Por qué Circuit es para muchos gays el momento más esperado del año: “Se trata de poder ir de la mano sin que nadie diga nada”

Olvida por un momento los datos económicos (no hay artículo sobre el festival estos días que no empiece así), porque Circuit es mucho más que eso para nosotros, y la verdad sea dicha, a veces nos gusta ser algo más para la prensa que una forma de hacer sonar la caja registradora. Pero no hace falta abandonar los números, piensa más bien en los miles de gays que poblarán Barcelona estas próximas dos semanas en busca de las vacaciones más ansiadas del año, en los miles de amigos que se reencontrarán, que se conocerán, y por qué no, que se enamorarán (doy fe de que te puedes ir de aquí con novio), y en las incontables anécdotas que se sucederán una tras o otra y que pasarán a formar parte de los recuerdos de tantas personas. Hablando claro, Circuit es un éxito porque la gente tiene la garantía de que se lo va a pasar increíblemente bien.

¿Y cómo se logra algo así? Los organizadores y la ciudad también tienen motivos para estar contentos, habrá decenas de miles de entradas vendidas para fiestas de todo tipo pero siempre con un denominador común, la calidad, y como se acercan las dos semanas de mayor concentración de turismo LGTBQ para la ciudad condal, nos podemos imaginar la cantidad de reservas que se hacen desde todos los puntos del mundo imaginables y por imaginar, y del gasto que ello conlleva.

Ya se nota en el ambiente, las camisetas son ciertamente más coloridas de lo habitual, los shorts un poco más cortos (si cabe), y la playa de la Mar Bella está tan concurrida como la rambla un sábado por la tarde. ¿Por qué? Porque es la preferida de los gays, y a principios de agosto Barcelona es la ciudad más gay del mundo.

“¿Por qué se limitan a una zona de la playa?”, me decía una amiga el otro día. “No entiendo esa discriminación”. “No se limita”, le digo yo, “puedes estar dentro de esos límites o fuera, no es una imposición, es una marca, un aviso, allí saben que van a estar entre amigos, saben lo que tienen en común con el resto de los visitantes de esa zona de la playa, es una invitación, no una prohibición”. La bandera del arco iris nunca excluye, sólo invita e incluye. Allí todos son bienvenidos. Esa es la magia de la camaradería gay. Con Circuit pasa lo mismo, y por eso nunca dejará de haber esta clase de festivales, ni celebraciones del Orgullo LGTBQ, por todo el mundo. ¿A que nadie cuestiona la existencia de los Juegos Olímpicos? ¿Ni la feria de Sevilla? ¿Ni el Mobile World Congress? ¿Ni Cocahella? A todos, sea para trabajar o para divertirnos, nos gusta estar entre los nuestros de vez en cuando. Y si a alguien le parece que la comparación con un congreso es una locura, es que nunca ha oído hablar del "gay networking".

Y por todos estos motivos Circuit debe haberse convertido en el festival gay más grande y famoso del mundo (no lo digo yo, las cifras hablan por sí solas). Allá donde he estado de visita o donde he vivido (y ya son muchos años viniendo incluso antes de que su fama fuera masiva), a todos los gays que conozco les parece de una suerte inmensa haber podido hacer durante tantos años el sencillo trayecto Madrid-Barcelona y poder disfrutar de unos días combinando tranquilidad y diversión con mis amigos, y cómo no, haciendo nuevos por el camino.

Si me lo dice alguien de Londres, de Miami o de Tel Aviv, no es que ansíen ir porque en su ciudad de origen no tengan una buena alternativa, sino porque saben que en Circuit combinan una ciudad abierta al mar y con buen tiempo, con las mejores fiestas. Lo realmente especial es cuando te habla de tu suerte alguien que viene de Rusia, de los estados interiores de EEUU, o de algún que otro país de Sudamérica. Ahí es cuando te tocan la fibra sensible y cuando te das cuenta de la suerte que tenemos aquí. “Nosotros llevamos años viviendo juntos, es como si estuviéramos casados, pero las únicas dos semanas del año durante las cuales podemos ir dados de la mano por la calle sin sentirnos amenazados son estas dos, imagínate entonces cuánto amamos venir a Barcelona cada mes de agosto”, me contaba una pareja de chicos rusos a la que conocí el año pasado y cuya experiencia me impactó. “Si a eso encima le añadimos el hecho de que de todos los festivales gays que hay por el mundo, este es uno de los que mejores precios tiene en sus entradas, es imposible no venir, por no hablar de lo acogedor que es este país con cualquier visitante, sea o no gay”.

