Paola Krum: desde el día que Romay la hizo llorar hasta su situación económica y su imposibilidad de verse actuar
A poco tiempo del final de la telenovela que la tuvo como protagonista en el prime time de la televisión argentina y luego de debutar en el teatro con Las Irresponsables, Paola Krum recorrió su carrera en el piso de Socios del Espectáculo, el envío que todas las mañanas conducen Rodrigo Lussich y Adrián Pallares en la pantalla de eltrece. Y además de repasar sus grandes éxitos, recordó el día en el que le mintió a Alejandro Romay y el histórico empresario la hizo llorar, explicó por qué solo vio el primer capítulo de El primero de nosotros y blanqueó que su situación económica no siempre es la mejor: “A veces no tengo un mango”, se sinceró.
Lo primero que repasaron de la trayectoria de Krum fue su primer éxito teatral, Drácula. La actriz entonces explicó que llegó al casting a partir de la típica historia de “fui a acompañar a un amigo”, que no le gustaban las comedias musicales, que aclaró que no cantaba y que todavía no sabe qué le vio Pepito Cibrián para darle semejante papel. “Como no tenía ninguna responsabilidad, la pasé bomba”, reconoció en relación con las distintas etapas del proceso de selección del elenco. “Cuando quedé fue la sorpresa más impresionante de mi vida y fue hermoso e inesperado, pero también una responsabilidad porque a partir de ahí tenía que sostenerlo”, señaló.
Si bien reconoció que la llamaron para los 30 años de Drácula, la actriz explicó que ya tenía el compromiso de hacer en el Teatro Astros Las Irresponsables con Javier Daulte, escritor y director de la pieza, junto a Gloria Carrá y Julieta Díaz. Luego confió que muchos fanáticos le piden que vuelva a ponerse en la piel de Lucy y que el día que fue a ver la obra se sintió “John Lennon”.
En 1994 Krum protagonizó Inconquistable corazón con Pablo Rago, un éxito del Canal 9 de Alejandro Romay. Luego de decir que le genera un fuerte rechazo a verse actuar y que no lo hace nunca. ”Esto es como La naranja mecánica para mí”, bromeó y se sostuvo los ojos bien abiertos con las manos como en la icónica escena de tortura del film, la actriz recordó una divertida anécdota. “Cuando Romay me llamó, yo había hecho Solo para parejas. Me llama y me dice: ´Quiero que protagonices una novela´”. La actriz le respondió negativamente y le mintió: “Le dije que tenía un problema estomacal, que no podía, que estaba muy estresada. ¡Me cagó a pedos! Me dijo de todo. No le dio la menor importancia a lo que yo le estaba diciendo. Me levanté de ahí llorando”, repasó. El resto es historia, como la breve relación de amor que tuvo con su coprotagonista, luego del gran éxito de la novela.
En el repaso siguieron 099 central, Mujeres asesinas, Montecristo y El elegido, y algunas confesiones más: que tiene una pésima memoria, que su hija le recrimina que nunca se acuerda de nada y que nunca sintió, ni en los momentos de mayor éxito, que la fama le quitó la posibilidad de ir tranquila por la calle. “En un momento estábamos trabajando con Pablo -Echarri, en Montecristo- y yo decía: ´Bueno, me tomé el subte´. ´¿Cómo que te tomaste el subte? ¡Esto no lo ve nadie!, me dijo él”. Luego de las risas de los periodistas, la actriz confesó que va en subte a veces porque le gusta y otras veces porque no tiene “un mango”.
Krum aprovechó para contar que le gusta estar entre la gente, ser una más, que le encanta caminar y que a veces se sorprende cuando se da cuenta que alguien la está mirando. “Voy bastante ajena a esto”, reconoció. En ese momento, Karina Iavícoli la felicitó por compartir su forma de ser y la puso como contraejemplo de otras figuras que se colocan en un podio y se creen intocables. “Está bueno que digas que a veces no tenés un mango, hablás como cualquiera de nosotros”, la halagó. “Lo que pasa es que hay como un prejuicio, como que los actores a los que les va bien tienen mucha plata. Yo considero que me va bien gracias a dios, pero lo que pasa es que es muy inestable la profesión. De pronto te va muy bien y de pronto tenés un período en el que no hacés nada, y de pronto te vuelve a ir bien. Uno tiene que ir ahorrando”, reveló.
Por último, Lussich le adelantó el final de “la tortura” de hacerla repasar su carrera en imágenes y anunció un fragmento de El primero de nosotros, la última ficción de la que participó. “Yo no vi nada de esto”, se sinceró Krum, luego de ver una escena con Rafael Ferro. “Esta es la que menos vi en mi vida. No vi ni una escena. Vi el primer capítulo y me vi tan horrible que no la quise ver más”, confesó, y largó una larga carcajada.