Siete películas para descubrir el recorrido de Ana de Armas antes de convertirse en Marilyn Monroe
Luego de su impactante recreación de Marilyn Monroe en Rubia -película dirigida por Andrew Dominik ya disponible en Netflix-, muchos se preguntaron dónde había estado Ana de Armas todos estos años; y la respuesta es: más cerca de lo que muchos creen.
Esta actriz de 34 años, nacida en Cuba y criada en España, participó desde su adolescencia en numerosas películas, muy diferentes entre sí pero igualmente llamativas. Muchas de ellas muy conocidas, aun cuando su participación haya quedado relegada a un segundo lugar.
Aquí, un recorrido por algunos de sus trabajos más destacados, para conocer más en profundidad el camino que la intérprete ha recorrido hasta convertirse en una de las grandes favoritas de la próxima temporada de premios.
El lado peligroso del deseo (2015)
Corría 2015, y luego de un exitoso paso televisivo por España, Ana de Armas buscaba la mejor manera de llegar a Hollywood. Por eso no dudó cuando le ofrecieron compartir pantalla con Keanu Reeves en esta película de suspenso y erotismo dirigida por Eli Roth.
Un hombre casado, que aprovecha la ausencia de su familia para darle refugio en su cabaña a dos adolescentes perdidas; lo que parece el comienzo de una noche hot se convierte en una pesadilla, que Ana de Armas tuerce a su favor para captar la atención de la platea a fuerza de pura sensualidad.
Manos de piedra (2016)
Para los boxeadores de ayer y de hoy, Roberto “Mano de piedra” Durán fue y es una leyenda. El panameño, que se retiró luego de un accidente automovilístico en Buenos Aires, se midió arriba del ring con rivales de la talla de Sugar Ray Leonard o Marvin Hagler, y su fama fue tal que trascendió la especialidad y llegó al cine.
En la película que cuenta su historia, Robert De Niro interpreta a su entrenador y Ana de Armas a su esposa, Felicidad Iglesias. Un salto cualitativo para la cubana, que se animó a un rol protagónico y cumplió.
Blade Runner 2049 (2017)
A pesar de que gradualmente su nombre comenzaba a aparecer cada vez más seguido en diarios y revistas, Ana de Armas todavía necesitaba una superproducción que la colocara directamente en tapa, y la encontró en la tardía secuela de Blade Runner dirigida por Denis Villeneuve.
La película no quedó en la memoria de casi nadie, pero la presencia de la actriz sí. Críticos y espectadores coincidieron que De Armas fue capaz de opacar a Ryan Gosling y a Harrison Ford; una tarea sencilla en cuanto al primero, pero todo un logro en relación al protagonista de la saga de Indiana Jones.
Entre navajas y secretos (2019)
Cambio de registro para la actriz. Esta vez se trató de participar de un experimento coral, que se apoyaba en una estructura clásica de misterio al estilo de las refinadas intrigas de Agatha Christie.
Entre navajas y secretos fue más allá de cualquier inspiración, y le brindó nuevos aires al género, gracias a un abanico de actores: desde Christopher Plummer a Chris Evans, pasando por Jamie Lee Curtis, Toni Colette, y por supuesto, De Armas. Una de las películas más atractivas e inteligente de los últimos años, de la que Ana se dio el gusto de formar parte.
Sin tiempo para morir (2020)
El anuncio de que Ana de Armas sería una “chica Bond” en Sin tiempo para morir ayudó a mitigar la noticia de que se trataba de la despedida de Daniel Craig como 007. Y aunque la participación de la joven se limita a menos de un tercio del metraje total, su papel de agente es totalmente convincente y seductor. Con pistolas, con ametralladoras, en ropa de fajina o vestido de fiesta, la cubana dejó su marca en la saga, rompiendo con el mito de que a los espías se los prefiere hombres.
El hombre gris (2022)
Como si se tratara de una extensión de su personaje en Sin tiempo para morir, la estrella volvió a la acción, esta vez como gran protagonista. El hombre gris es una aventura tan inverosímil como vertiginosa, donde tanto Ana como Ryan Gosling se la pasan corriendo de un lado para otro, matando gente y haciendo explotar todo lo que se les cruce.
La película no resiste mayor análisis que el de dejarse llevar por el sinsentido, y de paso disfrutar con la intérprete, a quien el papel le exigió entrenar más sus dotes físicas que actorales. Todo lo contrario a lo que ocurre en Rubia.
Aguas profundas (2022)
El camino de Ana de Armas antes de ponerse en la piel de Marilyn termina con Deep Water, película de suspenso que se estrenó directamente en plataformas sin pasar por el cine.
El nombre de Adrian Lyne fue hace tres décadas sinónimo de thriller erótico, gracias a la trifecta conformada por Nueve semanas y media (1986), Atracción fatal (1987) y Propuesta indecente (1993). Con ochenta años, el director decidió volver a las fuentes y pergeñó esta historia sobre una sensual mujer casada (De Armas) que tiene relaciones extramatrimoniales con anuencia de su marido (Ben Affleck). El resultado no tuvo tanta repercusión como el romance que ambos actores vivieron en el set, especialmente por lo mal que terminó, meses antes de que Ben volviera a la pasión por contrato con Jennifer López.