Pulgas de arena, el bicho que te puede picar en la playa y pasa desapercibido
Ahora que podemos estar al aire libre disfrutando de la naturaleza y caminar por la orilla del mar, conviene saber qué podemos hacer para evitar volver a casa con picaduras de 'piojo del mar', sobre todo si eres fan del buceo o la pesca
Estos diminutos crustáceos conocidos como pulgas de playa, de arena o piojos marinos son isópodos (cochinillas) que pueden medir hasta 4 centímetros en algunos casos. La mayoría de crustáceos anfípodos (orden Amphipoda) que viven en el agua son depositados constantemente sobre la arena con la marea y mueren rápidamente al secarse.
Sin embargo, esta especie de crustáceo anfípodo de la familia Talitridae también puede resistir largos períodos fuera del agua y pueden permanecer viviendo en la arena, incluso hay especies completamente terrestres. Además, cuando se cree en peligro o se le molesta, la pulga de playa da grandes saltos, por lo que podría llegar a subirse a la ropa o las toallas y de ese modo, irse a casa contigo.
Es un organismo importante a nivel ecológico
Tienen el cuerpo aplanado y sin espinas laterales y la cabeza unida al primer filamento del tórax. Estos animales cuentan con unas pequeñas antenas, de forma redondeada y no muy alargada que utilizan para orientarse. Además, poseen unos dientes diseñados para morder a aquellos depredadores que quieren perturbar su espacio o que pueden utilizar para cazar.
De hecho, son muy necesarios para la limpieza de los mares. Es generalmente parásita de peces y suele afectar a la población de salmón y truchas de mar. El ‘piojo de mar’ crece bien en aguas cálidas del océano y mueren inmediatamente después de una exposición al agua dulce. Se alimentan de las mucosas, piel y la sangre de los peces marinos.
Su picadura produce, en los casos normales, quemazón, picor e hinchazón de la piel. En Galicia, donde abundan estas pulgas en los arenales, son tradicional e históricamente inofensivos.
Estos diminutos piojos son además difíciles de encontrar en el mar ya que cuando están en el agua activan un peculiar sistema de camuflaje a partir del cual se pueden hacer casi invisibles. Incluso pueden meterse entre la ropa de baño y el neopreno de los buceadores y windsurfistas.
En caso de reacciones graves, los síntomas de las picaduras de piojos de mar pueden incluir fiebre, dolor de cabeza, náuseas y vómitos.
Más vale prevenir...
Además del protector solar no olvides aplicarte, sobre todo en las piernas, un repelente de insectos en aerosol o en crema.
Camina calzado por la arena y en lugar de tumbarte directamente en la arena, coloca un esterilla bajo la toalla o hazlo en una hamaca.
Evita las horas de la puesta/salida sol. Las pulgas de arena suelen ver en gran cantidad al amanecer y al atardecer, ya que salen a alimentarse durante la noche.
Sacude bien la ropa al salir de la playa.
Revisa las sábanas. Puede que hayas traído algún visitante en la zapatos o la cesta de la playa sin darte cuenta.
Cómo identificar su picadura
A veces es complicado distinguir entre las picaduras de pulga y las de otros insectos. Las de las pulgas de arena dejan un pequeño bulto con un punto en el centro, y se caracterizan por presentar un sangrado fácil ante el rascado (de hecho es frecuente encontrar restos de sangre en ropa o sábanas) y por estar dispuestas en hileras, dado que estos seres tienden a ir desplazándose en distintos puntos para picar en vez de centrarse en una única área.
Si te pica, no te rasques y aplica una loción de calamina, que proporciona un alivio inmediato ante las picaduras de insectos, y también es eficaz para las picaduras de las pulgas de la arena. En los casos de alergia el uso de antihistamínicos ayudará a reducir los síntomas.
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