Poncho de Nigris y su idea absurda de que fue discriminado por ser musculoso, pero se aguantó

Poncho de Nigris. (Getty Images)
Poncho de Nigris. (Getty Images)

Poncho de Nigris decidió entrar a la discusión sobre Sonora Grill y los actos de racismo que han sido denunciados a través de diversos testimonios en redes sociales. El conductor de televisión dijo que en el pasado él mismo ha sido víctima de discriminación en algunos establecimientos. Los motivos dejaron boquiabierto a más de uno. "Siempre ha existido el racismo cadenero solo que ahora la generación de cristal les duele todo. A mi me negaron las entrada a un antro porque estaba muy mamado. Eran otros tiempos", publicó de Nigris en su cuenta de Twitter.

Desde luego, no faltaron las reacciones críticas ante su aseveración. "Que tu generación haya sido tibia y agachona no significa que las nuevas generaciones tengan que ser iguales", fue una de las respuestas principales del tuit. Obviamente, diversos usuarios le hicieron ver lo absurdo de su testimonio. "¿Alguien quiere pensar en los mamados?", "Me negaron la entrada a un antro por estar muy mamado y otras batallas lamentables en la vida de Poncho de Nigris". Después de ver el revuelo que sus opiniones causaron, de Nigris optó por anunciar que visitará Sonora Grill este fin de semana y hasta lanzó una recomendación culinaria a sus seguidores.

La queja expresada por de Nigris es, en realidad, un capítulo más de la clásica serie "Cómo hacer que todo se trate de mí". En primer lugar porque, en vista de la concepción que tiene de racismo, no entiende de qué está hablando. Ni tampoco comprende todo lo que se esconde detrás de segmentar personas en un restaurante. Comparar su caso, que aún si se diera por verídico estaría a años luz de ser racismo, simplemente suma una raya más al tigre de la discriminación en México: en diversos sectores, se sigue pensando que denunciar equivale a ser "de cristal". Esa mentalidad, que tiene en personajes como de Nigris a voceros de primer nivel, aleja el problema de su centro de gravedad y lo dispersa hacia cualquier lado.

Si lo que se está evidenciando es un problema real, que ya no resulta sorpresivo para nadie, ¿por qué tratar de restarle importancia a través de experiencias superficiales que ni siquiera guardan un grado mínimo de correlación? No faltan quienes le da la razón a Poncho: que antes aguantaban todo, incluso la discriminación, porque como buena "generación de cemento" aprendieron a agachar la mirada cada vez que alguien los humillaba. Curioso pero es así: esta discusiones casi siempre sirven para que la gente presuma los maltratos que sufrieron en el pasado y hasta se digan nostálgicos de esa época. Queda claro que gente necesitada de atención ha existido en cualquier época.

En lo que respecta al caso de Sonora Grill, las personas que defienden los abusos, el racismo y toda forma de discriminación han sugerido que se trata de victimismo. Para ellos resulta así de sencillo. Les sirve para darse palmadas en la espalda: si alguien tiene la osadía de intentar explicarles su pésima interpretación de los hechos, acudirán al cajón de ejemplos de "discriminación" que han recolectado en sus andanzas por la vida. Los restaurantes y demás comercios que segmentan a sus clientes podrán estar tranquilos, pues siempre habrá enajenados que encuentren el modo no sólo de justificarlos sino de promocionarlos.

Ya ni hablar de cómo el color de piel influye en las oportunidades laborales que tiene una persona y la forma en que eso permite que el ascensor social se reserve el "derecho de admisión". Solo por citar un ejemplo de las consecuencias del racismo sistémico. Porque ese el verdadero problema, pero ese debate queda muy lejos para aquellos que, como Poncho de Nigris, creen que todo se trata de una cuestión de sensibilidad afín a las nuevas generaciones.

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