Yahoo Estilo Películas famosas que fueron mal interpretadas por el público
El cine está lleno de historias atractivas, personajes que desentrañar y mensajes. Hasta cierto punto, un director, escritor o incluso un actor, es en parte responsable por la forma en que se entrega esta información al público. Pero también hay que reconocer que la audiencia es la otra parte de la que depende que una idea sea comprendida. Algunos creadores son muy explícitos en lo que intentan contar y otros lo hacen de maneras más astutas e ingeniosas, porque después de todo también hay belleza en el acto de ir descubriendo las capas de un relato que habla sobre más cosas de las que se ven a simple vista.
No te lo pierdas: Películas sobre rupturas amorosas que te romperán el corazón
Sin embargo, en el camino encontramos casos en los que ese trabajo elaborado se pierde porque quien está del otro lado de la pantalla solo obtiene la información más básica de una producción y se pierde de todo lo que esta contiene en su interior. Las películas no son diferentes a otros tipos de información, así que pueden ser entendidas de diferentes formas y también ser malinterpretadas. Las intenciones de los realizadores a veces ni siquiera son descubiertas por una mayoría hasta que alguien más se las dice a otras personas y las invita a reflexionar sobre el asunto.
Algunas de las películas más famosas fueron completamente mal interpretadas. Para que esto suceda también hay razones como una pobre promoción, o porque fueron promocionadas de la manera equivocada, tal vez porque estaban muy adelantadas a su tiempo y solo fueron las generaciones posteriores las que pudieron disfrutarlo y entenderlo todo. Posiblemente su director o guionista hizo tan buen trabajo que sin querer terminó ocultando lo que trataba de decir al hacer que el aparente argumento central sea muy convincente. O tal vez la audiencia simplemente no entendió el punto, y aunque no todas las películas tienen un solo objetivo algunas interpretaciones pueden ser muy blandas o extremadamente locas.
Les sorprenderá saber que entre las películas que mencionaremos a continuación hay secuelas, clásicos antiguos y modernos, así como obras de directores reconocidos que no se salvaron de ver cómo sus historias fueron mal interpretadas.
Te recomendamos: Películas de ciencia ficción que solo la gente inteligente entiende
Tiene la apariencia de una comedia romántica tradicional, pero en realidad es bastante peculiar. La narrativa no lineal fue mucho para el público, quien se dejó llevar por el hecho de que la historia está contada desde el punto de vista de Tom (Joseph Gordon-Levitt), un chico que proyecta sus propias fantasías y deseos en Summer (Zooey Deschanel), y nunca está realmente interesado en su perspectiva. Los espectadores miraron esta relación a través de él y no esperan que termine porque están “obligados” a empatizar con él y verlo como víctima, con Summer como la villana. La verdad es que ella nunca le hizo creer algo que no era y le aseguró que no buscaba algo serio, pero él, un narrador poco confiable que idealiza a la chica, es un tipo que está bastante mal.
A Nightmare on Elm’s Street: Freddy’s Revenge
En ese entonces, y durante muchos años, la secuela del clásico pesadilla en la calle del infierno fue vista como un punto bajo de la filmografía del íconico personaje del cine de terror que protagoniza la historia. Eso quiere decir que durante todo ese tiempo la audiencia se fijó más en la superficie y no en el subtexto que tiene, el cual fue claramente puesto a propósito. Tal vez distraída porque evita en gran medida las conexiones y no muestra mucho respeto por las reglas establecidas en la cinta original, la audiencia se perdió de entender que esta es una película de transición que une al Freddy más crudo con el bromista de las películas posteriores, que también se relaciona con el subtexto queer de la historia donde se ve a un adolescente huyendo de su novia a los brazos de su mejor amigo; se encuentra en un bar gay, su entrenador es azotado… Nada de lo que hace el protagonista es heteronormativo y de hecho el primer encuentro de Jesse y Freddy es lo suficientemente sensual como para apenas disfrazarse de codificación queer. Tanto sus estrellas como el guionista luego dejaron claro que sabían lo que estaban haciendo.
Para cualquier película que combine géneros o rompa las reglas, la forma en que es promocionada tiene mucha influencia en su desempeño en la taquilla y por lo general puede perjudicarla. Su estudio decidió irse por el lado de explotar el protagonismo de Megan Fox y sacrificar la intención de su historia, donde se utiliza el horror y la violencia para empoderar a sus personajes, en este caso mujeres adolescentes, pero se comercializó de manera notoriamente incorrecta para centrarse en su atractivo sexual, ignorando por completo los temas feministas y las intenciones del guión de Diablo Cody y la dirección de Karyn Kusama. Su estado de culto moderno confirma que el público finalmente se dio cuenta y la considera por lo que en realidad es.
Diamantes para el Desayuno (88%)
A lo largo de las décadas, este clásico protagonizado por Audrey Hepburn ha sido visto más por el lado bonito y glamuroso que por lo que en realidad cuenta. Es cierto que sus temas han sido diluidos así que a diferencia de la historia original no es tan oscura, pero siguen ahí. Es fácil recordar a Holly Golightly con su icónico atuendo, pero es incluso más sencillo olvidar (o hacer como que no te das cuenta) que ella era una trabajadora sexual y que estuvo casada a los 14 años de edad. La influencia de los elementos de esta cinta en la cultura popular opacan todos los detalles que el público dejó pasar en su momento.
A simple vista un retrato a la toxicidad masculina y una celebración a la violencia que fue malinterpretada por un público que juraba que eso era lo que David Fincher trataba de contar. La historia va más allá puesto que el objetivo era el de mostrar de manera astuta cómo el consumismo afecta a las personas; es peor cuando al analizarlo un poco más te das cuenta de que el público dejó pasar muchos otros temas que también son interesantes. Esta película reflexiona en la fábula del sueño americano, su intención de ser un grito en contra del capitalismo y la desilusión de no poder disfrutar nuestro paso por el mundo. Todo fue ignorado en favor de la parte violenta de la cinta.
La vida de este ex-bróker y estafador generó mucha conversación desde su llegada a cines, en gran parte por la actuación de Leonardo DiCaprio en el papel de un hombre que vivía una vida lujosa a costa del dinero de otras personas. Podía hacer lo que quería, tener a las mujeres que quería, las drogas estaban a su alcance en cualquier momento… Al parecer para el público era muy divertido ser él y muchos lo celebraron en su momento. Sin embargo, la película muestra sus verdaderas intenciones cuando narra la caída de su protagonista, incluyendo violencia y agresión sexual, así como el costo para sus víctimas. Pero el final, con él fuera de prisión y dando conferencias como si nada, con una audiencia emocionada a más no poder, es el reflejo de la forma en que muchos tomaron la película y eso es bueno y malo a la vez, porque el filme exploró tanto sus aventuras y no la desgracia sufrida por otros, ocasionando que parezca una historia que exalta a un ladrón.
Le llovieron críticas por parte de la audiencia que solo la vio como una película llena de violencia y misoginia, ocasionando que esta adaptación falle en lo que realmente intentó ser: una burla a las masculinidades exageradas y el mundo de Wall Street. Aunque a simple vista puede tomarse como una celebración a las acciones de su intenso protagonista, el filme hace mucho más como una crítica al capitalismo y la obsesión por la riqueza a través de un hombre cuyas obsesiones han dañado su moral y su salud mental.
Continúa leyendo: Películas famosas que merecían ganar el Óscar
