La película imposible de las directoras de 'Matrix' salvada por Tom Hanks
Las hermanas Wachowski lucharon contra viendo y marea para realizar una película abocada al fracaso.
Lana y Lilly Wachowski revolucionaron el cine a finales de los '90 gracias a su aclamada Matrix, la saga con la que rompieron expectativas al salirse del canon de los blockbusters con su ambiciosa trama y su acción icónica e inaudita. Cosecharon cifras millonarias y se abrieron hueco entre las cineastas más revolucionarias e interesantes de Hollywood, sin embargo, no se puede negar que más allá de este éxito su carrera ha sido una sucesión de tropiezos.
Meteoro, El destino de Júpiter, la cancelada Sense8 de Netflix o el batacazo de Matrix Resurrecciones lo ejemplifican a la perfección. Pero pese a no tener resultados en taquilla no se puede negar que su cine siempre se ha caracterizado por grandes ideas, por el empeño de romper esquemas y ofrecer experiencias que desafíen los estándares de la industria. Y creo que el mejor ejemplo es Cloud Atlas, la adaptación de la inmensa, ambiciosa e inabarcable novela de David Mitchell que estrenaron en 2012, por la que tuvieron que luchar contra viento y marea para sacarla adelante.
Cloud Atlas abordaba un conjunto de historias que transcurrían a lo largo de múltiples décadas desde la perspectiva de varios personajes, relatos sobre la conexión emocional a través del drama y la ciencia-ficción que por su ambición, su corte tan poco blockbustero o su alto desembolso económico parecía inviable que algún estudio decidiera llevarla a la gran pantalla. Pero las Wachowski se atrevieron.
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Un arduo trabajo de financiación
Todo comenzó cuando en 2005 estaban trabajando en V de Vendetta, la adaptación del cómic de Alan Moore donde ejercieron de guionistas y productoras. Durante las grabaciones, Natalie Portman, protagonista de la película, estaba leyendo en sus ratos libres la novela de Cloud Atlas, que había sido publicado el año anterior. Las cineastas se fijaron en el libro, la actriz se lo recomendó encarecidamente y se despertó el deseo de llevarlo algún día a la gran pantalla. Y este sueño no quedó en papel mojado.
Una vez terminaron de trabajar en Meteoro, las Wachowski se pusieron manos a la obra para realizar una película que ningún estudio quería financiar. Y es que hablamos de una historia que requería de múltiples localizaciones, un gran número de actores interpretando a varios personajes, muchos equipos de rodaje y una alta inversión en efectos especiales, lo que se tradujo en una estimación de presupuesto de 140 millones de dólares.
Era una cifra inmensa para una cinta que en el fondo no dejaba de ser un drama que se salía de los estándares del público. Evidentemente, nadie aportó esa cantidad, pero en lugar de rendirse intentaron buscar apoyos hasta debajo de las piedras. Se unieron así al director alemán Tom Tykwer, cineasta que, en pleno apogeo de las Wachowski con Matrix, también se ganó el respeto de la industria gracias a Corre, Lola, corre. Su intención era repartirse en varias unidades e ir rodando distintas secuencias a la vez para reducir tiempo y costes. Además, con la entrada de Tykwer, se abrió la puerta a la participación de productoras alemanas y a obtener ayudas por parte de instituciones europeas.
Productoras como A Company, ARD Degeto Film o X Filme se ofrecieron a trabajar en Cloud Atlas, el gobierno alemán les ofreció 20 millones de dólares, consiguieron el apoyo de fondos de inversión privados, se unieron a asociaciones como la Fundación de Cine y Medios NRW, coprodujeron con territorios asiáticos como Hong Kong o Singapur y obtuvieron 35,5 millones de la Unión Europea. Además, se estaba trabajando con la idea de que Natalie Portman, Tom Hanks, Halle Berry, James McAvoy e Ian McKellen protagonizaran la película, lo que indudablemente resultó atractivo para atraer dinero.
No obstante, las cantidades obtenidas en Europa y Asia seguían siendo insuficientes para alcanzar el presupuesto, por lo que las Wachowski se vieron obligadas a poner 7 millones de dólares de su propio bolsillo. Pero este seguía lejos de ver la luz. Por suerte, con casi toda la financiación conseguida, lograron que Warner Bros entrara finalmente a la película, aportara dinero, distribuyera Cloud Atlas en cines y motivara a otros agentes a poner su grano de arena. Pero la productora estuvo cerca de echarse para atrás y al proyecto le faltó poco para irse a pique de forma definitiva.
