Al Pacino cuenta en sus memorias que casi muere de Covid en 2020: “Estaba sentado en mi casa y de pronto, ya no estaba más”

Al Pacino abrió su corazón en sus memorias, aunque aseguró luego que se arrepintió de escribirlas
Al Pacino abrió su corazón en sus memorias, aunque aseguró luego que se arrepintió de escribirlas

MADRID.-“¿Envejecer ha sido cómodo o incómodo?”, le pregunta un periodista de The New York Times a Al Pacino en una entrevista publicada el sábado. El actor neoyorquino, de 84 años, es tajante al principio: “No sé qué diablos significa envejecer”. Alfredo James Pacino, su verdadero nombre, asegura que envejecer le parece “absurdo y loco”, y se pregunta por qué no puede encontrar unos esteroides que no lo maten. “Tomé esteroides cuando estuve grave por el Covid”, recuerda después. En 2020, en plena pandemia, Al Pacino contrajo el virus y casi pierde la vida , pero nunca había hablado de ello hasta ahora. “Casi mueres”, asegura el periodista. “Sí, dijeron que mi pulso había desaparecido”, confirma el intérprete de El padrino y El irlandés. “Fue así: estás aquí, ya no estás más. Pensé: ‘Ni siquiera tienes tus recuerdos. No tienes nada’”, confiesa.

James Caan, Marlon Brando, Al Pacino y John Cazale en El padrino
James Caan, Marlon Brando, Al Pacino y John Cazale en El padrino

El próximo martes 15 llegará a las librerías de los Estados Unidos Sonny Boy, las memorias del actor. “Es la autobiografía de un hombre que no tiene nada que temer ni ocultar”, dice la descripción provista por la editorial. Y así lo está demostrando en las entrevistas para promocionarla, donde esa experiencia cercana a la muerte, que también narra en las memorias, ha sido uno de los temas por los que más se le está preguntado. “¡Ah, bien! Me encantaría volver a recordar eso”, ironiza cuando, después de hablar de su familia y su trabajo, el periodista insiste. Y Pacino le da lo que quiere: “Lo que pasó fue que me sentí mal, extrañamente mal. Luego tuve fiebre y me estaba deshidratando y todo eso. Entonces conseguí una enfermera para hidratarme. Estaba sentado allí en mi casa y de pronto, ya no estaba más. Así de rápido. No tenía pulso . En cuestión de minutos estaban allí: la ambulancia frente a mi casa. Tenía seis paramédicos en esa sala de estar, y dos médicos, y tenían estos trajes que parecían ser del espacio exterior o algo así. Fue algo impactante abrir los ojos y ver eso. Todos estaban a mi alrededor y decían: “Ha vuelto. Él está aquí”.

El ganador del Oscar por Perfume de mujer también revela que durante lo que creía que eran sus momentos finales no sintió la muerte. “No vi una luz blanca ni nada de eso” , reconoce, “No hay nada allí”. Según cuenta en otra entrevista concedida a la revista People, la experiencia tampoco cambió su manera de vivir: “En absoluto”, garantiza. Tener hijos, dice, es un consuelo tras la muerte, junto a su premiada obra cinematográfica, que abarca décadas. Al Pacino tiene cuatro hijos: dos con la actriz Beverly D’Angelo, una con la coach de actuación Jan Tarrant y otro más, nacido el año pasado, con la escritora Noor Alfallah, su actual pareja.

Pacino en una escena de Sérpico
Pacino en una escena de Sérpico

Pacino estuvo nueve veces nominado al premio Oscar y 20 veces a los Globos de Oro ―ganó cinco―, por películas que abarcan desde Serpico hasta Caracortada o la serie Hunters. Sin embargo, el actor confiesa que, normalmente, cuando hace películas, no es “muy feliz”. “Pueden ser tediosas, pero puedes ir a tu trailer y hacer lo que quieras”, afirma. Ese “lo que quieras”, según añade, consiste en mirar videos por Internet: “Hay tantas cosas en YouTube. Incluso me gusta TikTok cuando lo veo”, admite. Sus favoritos, dice, son los videos sobre perros rescatados y recientemente también le entusiasmó uno sobre una niña sorda que recuperó la audición. “¡Me encanta eso!”, reconoce.

Sobre el proceso de escribir sus memorias, proyecto que rechazó muchas veces por considerarlo “tortuoso”, responde con honestidad brutal: ”Nada cambió. Me arrepiento. ¿Quién necesita andar por ahí en este mundo poniéndose un blanco en la espalda? Quiero decir que me despierto en la mitad de la noche, temblando, transpirado y pienso: ´No debería haberlo hecho´. Pero estaba diciendo la verdad. Eso es todo”.

Más allá de los reconocimientos que acumuló durante su carrera, el lazo de Pacino con la actuación tiene orígenes más profundos, según el mismo cuenta. “Siento que la actuación salvó mi vida porque me di cuenta de que podía tener una carrera. Mirá el caso de Buddy Rich, el baterista. Mi Dios. Tenía tres años y ya estaba sentado en la batería. Lo escuché en Carnegie Hall en un concierto de Frank Sinatra. Salió como telonero y yo dije: ´No quiero escuchar a un baterista. Quiero escuchar a Frank´. No me interesaba la idea de un solo de batería... ¡Y resultó uno de los mejores momentos de mi vida! Cuando terminó de tocar, tomó sus dos palillos y se fue. Nos dejó con el silencio y todos en la sala, absolutamente todos, se pararon y empezaron a gritar. Me di cuenta de que yo también estaba gritando. Luego salió Sinatra al escenario, miró a la audiencia y dijo: “¿Vieron lo que pasa cuando te aplicás con una cosa toda la vida? Eso es la actuación para mí. Para Buddy Rich, era la batería; para Sinatra, el canto. Es lo que más te importa. Tenés que desearlo”, explicó el actor.

La célebre escena de Caracortada
La célebre escena de Caracortada

Así, el actor recuerda las reacciones que despertó en algunos de los directores más respetados de la época su interpretación de Tony Montana en Caracortada. “Estaba cenando con Milos Forman y de repente me dice: ´¿cómo se te ocurrió hacer esa porquería de Caracortada? ¿Trabajaste en Tarde de perros y después te metiste en eso?´ No fue el único director que me insultó por ese film. Mi favorito, Sidney Lumet me dijo: ´Al, ¿cómo puede ser que hagas esa basura?´ Estaba enojadísimo. Y lo que yo pensaba distinto, pero amé su pasión”, relató Pacino, que también contestó algunas otras preguntas que tanto la industria como sus fanáticos siempre quisieron hacerle. O tal vez él imaginó que así era. En un pasaje del libro, el actor escribe: “Hay una creencia general de que soy o fui adicto a la cocaína”. Un rumor que se ocupa de negar rotundamente. “No tomo cocaína. Nunca la probé en mi vida. No soy la clase de tipo que debe tomarla”.

A sus 84 años, Al Pacino sigue trabajando y tiene nueve proyectos en marcha. Es, por ejemplo, uno de los protagonistas de The Ritual, una película de terror sobre dos sacerdotes que llegará a los cines en 2025. También se está preparando para interpretar El rey Lear de Shakespeare junto a Jessica Chastain, en una adaptación moderna de Bernard Rose.