Así son las personas controladoras ¿quieres saber si tú también lo eres?

Seguro que conocerás a alguna persona a la que habrás llamado en más de una ocasión 'controladora'. Esas formas de ser que parecen estar sometiéndote a un tercer grado, que quieren conocer cada detalle de lo que haces y que, probablemente, lleven un control exhaustivo de su propia vida. Quizá te ocurra a ti misma. ¿Qué es ser controladora? El psicólogo José Martín del Pliego (www.delpliegopsicologo.com) nos explica que la personalidad controladora "se caracteriza por la necesidad de tener un control estricto sobre la mayoría de los aspectos de la vida". Esta necesidad puede variar desde un estilo más ligero en el que tratan de no dejar nada a la improvisación hasta un rasgo más marcado en el que también necesitan que los demás hagan lo que ellos requieren.

El psicólogo abordará en esta entrevista la diferencia entre la personalidad controladora y la personalidad obsesiva, las posibles causas, cómo afecta a las relaciones personales y laborales, su impacto en la salud mental y las técnicas para tratarla. Además, nos explicará qué estrategias para manejar a una persona con este tipo de personalidad. También explorará la pregunta de si es posible cambiar la personalidad controladora y cómo se pueden evitar patrones de comportamiento controladores en uno mismo. Además, al final de este artículo encontrarás un test de personalidad para averiguar si tú también tienes este tipo de personalidad.

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¿Qué es la personalidad controladora y cuáles son sus rasgos principales?

Todos podemos tener la necesidad de control sobre el entorno para sentirnos seguros. En el patrón de conducta controladora, la persona intenta tener casi todos los aspectos de su vida bajo un estricto control. Esto es un espectro que va desde un estilo más ligero en el que tratan de no dejar casi nada a la improvisación, para sentirse mejor, a un rasgo más acusado en el que también necesitan que los demás hagan lo que ellos requieren, no tanto por manipulación, sino para sentirse más seguros.

Cerca de un 6% de la población general puede tener un problema importante de personalidad de este tipo. Es más común en hombres que en mujeres, pero a su vez es más habitual la presencia de ellas en consulta, dado que sienten que las interfiere más en su vida.

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¿Cómo se diferencia la personalidad controladora de la personalidad obsesiva?

La necesidad de control es uno más de los síntomas que sufre la persona con trastorno de personalidad obsesiva. Este patrón de conducta no es una enfermedad, es un estilo de ser poco adaptativo. Otros síntomas de la personalidad obsesiva serían la preocupación por el orden, el perfeccionismo, y la tendencia a la rigidez en su relación con los demás.

¿Cuáles son las posibles causas de la personalidad controladora?

El control sirve para que la persona sienta que todo está en orden. Y esto lo necesita porque de forma crónica hay una alerta interna que no se apaga nunca. Eso lo hace nuestra amígdala, una zona del cerebro que se encarga de activar las respuestas de alerta. En la historia del controlador hubo un momento, que puede ser tan antiguo que no se recuerde, que hizo que se llegara a la conclusión de que estar activado es necesario y como esto gasta mucho, el controlador trata de tener todo en orden para sentir cierto alivio.

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¿Cómo afecta la personalidad controladora a las relaciones personales y laborales?

Cuanto más rígidos somos, más nos cuesta adaptarnos a situaciones nuevas y personas diferentes que hagan cosas distintas a las que hacemos nosotros. En las relaciones informales, en nuestra relación cotidiana con los demás, el controlador se sentirá agobiado, se apartará o tratará de que todos hagan lo que él necesita para su alivio.

En lo laboral estarán revisando todo el tiempo el trabajo de los demás, no porque esté mal hecho, sino porque existe esta necesidad imperiosa de asegurarse de que todo está bien. Si el controlador tiene posición de mando, puede tener conductas similares al mobbing, y agotar emocionalmente a su empleado.

¿Cómo puede la personalidad controladora afectar a la salud mental?

Partimos de la base de esa alerta interna que les mantiene siempre en tensión. Eso hace que cuando ese control que necesitan lo pierden se desbordan las respuestas emocionales negativas, dando fuertes respuestas de ansiedad e incluso depresivas.

También es frecuente que en esa búsqueda de seguridad terminen con conductas de aislamiento social, buscando espacios que supongan calma para ellos, con los problemas que esto conlleva. El paso de los años no hace otra cosa que empeorar los síntomas.

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¿Es posible cambiar la personalidad controladora?

A veces los rasgos de personalidad que se sostienen toda una vida se hacen muy estables, pero sí es posible adquirir habilidades que permitan hacer que la persona sea más flexible. Eso lo conseguiremos trabajando sobre esa alerta interna que requiere el control para aliviarse de tal manera que la persona tenga que hacer menos esfuerzo en mantener ese control.

Algunas de las técnicas que mejor funcionan son las de liberación y procesamiento emocional. No tiene sentido trabajar con los pensamientos de una persona controladora, sino con aquello interno que los causa, y cuyo origen con certeza está siempre en algo de la historia personal o de sus relaciones de apego familiar.

¿Cómo se puede aprender a manejar a una persona con personalidad controladora?

Es distinto si es simplemente un amigo, una pareja o un jefe. En cualquier caso, si uno no quiere quedarse cada vez más “pequeño” ante sus demandas de control, hay que poner límites claros, no permitir que nadie se imponga, y hacerlo de forma asertiva. Son ellos los que se tiene que dar cuenta que tienen un problema que interfiere a los de su entorno, y se tienen que hacer cargo de lo que les pasa. De lo contrario, uno puede acabar como tantas familias cediendo a las necesidades del controlador.

¿Cómo se puede evitar caer en patrones de comportamiento controlador?

Si notamos que cada vez nos hacemos más “cuadriculados”, tal vez deberíamos salir de esa “baldosa” en la que vivimos. Para ello hay que intentar hacer cosas nuevas, alguna actividad diferente y tratar de conocer a gente distinta. No nos va a apetecer mucho al principio, pero nos va a permitir exponernos a un poco de estrés social que nos servirá para tener herramientas hábiles.

Y, sobre todo, manejar la emoción que te causa que los demás no hagan las cosas como tú requieres. Si vemos que se nos hace complicado hacerlo solos, se puede pedir la asistencia terapéutica de un profesional para que nos ayude.

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Test de personalidad controladora

Si después de leer este artículo sobre los rasgos de la personalidad controladora piensas que tú puedes serlo, te animamos a hacer este test creado por el psicólogo José Martín del Pliego.

También puedes hacer estos otros tests de personalidad: