La carrera de Pamela Anderson atravesó altos y bajos, momentos de gran exposición y otros en los que prefirió resguardarse en su intimidad. Sin embargo, su buena relación con el público siempre fue una constante y muchas veces ella encontró en sus fans el reconocimiento que la industria parecía negarle. Desde sus comienzos en la revista Playboy, pasando por su recordado protagónico en la serie Baywatch, esta actriz y modelo nunca pasó desapercibida.

En 2024 Pamela fue la protagonista de The Last Showgirl, un film en el que interpreta a una experimentada bailarina de Las Vegas, que debe replantearse su futuro cuando el show del que participa es suspendido abruptamente. Este drama dirigido por Gia Coppola (nieta de Francis Ford Coppola y sobrina de Sofía Coppola), obtuvo el reconocimiento de la crítica especializada, y fueron numerosos los artículos que destacaron el desempeño de Anderson en un rol de notable dramatismo. La actriz ganó distintos premios en festivales de mediano calibre, y en los Globo de oro llegó a ser nominada. Por ese motivo había mucha expectativa con que quizá ella formara parte de la categoría Mejor actriz en la próxima edición de los Premios Oscar. Sin embargo, al momento de revelar las artistas que integraban esa categoría, Anderson no figuró. Y en una charla con Martha Stewart, la modelo se refirió a esa situación.

En el marco de la entrevista, Pamela Anderson expresó con mucha sinceridad: “No, no hubo nominación a los Oscar. Pero ni siquiera podía imaginarme que eso sucediera. Sí obtuve una nominación a los premios SAG, que fue algo realmente emocionante y… de hecho todo esto fue inesperado y emocionante”. Más adelante, la actriz agregó: “Yo siempre digo que la victoria se encuentra en el trabajo en sí mismo. Puedo hacer algo que realmente amo, y necesito hacerlo por el bien de mi alma”.

El hijo de Pamela y su misión

En 2023, Pamela Anderson protagonizó el documental de Netflix Pamela, a Love Story, que fue producido por Brandon Thomas Lee, su primogénito. “Cuando tomás conciencia de cómo hemos avanzado en la última década, es extraordinario. Lo que está haciendo Pamela y las oportunidades que está recibiendo ahora son simplemente fantásticas. Te permiten saber que estás haciendo lo correcto”, indicó el productor, en referencia al nuevo lugar que ocupa la actriz dentro de la industria y el cambio sustancial en los papeles y los proyectos que ahora le proponen. A su vez, dejó en claro que todo eso es producto de la “misión personal” que asumió de “cambiar la narrativa” de cómo se percibe a Anderson.

“Cuando leí el guion de The Last Showgirl por primera vez, me sorprendí, porque no estaba acostumbrado a que le acerquen este tipo de proyectos. Fue una bocanada de aire fresco y sabía que podía hacerlo. Además fue muy oportuno, y parecía que las estrellas se estaban alineando un poco y que encajaba con el arco en el que se encontraba su carrera. Sabía que había muchas inspiraciones de la vida real que podía tomar para esto”, indicó, sobre el momento crucial en el que la historia de Shelly llegó a sus manos. “Mi madre es muy graciosa. Al leerlo, me dijo que era la primera vez que leía un guion real. Y creo que es muy posible que sea verdad”, agregó.

“Esta película se hizo con poco más de un millón de dólares en 18 días, por lo que el hecho de que haya tenido el impacto que ha tenido es increíble. Simplemente, demuestra que todos los involucrados en el proyecto tuvieron que trabajar juntos. Es increíble lo que puede suceder cuando la gente puede dejar de lado el ego y el estrellato y realmente convertirlo en un proyecto artístico y trabajar juntos por el bien de la realización cinematográfica, un gran guión, una gran dirección y una gran fotografía”, indicó el productor. “La razón por la que me involucré, además de por diversas razones comerciales, fue que mi misión personal era darle a mi madre las oportunidades que me dio cuando era niño. Ella haría cualquier cosa por mí. Fue una muy buena madre”, concluyó con mucha emoción el hijo de Pamela Anderson.