¿Qué le pasó a Bruce Willis? La estrella de Hollywood que hoy solo hace fracasos

Bruce Willis
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Comenzó su carrera en la televisión y su carisma hizo que fuera inevitable su llegada al cine. En la gran pantalla se convirtió en uno de los nombres más potentes de la década del 90 y tuvo muchos éxitos al comenzar el nuevo siglo. Sin embargo desde hace tiempo viene protagonizando producciones menores que ni siquiera se pueden ver en las salas de cine y que tanto el público como la crítica ignoran: ¿qué pasó con la carrera de Bruce Willis y por qué muchas personas creen que ya no tiene retorno?

No hay dudas de que para millones de espectadores en todo el mundo Bruce Willis es John McClane, un policía de Nueva York que se ve involucrado en una toma de rehenes en el edificio Nakatomi Plaza de Los Ángeles en el que está su exmujer. Duro de matar, estrenada en 1988, tuvo un rodaje lleno de contratiempos y pocos creían que podía atraer al público. Sin embargo, fue uno de los sucesos más grandes del cierre de esa década y convirtió a su protagonista en una estrella mundial.

Duro de Matar
Duro de Matar

Para ese entonces, el actor se había vuelto un galán televisivo gracias a la comedia romántica Luz de Luna y nadie imaginaba que podía ser un héroe de acción. Duro de matar, sin embargo, cambió para siempre su vida, no sólo con exitosas continuaciones en 1990 y 1995, sino también en producciones como Pulp Fiction, 12 Monos y El Quinto Elemento. Con Armageddon, en 1998, logró tener la película más exitosa del año a nivel mundial, pero también mostró que podía tener otros registros con La hoguera de las vanidades.

En la primera década del 2000 siguió con esa racha exitosa, gracias a películas como El protegido, Sin City y La gran estafa, que fueron sucesos en taquilla y también en producciones menos ambiciosas, como Seduciendo a un extraño y Alpha Dog: Sospechas mortales. Pero nada pudo hacerle sombra a John McClane, un rol al que regresó en 2007 (Duro de matar 4.0) y que de algún modo también tuvo un rol central en Los indestructibles, el homenaje al cine de acción de Sylvester Stallone en el que compartió cartel con Arnold Schwarzenegger, Dolph Lundgren, Mickey Rourke y el propio Stallone.

Bruce Willis
Bruce Willis

En el reencuentro de esos pesos pesados, Willis parece estar un poco incómodo, con un papel de alguien sobrado que quizá esté reflejando en lo que él mismo siente por esa producción. Sin embargo Los indestructibles fueron un suceso de taquilla y en 2012 participó de la secuela, en donde su personaje creció. Ese mismo año se sumó a Moonrise Kingdom de Wes Anderson y a Looper, con Joseph Gordon-Levitt. Sin embargo, a partir de allí, las películas que comienza a hacer son cada vez menos populares y de menor calidad, tanto artística como de producción. Con excepción de su participación en Fragmentado (2017) y el film Glass (2019), la última década de películas de Willis son títulos sin otras estrellas en su reparto y que en ocasiones pasan directamente al streaming y evitan los cines.

El pico de estas malas decisiones llegó en agosto pasado cuando se estrenó Hard Kill, un film de acción de bajo presupuesto para plataformas de streaming cuyo título parece diseñado para que las audiencias crean que es parte de Die Hard, el título original de Duro de matar.

En Hard Kill el protagonista, en realidad, es el actor Jess Metcalfe, pero todas las piezas promocionales ponen a la estrella de 12 de monos en el centro. Los especialistas criticaron su guion y realización. “En cuanto a Willis, pasa la mitad de la película atado a una silla sin mucho que decir. Su rango emocional va desde una sonrisa hasta una mirada furiosa...”, escribió Enquire.

¿Por qué Willis toma estos papeles? Existen varias hipótesis al respecto. Luego de que Willis estrenara hace cuatro meses su último film (Breach, otra producción para streaming en la que interpreta a un agente de seguridad especial que debe enfrentar a una serie de personas que se vuelven asesinas debido a un virus) , The New York Times publicó un artículo en el que se sugiere que podría ser un tema de ego: ¿puede una estrella de Hollywood resistirse a ser el protagonista de una película, incluso cuando esté condenada al fracaso?

Otros, en cambio, sospechan que se trata de algo meramente económico: Willis mira el cheque que le ofrecen antes que el guion. Esa parece haber sido, después de todo, la razón por la cual la estrella quedó afuera de Los Indestructibles 3: luego de que Sylvester Stallone, creador y productor ejecutivo de la saga, le ofreciera tres millones de dólares por cuatro días de rodaje y que Willis le dijera que sólo aceptaría un millón por jornada laboral. “Eres una persona vaga y codiciosa”, le habría respondido el intérprete de Rocky, quien ordenó borrarlo del guion.

¿Es éste el fin de la carrera de Willis? Nadie puede asegurarlo porque, como varias veces demostró Hollywood, la industria ama las historias de redención y los grandes regresos. Y no es que él esté solo en las malas decisiones: John Travolta, Nicolas Cage o, incluso, Jason Statham también toman roles que no parecen grandes ideas. Sin embargo, pocas veces se equivocan tanto. Por lo pronto, y gracias a Duro de matar, siempre tendrá un lugar de privilegio en el cine popular de los 90 y eso no se puede borrar fácilmente.

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