Pep Guardiola y Cristina Serra: así han sido sus últimos (y agitados) meses antes de conocerse su separación

Pep Guardiola y Cristina Serra
Pep Guardiola y Cristina Serra (Getty Images)

Durante los últimos meses, Pep Guardiola se ha visto envuelto en una serie de polémicas a las que no nos tenía acostumbrados, además de vivir un profunda crisis de resultados con el Manchester City que nunca antes se había producido con él como máximo responsable del equipo. Ahora, tras conocerse el fin de su matrimonio con Cristina Serra -noticia desvelada por Mamarazzis (El Periódico)-, muchos se preguntan si esa situación a nivel personal terminó afectando al plano deportivo o provocó que el técnico catalán se comportara de diferente manera.

Pep Guardiola y Cristina Serra, en una imagen de archivo
Pep Guardiola y Cristina Serra, en una imagen de archivo (GTRES)

Precisamente, hay quien ve en todas esas controversias que han rodeado al entrenador como "señales de que algo no andaba bien" en su esfera íntima y privada, apuntan en medios británicos como elDaily Mail. Desde hacía un lustro, el técnico de 53 años y su esposa (52) vivían en países diferentes: él en Reino Unido por su trabajo al frente de los 'citizens', mientras que ella residía -y reside- en España en su casa de Barcelona junto a los tres hijos en común de la ya expareja: María (24), Marius (22) y Valentina (17).

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A pesar de la distancia, seguían juntos y eso se pudo comprobar durante las últimas celebraciones de Guardiola con sus futbolistas cada vez que conseguían un título. Así lo vimos el pasado mayo, por ejemplo, cuando conquistaron su cuarta Premier League consecutiva, un día donde la familia del legendario exjugador del FC Barcelona acabó saltando al césped del Etihad Stadium para festejar con él la hazaña. Un año antes, tras ganar la primera Champions con el City, para el recuerdo quedará siempre ese apasionado beso de Pep y Cristina delante de las cámaras en plena euforia.

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Momentos felices e inolvidables que, de un tiempo a esta parte, se han tornado en todo lo contrario para el laureado técnico de 56 años nacido en Santpedor. Sin duda, lo más preocupante fue cómo quedó su cara y parte de su cabeza, repleta de marcas y rasguños e incluso con sangre, tras las heridas que él mismo se infligió durante un partido en casa contra el Feyenoord holandés. Aquella noche, los suyos se vieron remontados tras malgastar una renta de tres goles, lo que hizo estallar a Pep y perder las formas hasta ese punto.

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Un extraño arrebato que él, con el rostro magullado, justificó después de forma irónica ante la prensa: que se lo había hecho con la uña del dedo porque le "gustaba" hacerse daño y autolesionarse. Antes y después de ese incidente, Guardiola ha protagonizado también varios enfrentamientos con aficionados tanto dentro como fuera del estadio, donde se le ha visto especialmente irascible o furioso con ellos. En una ocasión ocurrió cuando un fan del Liverpool le increpó por la calle, a lo que el entrenador se giró contra él bruscamente y tuvieron que sujetarle para no llegar a las manos.

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La otra escena cargada de tensión fue cuando dos chicos jóvenes le pidieron que les firmara unas camisetas, autógrafos que luego estos usan con un fin económico para vender dichas prendas en la casa de subastas eBay. Ocurrió cerca de su vivienda en Manchester, a lo que Pep -cuando los vio- les dijo que se volvieran a la escuela: '"No vengáis más, no os los diré más veces, me he quedado con vuestras caras", les espetó. Todo ello bajo una atmósfera nada favorable en el seno de su club, cuyo rendimiento había caído en picado y vivía la peor racha de su historia reciente, hasta el punto de lograr solo una victoria en doce partidos consecutivos.

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Un situación inédita para él en su impresionante carrera como técnico y que, según dijo, se veía "en soledad" para gestionarla e intentar sacarla adelante. A ello había que añadir el problema con algunos pesos pesados del vestuario, caso de Kyle Walker -quien le ha pedido poder marcharse- o el futuro incierto de estrellas como Jack Grealish y Kevin De Bruyne. Obstáculos en definitiva que poco a poco a ido salvando ya que los suyos empiezan a asomar la cabeza, mientras se asegura que su separación de Cristina Serra ha sido "amistosa y cordial".

(GTRES)
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Se conocieron en su juventud -allá por 1994- cuando ambos tenían 18 años, y se casaron dos décadas después en 2014. En realidad, su boda solo una manera más de festejar su relación puesto que ya llevaban mucho tiempo unidos y con tres hijos nacidos fruto de su amor. De hecho, los cinco habrían pasado juntos las pasadas Navidades, teniendo claro que -pase lo que pase- son y seguirán siendo siempre una familia que se respeta y se quiere por encima de todas las cosas.

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