Pareja estadounidense cumplió el deseo de una niña mexicana que ató su pedido en un globo

Los últimos días del año suelen ser especialmente emotivos para todos; se hacen balances, se reflexiona y se planea un nuevo año mejor, con más optimismo y buenas intenciones.

En este contexto se dan a conocer historias conmovedoras de todo el mundo, como el reciente caso que trascendió a través de Twitter, de una niña mexicana que envío su deseo navideño atado en un globo, y una pareja que se encontraba al otro lado de la frontera lo halló y decidió cumplir su pedido.

Dayami, de ocho años, hizo una lista numerada de pedidos para Santa Claus, luego ató el papel a un globo y lo soltó para que lo llevara el viento. Su pedido viajó volando varios kilómetros desde Nogales, Sonora, en México, hasta el otro lado de la frontera, más precisamente hasta Arizona, en los Estados Unidos.

Randy Heiss fue quien encontró los restos del globo que habían quedado atrapados entre las plantas de su propiedad, y se percató que allí también estaba la carta de Dayami, con sus deseos escritos en español.

Con ayuda de su esposa, quien habla perfectamente español, Heiss tradujo la lista de deseos y se puso a la búsqueda de la niña a través de Facebook. Afortunadamente, una estación de radio local fue la que permitió el encuentro entre Dayami y la familia estadounidense.

Randy y su esposa compraron todos los pedidos de la lista y algunos más, ya que se enteraron que la niña tenía una hermanita menor y se dispusieron a viajar a Nogales para entregar los regalos a las niñas.

Pero con el fin de preservar la ilusión de las hermanitas, quienes aún creen en Santa Claus, la familia Heiss se hizo pasar por ayudantes de Santa y entregaron los presentes en su nombre.

Entre los 10 ítems de la lista, había juguetes muy específicos y muñecas encantadas con su respectiva casa, además de masa para modelar, autos que se transforman, dragones de peluche y un juego de cerditos, sin embargo, la carta terminaba de esta manera muy humilde: “Del 1 al 10 tráeme lo que tú puedas”.

En una entrevista para The Washigton post, Randy Heiss, de 60 años, confesó su triste historia y sus motivos para hacer lo que hizo por la pequeña: “Perdimos a nuestro único hijo hace nueve años y no tenemos nietos, así que Dayami tocó nuestros corazones con su carta”.

“Estar cerca de los niños en Navidad estuvo ausente durante toda nuestras vidas. Ha sido una especie de agujero doloroso en nuestra experiencia navideña”, contó el hombre

Y agregó: “Ahora tenemos amigos para toda la vida. Y, por un día, esa cerca de la frontera con su cable electrificado se derritió”.

¿Qué te ha parecido esta historia? ¿Qué opinas de la actitud de Randy Heiss? Envíanos tus comentarios.

@laraenlatierra

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