Paco Roca en Angulema: "Hemos estado de lado" pero el cómic es "una gran industria"
Angulema (Francia), 31 ene (EFE).- En las listas de sugerencias para quienes quieran acercarse al cómic contemporáneo español, el nombre de Paco Roca nunca falla. Es una de las estrellas del renacimiento del tebeo y como tal ejerce estos días en el Festival Internacional del Cómic de Angulema, con España invitada de honor.
"Siempre hemos estado como un poco de lado", admite a EFE sobre un sector que, aunque sin acercarse a la pasión que despierta en países como Francia -donde hay años que el libro más vendido del año es un cómic-, sus lectores ya suponen el 13,2 % entre los adultos y una facturación anual de 130 millones de euros.
"Siempre hemos tenido un poco la sensación -razona- de estar en el terreno de nadie, al no ser la literatura ni ser el cine. Pero somos una gran industria al final, que mueve mucho dinero".
El éxito de Roca (Valencia, 1969) ha surfeado en la ola del 'boom' que vive el cómic en España. O visto de otra manera, sus obras han sido uno de los motores para generarla, con títulos como 'Arrugas' (2007), 'Los surcos del azar' (2013), 'La casa' (2015) o, más recientemente, 'El abismo del olvido' (2023), junto a Rodrigo Terrasa.
La primera actividad que ofreció España en su flamante pabellón como país foco de este Festival de Angulema -una suerte de Cannes del cómic que atrae cada año a decenas de miles de profesionales de la industria y aficionados- fue precisamente una clase magistral con Paco Roca este jueves.
Pero pese a las decenas de miles de ejemplares vendidos y las adaptaciones al cine de sus obras, este historietista que se inició en las viñetas con Astérix, Mortadelo y Filemón y Tintín, entre otros, atribuye su éxito a un "cúmulo de casualidades y de circunstancias".
"Mis cómics han empezado a aparecer en un momento en el que era más fácil llegar a un público generalista, porque había un Premio Nacional que le daba una gran difusión, porque los cómics ya no solamente se podían comprar en tiendas especializadas", opina.
'Arrugas' le cambió la vida
Roca también atribuye su éxito a la "suerte" de haber tenido la atención de los medios, lo que le ha permitido "llegar a mucha gente".
"Otros autores también van alcanzando otros hitos que hasta ese momento eran novedosos. En ese sentido, creo que vivimos un gran momento en el mundo del cómic. Es verdad que sigue siendo una profesión en la mayoría de los casos precaria, pero como lo son casi todas las facetas de la cultura", matiza.
"En general, nadie se dedica a estas cosas por hacerse rico. Lo haces porque tienes una vocación, necesitas contar historias por medio del dibujo, por medio de la palabra, por lo que sea. Eso es lo que nos lleva a hacerlo. Luego lo que pedimos es poder vivir con la mayor dignidad posible y, para eso, en muchos casos hace falta que haya muchos lectores", explica.
A él lo que le cambió la vida fue 'Arrugas', que le dio, entre otros reconocimientos, el Premio Nacional del Cómic 2008 y que fue llevada a la gran pantalla en 2011 bajo la dirección de Ignacio Ferreras.
"Hasta ese momento, como la mayoría de autores, yo no podía vivir de los 'royalties' (derechos de autor) que generaban mis cómics. Mis cómics apenas se vendían", recuerda sobre una época en la que combinaba sus ingresos con trabajos de ilustración, como muchos otros autores del gremio.
Ahora, en España, 'Arrugas' acumula 92.000 ventas, 'Los surcos del azar' una cantidad similar y las más recientes 'La casa' y 'El abismo del olvido' superan ya los 60.000 ejemplares, todas ellas editadas por Astiberri. Y a ello hay que añadir las ventas de derechos internacionales.
Para el futuro, Roca trabaja ya en su siguiente proyecto, del que no quiere desvelar aún grandes detalles, pero avanza que será un retorno a las historias pequeñas e íntimas, más al estilo de la narrativa de 'La casa' que de la aventura sobre la memoria histórica y las fosas comunes franquistas de 'El abismo del olvido'.
"Al final lo que engancha son las emociones", resume sobre su forma de trabajar.
Nerea González
(c) Agencia EFE