Yahoo Estilo Penélope Cruz y Javier Bardem han conseguido lo que muy pocas parejas en Hollywood (aunque no ganen otro Óscar)
Una de las fascinantes aristas que tiene todo lo relacionado con el Óscar no es tanto el mérito de las películas nominadas en sus categorías, sino el tratar de predecir quién va a ganar y quién no va a ganar en esta competencia que ya suma 95 años.
En este caso, la sorpresa ha sido que Javier Bardem —que ya tiene un Óscar en la categoría de actor de reparto por su impecable trabajo como el sicario Anton Chigur en 'No es país para viejos' de los Coen—y su bella y elegante consorte, madre de sus dos retoños, Penélope "Pe" Cruz, chica Almodóvar par excellance desde hace 20 años, y que también ostenta un Óscar por una película del canceladísimo Woody Allen — 'Vicky, Cristina, Barcelona'—, hayan sido nominados. Ella a mejor actriz (inexplicablemente según algunos) por la más reciente cinta de Pedro Almodóvar, 'Madres paralelas', que no ha recibido muy buena respuesta de la crítica. Él por su interpretación de Desi Arnaz Jr. en la película 'Being the Ricardos'.
En realidad esta no es la primera vez que una pareja casada se presenta en competencia a la ceremonia, los Bardem-Cruz son la sexta pareja nominada en el mismo año, pero los primeros no estadounidenses.
Y llama mucho la atención cómo a pesar de ser unos pesos pesados de la actuación tanto en Europa como en EEUU, son el matrimonio más discreto posible (Penélope famosamente inicia sus entrevistas con la frase "Hola. No hablo de mi vida privada, ¿vale?". Así han mantenido una década de cero escándalo y muchísimos éxitos profesionales.
Estas nominaciones los ponen en compañía de grandes figuras de Hollywood como Richard Burton y Elizabeth Taylor (es imposible imaginar el zeitgeist de los 60 sin ellos casados y borrachos) que fueron nominados por sus actuaciones en la adaptación de Mike Nichols al brutal hit teatral de Edward Albee 'Who's Afraid of Virgina Woolf?' en 1967. Ella (que subió 15 kilos para su interpretación y se mantenía ebria casi todo el tiempo para "estar en personaje") ganó y él no, perdiendo ante el enormísimo Paul Scofield por su interpretación del mártir Tomás Moro en 'A Man for All Seasons' (que es, by the way, una película de visionado casi obligado para todo aquel interesado en la historia de la religión moderna) y Paul Newman y Joanne Woodward, quienes fueron nominados años después por 'Rachel, Rachel' (él en su debut como director y ella como actriz principal).
Bardem está de lujo como Desi Arnaz, el famoso músico y actor cubano que emigró a Norteamérica con su padre y se hizo una carrera tocando los bongoes para luego casarse con Lucille Ball y tener 20 años de una exitosa y borrascosa relación. Protagonista de 'Being the Ricardos', dirigida por Aaron Sorkin y coestelarizada por una radiante Nicole Kidman como Lucy (ella también está nominada), Bardem ofrece una actuación fresca y confiada, recreando y dando humanidad a un personaje interesantísimo que por años había sido tratado como un 'footnote' y aquí obtiene su lugar justo en la historia.
El español hizo un control remoto en el que agradeció la nominación, pero tan bien que iba cuando tuvo el desatino de decir que los personajes españoles nunca aparecen en películas de Hollywood y por lo tanto son minoría.
📺 TV en DIRECTO | Javier Bardem, tras su nominación a los Oscar: "Hablemos de las minorías españolas. ¿Cuántos personajes españoles hay en el cine internacional? Ninguno. Hay personajes latinoamericanos. Yo sé de lo que hablo cuando hablo de minorías" https://t.co/b4C1E0tZO2 pic.twitter.com/pRSeADlwpI
— EL PAÍS (@el_pais) February 8, 2022
En todo caso, todos los latinos somos minoría. Y de hecho los personajes españoles que aparecen (cuando aparecen) son en la mayor parte de clase media alta o profesional porque son europeos y no tienen el estigma que habitualmente cargan los personajes latinoamericanos.
Pero más allá de la metedura de pata causada por un chauvinismo entusiasta, Bardem ha demostrado que su brío por llegar lejos lo ha impulsado para llegar muy lejos.
El caso de Penélope es más controversial: está nominada en la misma categoría con Kidman, cuyo matrimonio con Tom Cruise en parte terminó por el fling que éste inició con Cruz en el set de 'Vanilla Sky' —y dio pie a uno de los divorcios más escandalosos de su época— y no solo eso, ambas compiten con esa fuerza de la naturaleza que es Olivia Colman y con la favorita popular, Kirsten Stewart, que se puso una peluquita de Diana Spencer e impresionó a casi todo mundo —aunque personalmente la encuentro tan plana como en Crepúsculo, solo que con acento aristocrático-.
El otro problema es que la nominación de Penélope dejó boquiabiertos a muchos, ya que se esperaba que Frances McDormand recibiera una por su impecable trabajo en 'The Tragedy of Macbeth', replicándose el irigote de 2011 cuando la fabulosa Tilda Swinton fue ignorada arbitrariamente por su actuación magistral en 'Tenemos que hablar de Kevin', para que se nominara a la consuetudinaria Meryl por su espantosa caricatura de Maggie Thatcher.
Como se sabe, el Oscar es un concurso de popularidad más que de calidad. No siempre gana el que debería sino el que gusta. Bardem claramente merece la nominación por su impecable trabajo, mientras que Penélope, que está bien en una película muy menor de Almodóvar (no falta quien diga que debió titularse 'Lesbianas instantáneas' debido a un giro argumental caprichoso e injustificado de una trama de por sí mal escrita) pero es claro que se encuentra ahí en una posición de compromiso de algún tipo (político, social, activista quizá) y no por el talento que la actriz tiene y que en esta película no brilló nunca. Sea como fuere, están los dos, la pareja más atractiva y mediática de España, en una terna que no cualquiera logra. Y eso es notable.
Seguramente, hace casi 30 años, en le set de 'Jamón Jamón' de Bigas Luna, donde se conocieron, ninguno imaginó eso. Ahora habrá que ver si logran hacer historia.
