Para manifestarse contra los 'malos hábitos' en el transporte público, activista les arrojó lejía en la entrepierna

Una estudiante de derecho rusa tomó una drástica medida para manifestarse contra el modo en que los hombres se apropiarían del espacio público en los transportes, ocupando más espacio del que realmente necesitarían.

Anna Dovgalyuk, de 20 años, vertió agua mezclada con lejía en la entrepierna de aquellos pasajeros de sexo masculino que viajaban con las piernas abiertas en el metro de San Petersburgo.

Según la joven, despatarrarse de este modo es una forma de agresión de género que está naturalizada socialmente y que obliga a las mujeres a perder su espacio personal en los transportes.

Por el momento nadie le ha realizado una demanda o denuncia, y se sospecha que todo fue un escenario montado para llamar la atención en las redes.

Este comportamiento tiene nombre y se ha bautizado como manspreading. El término se popularizó en 2015 a través de una campaña feminista internacional gestada en la red social Tumblr.

Mujeres de todo el mundo compartieron obras de arte históricas donde hombres están sentados en esa misma posición de piernas abiertas en diferentes contextos.

Las activistas alegaron que el dominio del espacio es algo que se remonta a través del tiempo y está socialmente arraigado. En agosto de ese mismo año el término fue reconocido y aceptado por el Oxford English Dictionary.

Manspreading es la práctica por la cual un hombre, especialmente uno que viaja en transporte público, adopta una posición sentada con las piernas separadas, de modo que invade un asiento o asientos adyacentes”, es la definición que aparece en este diccionario.

Según la joven, despatarrarse de este modo<strong> es una forma de agresión de género que está naturalizada socialmente. </strong>Foto: Image Source – Steve Prezant/Getty Images
Según la joven, despatarrarse de este modo es una forma de agresión de género que está naturalizada socialmente. Foto: Image Source – Steve Prezant/Getty Images

En una entrevista para The Village, Anna Dovgalyuk explicó que el objetivo de su polémico video es abrir el debate y lograr que se creen normas legislativas que penalicen el manspreading.

“Es extremadamente importante para mí llamar la atención de las personas hacia este tema, para provocar una discusión y, en consecuencia, la creación de normas legislativas que penalicen el manspreading, porque se trata de una falta de respeto público hacia las mujeres y niños y es una vergüenza para la sociedad“, expresó la joven.

En el video que Anna compartió en YouTube, se puede ver cómo la joven se acerca a los hombres que están viajando en el metro con las piernas abiertas y el momento en que les vierte el líquido corrosivo en la entrepierna.

Además, la mujer explicó que la lejía deja manchas permanentes cuando entra en contacto con tejidos. “Esta solución es 30 veces más concentrada que la mezcla utilizada por las amas de casa cuando lavan la ropa. Come colores en la tela en cuestión de minutos, dejando manchas indelebles”, dijo.

Al mismo tiempo, Dovgalyuk advirtió que llevará a cabo la misma campaña en otras ciudades rusas de Moscú y Kazán para generar conciencia en todas las mujeres de Rusia.

¿Qué opinas de este modo de manifestarse? ¿Crees que el manspreading es una práctica real en los medios de transporte? ¿Qué medida hubieses tomado tú? Envíanos tus comentarios.

@laraenlatierra

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