El concurso de Steisy en 'Pesadilla en el paraíso' ha tocado fondo

Patricia Steisy en 'Pesadilla en el paraíso' (cortesía de Mediaset)
Patricia Steisy en 'Pesadilla en el paraíso' (cortesía de Mediaset)

Uno sabe cómo empieza en un reality, pero jamás cómo va a salir de él. Steisy, una de las piezas más fuertes de Pesadilla en el paraíso, parece haber haber tocado fondo, el subsuelo, me atrevería incluso a decir. Con su reciente nominación, sus días en la granja podrían estar contados, algo que, aunque no lo digan expresamente, los suyos agradecerían más de la cuenta por todo lo que rodea a la participante. La extronista de Mujeres y Hombres y Viceversa ha perdido por completo el control de la situación y el programa se le va de las manos. Sus últimas reacciones han generado dudas de si realmente debe continuar allí. Si me preguntan diría que, por su bienestar, lo ideal es que se fuese a su casa. Ya ha cumplido, y con creces.

Que quede claro que Steisy me parece una concursante de 10 en cualquier reality que se tercie. Nunca decepciona. Lo da absolutamente todo y más, no tiene filtros ni se ahorra en detalles, así que todo en ella es una especie de montaña rusa que siempre transmite adrenalina y estrés constantes. Pero, obviamente, estas explosiones de energía, unas veces más positiva que otras, también le dejan a uno desgastado. Sobre todo a ella. Y eso, con el paso del tiempo, pasa factura en todos los sentidos.

Esa es precisamente la etapa que está atravesando ahora mismo Steisy. Desde su llegada a Pesadilla en el paraíso ha sido la protagonista principal y no ha parado de serlo en dos meses. Eso tiene que ser agotador, pero con ella no puede ser de otra manera. Lo vive todo con una intensidad extrema y, aunque de primeras hace incluso gracia, al final drena a todos los que tiene a su alrededor. Incluso, me atrevería a decir, que también a la audiencia.

Lo que vivimos este miércoles en la gala dejó al descubierto el malestar de Steisy en términos personales. No está bien y se nota. La novia de Pablo no paró de llorar en todo el programa y estuvo en el centro de todos los saraos, peleas y demás situaciones desagradables del show. A eso hay que sumarle la nominación de sus compañeros, algo que ha terminado de romperla, pues, ironías del destino, resulta que su pareja de nominación no es otro que Dani, el que fuera su mejor amigo.

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Con ambos con las papeletas para salir a la calle, el reality vive su momento más tenso a la vez que más emocionante. ¿Quién iba a pensar ver a estos dos íntimos amigos, y algo más, frente a frente ante la expulsión? Steisy no pudo evitarlo y se convirtió en un mar de lágrimas pero, lo más curioso de todo, es que no sabemos bien por qué. Pudo ser por el orgullo de estar con un pie fuera, el verse junto a Dani en esta situación, el no ser la protegida de sus compañeros... La verdad es que no terminamos de entenderla, por mucho que nos guste.

Si analizamos su paso por Pesadilla en el paraíso es para volverse loco. Empezó siento un miura, un toro desbocado que se atrevía con todo. El primero Dani, a quien tiró los tejos, se insinuó, eso sí, pidiendo a permiso a su novio Pablo para llevárselo a la piltra, y dejó salir ese lado tan pícaro y salvaje que ya todos conocemos. Pero al ver el peligro de poder perder a su pareja y, sobre todo, sentir el dolor que estaba causando en él por su manera de coquetear con el que también fuera uno de sus mejores amigos, dio marcha atrás. Tardó, pero lo hizo después de dos toques de atención de su pareja.

Y ahí, al intentar controlarse y, en cierta manera, dejar de ser ella, es cuando creo que su reality se ha torcido. Para empezar, su relación con Dani ahora es de enemigos que se odian, no vamos a obviar que la entrada de Bea Retamal no le ha hecho ni pizca de gracia. Verles entre las sábanas, besándose y viviendo su tóxica y peculiar historia de amor, parece que no le ha sentado muy bien. Ella niega estar celosa por esa razón y asegura que su distanciamiento no tiene que ver nada con eso sino con el daño que hicieron a Pablo y su doble juego. Pero no es muy creíble. Sus palabras dicen una cosa, pero sus actos otras muy distintas. Cada vez que habla con él se convierte en un mar de lágrimas, algo no cuadra.

Pero volviendo a lo de de Bea y Steisy, aquello se ha convertido en un show, para mí, bastante patético de ver. Bea lo tiene claro, Steisy está celosísima. Algo que nadie termina de entender muy bien. Ella fue la que cortó en seco su relación con Dani para respetar a su novio que estaba sufriendo. Entonces, ¿por qué echarle en cara cómo es contigo de frío? Nada tiene sentido con la granadina, y ese malestar le ha agriado tanto el carácter que ya son peleas por todos lados y con todo el mundo. Enfrentamientos que ya pasan los límites del respeto por el tipo de palabras que se usan.

Tal es así, que este miércoles Lara Álvarez tenía que poner orden ante las expresiones usadas por Steisy. Vocablos grotescos y desagradables que es mejor no mencionar, pero que la presentadora sí decidió frenar. "Por favor, un poquito de orden. Cierto nivel, por favor, y educación", dijo Lara, visiblemente molesta pero siempre guardando las formas. Y es que, ese es el problema, si no se pone orden con Steisy, las cosas se descontrolan. Está tan fuera de control, que su relación con Israel, su supuesto mejor amigo, ha desembocado en una pelea monumental. La culpa fue una olla. Él tardó más de lo debido en fregarla y estalló la guerra. Steisy perdió las formas y echó por su boca sapos y culebras contra su colega.

Por esta, y por otras muchas razones que podrían tenerme aquí unos cuantos párrafos más, creo que es hora de que Steisy vuelva a casa. Sobre todo, por su bien personal. Hasta Pablo, su pareja, dijo en un momento de la gala que si la echaban estaría feliz porque volvería con él a casa y, de alguna manera, dejaría de sufrir tanto. Y no le falta razón. Por mucho que Nagore Robles haga campaña para que se quede por el juego y espectáculo que da, hay que saber cuando ya no se puede ni debe estirar más del chicle.

Steisy lo ha dado todo y no dudo que podría dar mucho más pero, ¿a qué coste? Cuando el paso por un reality se convierte en una pesadilla y sufrimiento constantes, es hora de hacer las maletas y saber decir adiós. No tengo muy claro qué va a pasar en esta nominación. Lo tiene muy difícil. Y no porque Dani sea un contrincante fuerte, pues la gente le tiene ganas, sino por sus propios actos. Steisy ha metido mucho la pata, va demasiado de víctima y la gente empieza a estar harta. La cosa está muy reñida y esta semana que tienen por delante es definitiva para ambos. Pero, sintiéndolo mucho por Steisy y por su propio bien, creo que su cometido ha terminado.

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