el Día de Muertos.

Por lo tanto, la catrina actual nace entre el siglo XIX y el siglo XX, principalmente con la obra de Diego Rivera y, aunque se asocia al mundo de los muertos, es mucho más que un disfraz, es una crítica social.