La reunión con Tom Hanks que salvó el proyecto
Así lo desvelaron las Wachowski y Tom Tykwer durante las entrevistas promocionales en 2012. Según contaron a Inquirer, el apoyo de Warner era clave para mantener muchos de sus acuerdos en el extranjero, y cuando aún seguían tratando de cerrar contratos con actores u otros inversores, recibieron una llamada del estudio comunicándoles que se bajaban de Cloud Atlas, que asumían que estaba destinada al fracaso. No obstante, este jarro de agua fría les llegó justo en el momento de entrar a reunirse con Tom Hanks, un encuentro que ató todos los cabos sueltos.
“Un gran ejemplo es que Warner Bros. nos ofreció este acuerdo nacional del que dependieron todos estos acuerdos en el extranjero. Estamos como, ‘¡Está sucediendo!’ Luego vamos a conocer a Tom Hanks y está muy emocionado. Estamos conduciendo para encontrarnos con él y practicando toda la coreografía para convencerlo de estar en la película sin dinero, porque no teníamos dinero”, contaba Lana Wachowski. “Justo cuando estábamos entrando, Warner Bros llama y, a través de nuestro agente, dice que miraron las matemáticas y decidieron que no les gustaba este trato. Estaban retirando todo el dinero, rescindiendo la oferta. Yo estaba temblando. Escuché: ‘¿Estás diciendo que la película está muerta?’ Dijeron: "Sí, la película está muerta", continuaba relatando.
Pero su reunión con Tom Hanks fue clave, puesto que el actor, muy interesado en la película y consciente de las dificultades que estaba pasando el proyecto, decidió aportar su grano de arena y subirse al carro. Y con una estrella de su talla confirmada de forma definitiva, desde Warner volvieron a ver viable sumarse a Cloud Atlas. “Estaba pensando: ‘Está muerta’. Y aquí está Tom Hanks, a quien ahora tenemos que convencer para que esté en nuestra película que ahora está muerta. Fue como, ‘Hola, bienvenido a nuestro barco que se hunde’”, seguía contando Lana. “Al final de la reunión, Tom dice: “Hagámoslo. Me apunto. ¿Cuándo empezamos?”.
La película salió adelante con un reparto conformado por Tom Hanks, Halle Berry, Hugo Weaving, Ben Whishaw, James D'Arcy, Susan Sarandon o Hugh Grant, aunque que se cayeron nombres importantes como el de Natalie Portman, la artífice de todo el proyecto. Se rodó entre Alemania, Escocia y España y sus grabaciones tampoco estuvieron exento de problemas, ya que Halle Berry se rompió un tobillo y hubo que reorganizar el calendario.
Con lo ajustados que iban de presupuesto, fue todo un quebradero de cabeza. Además, Warner exigió que el metraje no podía exceder los 150 minutos de duración, pero tras terminar de rodar y montar este alcanzaba casi las tres horas. Por suerte, el estudio finalmente accedió a estrenar la versión íntegra de 176 minutos, aunque sus peores pronósticos se cumplieron.
El fracaso de 'Cloud Atlas'
Tras esta odisea, Cloud Atlas se estrenó en 2012 con una reacción muy fría por parte de la crítica y público. En webs como Metacritic obtuvo una floja media de 55/100 y en taquilla solo recaudó 130,5 millones de dólares, cifra que ni siquiera alcanzaba el coste de la película. Al final, bien era cierto que una producción tan ambiciosa, con tantas historias, personajes y un enfoque íntimo que se aleja de la épica y acción que el espectador espera de las creadoras de Matrix, era una idea desproporcionada.
Pero, a título personal, considero que Cloud Atlas es otra gran obra maestra de las Wachowski, un relato que te hace conectar y emocionarte como pocos otros. Su exploración de la humanidad y de nuestras conexiones emocionales, su planteamientos filosóficos y existencialistas, su crítica al capitalismo, su espectacularidad visual o ese canto al amor y a la libertad, construyeron la que recuerdo como una de las mejores experiencias vividas en una sala de cine. Y es una película a la que me encanta regresar con frecuencia.
Además, creo que es la producción en la que las Wachowski depuraron su estilo cinematográfico, donde se percataron de que su esencia va más allá del mero envoltorio de la acción y los efectos especiales, que debían lanzarse a explorar las líneas sentimentales que siempre han rodeado sus historias. Quedó claro en Sense8, cuando volvieron a recurrir a personajes conectados y a la ciencia-ficción para hablarnos de la diversidad, el amor o la humanidad. Pero más todavía en Matrix Resurreciones, donde Lana Wachowski derribó los mitos en torno a su saga estrella, cargó contra Hollywood y la explotación des sus franquicias y dejó claro al mundo el auténtico alma de su cine.
Si quieres disfrutar de 'Cloud Atlas', la tienes disponible en Prime Video.
Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine 54.
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