Este año el pistoletazo de salida lo da además alguien que no sabemos si se pasará por alguna de las fiestas de Circuit o no, pero que no pudo elegir mejor fecha para aterrizar en el Estados Olímpico de Barcelona y dar un concierto ante, nos atrevemos a decir, un porcentaje bastante algo de los que a su vez asistirán a Circuit: Beyoncé. Poco después de que finalice su concierto, que confirma a la ciudad catalana una vez más como la metrópolis española a la que venir a ver giras internacionales, dará comienzo la segunda fiesta del festival, Beyond, importada directamente desde Londres.

¿Y qué no hay que perderse durante estas dos semanas que para tantos pasarán volando? La planificación es clave para no perderse los mejores eventos. Yo por mi parte me decantaré este viernes por KLUBBERDOME, comandado por el celebérrimo DJ israelí Offer Nissim (una rareza en el mundo de los DJs centrados en el público gay, pues lo mismo pincha uno de sus éxitos junto a Maya Simantov que el “Te Estoy Amando Locamente” de Las Grecas).

Llegado el fin de semana me parecería una locura no ir a ambas fiestas (día y noche) del sábado o del domingo, en ambas ocasiones lo que tiene lugar durante el día es una “pool party” (una opción imperdible en verano) y por la noche el sábado se desarrolla THE WEEK (una fiesta brasileña) y el domingo FOREVER TEL AVIV (importada desde Israel).

La reina de la pista, la grandiosa WATER PARK, es la fiesta que todo LGTBQ debería vivir al menos una vez en la vida. Se celebra en un parque acuático tomado totalmente por la organización de Circuit en el que se puede disfrutar de todas las atracciones de agua como se haría en cualquier día (aunque en relativa mejor compañía, para qué nos vamos a engañar), y cuyo plato fuerte es un escenario en plena piscina de olas dese el que disfrutar de las sesiones de los mejores DJs que acudirán al festival. Llegado el final de la fiesta diurna, una exhibición pirotécnica pone punto final a WATER PARK DAY para dar el relevo a WATER PARK NIGHT, en un recinto contiguo.

Si aún no tienes entradas, la pulsera aún sale a cuenta a los más enérgicos. Si no, lo recomendable es comprar las entradas anticipadamente, para evitar angustiosos colapsos en las entradas de las fiestas.

Una anécdota divertida, sólo una balada sin remezclar tiene cabida en Circuit, y es durante los fuegos artificiales que acabamos de mencionar, el año pasado la afortunada fue, y algunos ya lo habíamos anticipado, “Love Me Like You Do” de Ellie Goulding. ¿Cuál será la de este año? Repetirá Beyoncé (quien ya sonó con “I Was Here”) con “Runnin’” aprovechando que está tan de actualidad y de hecho inaugura la semana con su concierto? La experiencia nos dice que tiene que ser una balada potente, no vale el “7 Years” por mucho éxito que haya tenido. ¿Sabéis lo que haría yo? Aprovechar que Celine Dion se ha convertido en la it-girl del momento y chutar ‘My Heart Will Go On’ para dejar a todos los asistentes con la lágrima en el ojo. Tomad nota, organizadores del Circuit, si aún no lo teníais claro.

Y tú, ¿qué fiestas no te piensas perder? ¡Allí nos vemos!


Circuit Festival Barcelona tiene lugar cada año durante la primera quincena de agosto, este año entre el 2 y el 14. Tanto las entradas individuales como la pulsera que da acceso a todas las fiestas se pueden adquirir aquí.

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