El policial negro protagonizado por Benicio del Toro y Alicia Silverstone que tiene más vueltas de tuerca que sospechosos

Benicio Del Toro y Alicia Silverstone como el matrimonio Nichols en Reptiles, de Netflix
Benicio Del Toro y Alicia Silverstone como el matrimonio Nichols en Reptiles, de Netflix - Créditos: @DANIEL MCFADDEN/NETFLIX

Reptiles (Reptile, Estados Unidos/2023). Dirección: Grant Singer. Guion: Grant Singer, Benjamin Brewer, Benicio Del Toro. Fotografía: Mike Gioulakis. Música: Yair Elazar Glotman. Edición: Kevin Hickman. Elenco: Benicio Del Toro, Justin Timberlake, Eric Bogosian, Alicia Silverstone, Domenick Lombardozzi, Frances Fisher, Ato Essandoh, Michael Pitt, Karl Glusman, Mike Pniewski, Matilda Lutz. Duración: 136 minutos. Disponible en: Netflix. Nuestra opinión: regular.

En cuestiones artísticas, para trascender cuando la vara está baja suele haber dos caminos: elevarla bruscamente para quedar en la historia, o planear por arriba de la media y salir indemne. Reptiles elige el segundo camino aunque, eso sí, en el convencimiento de estar marcando un antes y un después.

Con tono pretendidamente solemne y ritmo aletargado, el film de Grant Singer (director formado en el videoclip) sigue al veterano detective Tom Nichols (Benicio Del Toro) mientras investiga el asesinato de una agente inmobiliaria (Matilda Lutz) y lidia con la desesperación del marido de la víctima, Will Grady (Justin Timberlake). Conforme avanza el caso aparecen pruebas a cuentagotas que no solo enrarecen la investigación, sino que se diseminan como esquirlas rozando prácticamente a todos los personajes destacados. Nichols, además, debe lidiar con los celos que siente por la cercanía de su mujer (Alicia Silverstone) con un hombre que está haciendo arreglos en su casa.

Todos estos elementos se entrecruzan una y otra vez, como si el guion no confiara en sí mismo y se viera necesitado de ofrecer un sinfín de giros para proteger la identidad del o los culpables. Y es en ese ir y venir sin rumbo fijo cuando Reptiles se vuelve cada vez menos atractiva. Luego de un primer tercio donde se tiene la posibilidad de conectar con el lado oscuro y las contradicciones de los personajes, la película se concentra en Del Toro (y en menor medida, en Silverstone), dejando al resto en un limbo del que solo salen cuando algún golpe de efecto lo requiere. Luego será más o menos lo mismo de siempre, convicciones que no son tales, verdades que resultan ser mentiras y un desenlace que no termina de sorprender, ni tampoco de conformar.

Para encontrar los verdaderos méritos de este thriller policial hay que hilar un poco más fino. Siempre es de celebrar la economía de recursos de Benicio Del Toro para mostrar las inseguridades de su personaje. Casi sin palabras, con una mirada o gesto, ropa oscura y pelo engominado, el actor logra dotar a su Tom Nichols de los matices necesarios para empatizar inmediatamente con él y su drama. Lo mismo sucede con Alicia Silverstone, a quien le bastan unas pocas escenas para construir una esposa fuerte, y a la vez simpática y seductora. En las escenas que comparte el binomio están algunos de los mejores momentos de la propuesta.

La dirección de fotografía es uno de los puntos fuertes de la propuesta
La dirección de fotografía es uno de los puntos fuertes de la propuesta - Créditos: @Kyle Kaplan/Netflix

Vale destacar también el trabajo de fotografía, con sus ocres, sus claroscuros y su lograda sordidez, correspondiendo a lo que requiere la historia en cada momento. Punto a favor también para el elenco secundario (entre los que se encuentran Eric Bogosian, Frances Fisher y Michael Pitt) quienes hacen lo mejor que pueden con un guion que les juega en contra.

Si fuera la adaptación de una novela, se podría decir de Reptiles que faltó trabajo en la conversión entre formatos. Como no lo es, alcanza con señalar que en su prólogo se presenta como la quintaesencia del policial negro, y para cuando el espectador se da cuenta de que esto no es así, ya es demasiado tarde.