La otra realidad de Hollywood que se cuece lejos de las estrellas de cine

Mientras las grandes estrellas disfrutan de proyectos que despiertan su pasión artística, otros actores consagrados se buscan la vida

Ray Winstone trabajó con Martin Scorsese y Steven Spielberg pero igualmente debe aceptar proyectos que
Ray Winstone trabajó con Martin Scorsese y Steven Spielberg pero igualmente debe aceptar proyectos que "no quiere hacer" solo para "pagar el alquiler". (Foto de Tim P. Whitby/Getty Images for BFI)

Aparecer en blockbusteres, trabajar junto a destacados cineastas y estar nominado a premios de prestigio no significan tener nada asegurado en Hollywood. El privilegio de protagonizar proyectos soñados y personajes interesantes que despierten la pasión interpretativa a cambio de cheques millonarios, es una fortuna que solo las estrellas de cine más populares alcanzan. Otros, en cambio, viven la profesión como cualquier mortal, a veces trabajando para sobrevivir aunque sea en una industria donde se convive con el lujo y el ímpetu artístico.

Este es el caso de Ray Winstone, un actor popular entre cinéfilos del mundo al que llevamos décadas viendo transitar entre el cine independiente, las producciones menores y los grandes blockbusteres de Hollywood. No obstante, a sus 67 años y a pesar de su exitosa carrera, admite que no siempre trabaja por pasión. Que para sobrevivir acepta proyectos que no le inspiran ninguna pasión artística pero, a cambio, le ayudan a sobrevivir.

Ray Winstone acompañó a Harrison Ford y Cate Blanchett en 'Indiana Jones y la calavera de cristal'. (Foto de Kristian Dowling/Getty Images for Paramount)
Ray Winstone acompañó a Harrison Ford y Cate Blanchett en 'Indiana Jones y la calavera de cristal'. (Foto de Kristian Dowling/Getty Images for Paramount)

No es oro todo lo que reluce en Hollywood

Winstone habló sobre su vida en una entrevista concedida a The Guardian y derrumbó la imagen idealizada que puede tenerse de Hollywood. No solo reveló no haberse sentido entusiasmado por algunos de sus personajes, sino que borró de un soplido la imagen idílica que puede tenerse desde fuera en torno a su profesión dejando claro que, al final, lo suyo es un trabajo.

“Vas y te diviertes durante seis semanas y ves cómo resulta”, dijo refiriéndose al proceso de filmación. “Si sale genial, es una ventaja. Si no es así, no es así. Pero has tenido unas seis semanas fantásticas”.

"Haces películas que no quieres hacer", añadió. “Pero tienes que hacerlo porque hace tiempo que no trabajas y tienes que pagar el alquiler”.

Si sus revelaciones llaman la atención es porque no parten de un actor recién llegado a Hollywood o que todavía está labrándose su camino en la meca del cine. Al contrario, Ray Winstone es un rostro conocido. No importa cuál sea tu género favorito porque, al final, lo vimos en casi todo tipo de producciones.

Ray Winstone con sus compañeros de 'Regreso a Cold Mountain', Nicole Kidman y Jude Law en el estreno londinense del filme. (Foto de John Stillwell - PA Images/PA Images via Getty Images)
Ray Winstone con sus compañeros de 'Regreso a Cold Mountain', Nicole Kidman y Jude Law en el estreno londinense del filme. (Foto de John Stillwell - PA Images/PA Images via Getty Images)

Nacido en Londres y laureado en su país como uno de los actores que mejor representan papeles de hombres problemáticos, duros, criminales o un tanto psicópatas, Ray Winstone lleva prácticamente desde la adolescencia subiéndose a los escenarios o plantándose delante de una cámara. Trabajó bajo las órdenes de directores renombrados como Anthony Minghella, Antoine Fuqua, Martin Scorsese, Robert Zemeckis o Steven Spielberg. Tuvo personajes en éxitos como Regreso a Cold Mountain, Las crónicas de Narnia o Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal.

Llamó la atención de Hollywood en 2001 como el protagonista ladrón de Sexy Beast, la ópera prima de Jonathan Glazer (que actualmente tiene su cuarta película, Zona de interés, compitiendo a cinco premios Oscar, incluyendo Mejor película internacional, dirección y película en general). Y fue elegido como reemplazo de Robert De Niro cuando el actor abandonó la producción de Al filo de la oscuridad citando diferencias creativas. Participó en películas nominadas al Oscar como Los infiltrados o La invención de Hugo Cabret (curiosamente ambas de Scorsese). Hasta se sumó al universo lucrativo de Marvel en Viuda Negra y ha estado nominado dos veces al BAFTA, el premio de la Academia de Cine Británico.

Sin embargo, por mucho que su currículo destile experiencia y una presencia constante en la industria del cine, su realidad es muy diferente a la de sus compañeros más renombrados como Nicole Kidman, Leonardo DiCaprio, Harrison Ford o Scarlett Johansson. Su experiencia no se basa únicamente en la elección de proyectos idílicos o personajes que despiertan su pasión interpretativa como sucede con las grandes estrellas de cine, esas que ya tienen su economía asegurada y reciben constantemente ofertas ideales para seguir expandiendo sus pasiones profesionales.

Ray Winstone se busca la vida en Hollywood como cualquier mortal. (Foto de Karwai Tang/WireImage)
Ray Winstone se busca la vida en Hollywood como cualquier mortal. (Foto de Karwai Tang/WireImage)

A Ray Winstone le toca convivir con el éxito pero también con la realidad de los simples mortales, viéndose obligado a aceptar películas que “no quiere hacer” pero que necesita para “pagar el alquiler”. Y es que, al final, no todo lo que reluce es oro en Hollywood.

Más allá de las grandes estrellas que acaparan los focos, atraen el público a las salas y plataformas streaming, existe otra realidad muy similar a la de muchas personas ajenas al universo paralelo de las grandes estrellas. Una realidad donde hasta los actores consagrados también necesitan sobrevivir a pesar del lujo y privilegio que les rodea en su profesión.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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