Por qué tus piernas y tobillos tienen este aspecto

Tomar esto (antes de ponerte a dieta) podría evitarlo y conseguir que esta vez sí pierdas esos kilos de más

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Piernas y tobillos hinchados son síntoma de un problema oculto relacionado con esos kilos de más: la retención de líquidos. (Foto: Getty Images)

¿Eres de los que prueba cualquier método nuevo con tal de adelgazar pero al final no consigues deshacerte de esas lorzas que se han hecho fuertes en tus muslos, nalgas, vientre o cintura? Puede que no lo sepas, pero resulta que la razón por la cual no adelgazas es así de sencilla: porque siempre lo has hecho mal.

Antes de cualquier régimen alimenticio hay un paso previo que no te debes saltar. Para empezar una dieta de control de peso es necesario llevar a cabo una limpieza y depuración interior. Esta es la clave para ayudarte a alcanzar tus objetivos.

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Dejar de comer no es la solución, tienes que cambiar de hábitos. (Foto: Getty Images)

Y es que, en ocasiones, no se trata sólo de combatir unos cuantos kilos de más sino que hay otro problema aleatorio que lo complica: la retención de líquidos.

Es una situación común, que si bien no representa necesariamente un riesgo para la salud, resulta muy molesta y hace que muchas mujeres se sientan hinchadas e incómodas. Se trata de un trastorno metabólico bastante habitual que se traduce en un aumento de volumen causado por fluidos atrapados en los tejidos del cuerpo.

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Cuando el problema es el volumen y no los kilos es que hay un fallo en la alimentación. No beber lo suficiente es un error de principiante. (Foto: Getty Images)

Se caracteriza por la acumulación de agua y de otras sustancias en el organismo. Cuando estos líquidos quedan atrapados en los tejidos pueden provocar inflamación en las piernas (creando celulitis), los tobillos, abdomen u otras partes del cuerpo.

Los factores que influyen en la retención de líquidos son los problemas circulatorios, el retorno sanguíneo y linfático, que empuja el líquido hacia el interior de los tejidos, una mala alimentación rica en sodio y grasas, y el consumo de alcohol o toxinas principalmente.

Este es el motivo principal por el que los expertos recomiendan que siempre que comencemos una dieta, tomemos un drenante para estimular las funciones hepáticas, movilizar y eliminar líquidos, activar la circulación sanguínea y linfática y eliminar residuos.

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Si consumes pocos líquidos obligas a tu organismo a ‘retener’ todo lo que consumes sea o no bueno para tu salud. (Foto: Getty Images)

De este modo, la dieta tendrá mejores resultados y el resto de productos que se pueden tomar como quema grasas, saciantes o bloqueadores de hidratos de carbonolípidos, tendrán un efecto mayor.

Uno de los productos más novedosos es el jarabe DrenaGensi, de Laboratorios Gensi, que contiene plantas que poseen un efecto diurético y que mejoran la circulación sanguínea, como la alcachofa, el diente de león y la cola de caballo.

“Hay diferentes formas de combatir este proceso de acumulación de líquidos, por supuesto la principal es cambiando los hábitos de vida, y llevando a cabo una dieta baja en sodio y grasas, pero podemos acompañar este plan de alimentación con el jarabe DrenaGensi, que ayuda a movilizar líquidos y eliminar toxinas”, sostiene Silvia Gómez, CEO de Laboratorios Gensi.

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Deberías escuchar a tu cuerpo y aprender a identificar lo que necesita (tu estómago, tu piel, tu pelo y tus uñas te darán muchas pistas) en vez de fijarte tanto en lo que marca la báscula. (Foto: Getty Images)

Este tipo de ‘bebidas’ nos ayuda a sudar y a expulsar las toxinas, a mejorar la circulación sanguínea en general y a estimular la función hepática, todo ello acompañado de vitaminas con acción antioxidante (A, C y E) y un prebiótico que mejora nuestra flora intestinal y la absorción de nutrientes. Además no contiene gluten ni colorantes artificiales o conservantes.

Los más adecuados son los productos como este que incorporan plantas como cola de caballo o diente de león que favorecen el drenaje de los líquidos corporales retenidos. Puedes preguntar en la farmacia por otras combinaciones naturales y sabores que te gusten para que te resulte más fácil tomarlos. Hay muchos tipos de complementos como Turboslim Drenante, de Laboratorios Forté Pharma.

Pero dicho esto me gustaría reflexionar un momento sobre el tema. Lo que te acabo de contar es una opción más para cuidarte pero no es un producto milagro ni un dieta ‘de moda’. Simplemente se trata de alternativas a valorar (junto con tu médico) en función de tu situación y estado de salud porque una cosa es querer perder 3 o 4 kilos y otra tener un problema de obesidad con patologías graves asociadas.

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La clave es seguir una dieta rica en fibra, frutas, verduras y cereales; así como reducir al mínimo el consumo de sal para retener menos líquidos. (Foto: Getty Images)

Digo esto porque muchas personas siguen las dietas ‘de moda’, ilusionados por la información y los testimonios de personas famosas, pero las consecuencias adversas para la salud de este tipo de dietas son obvias y diversas “ya que pueden provocar deficiencias de proteínas, vitaminas y minerales por la falta de consumo de los alimentos y producir efectos psicológicos negativos”, nos cuenta la Dra. Irene Bretón, del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).

En este sentido, desde un punto de vista práctico, podemos clasificar las dietas ‘alternativas’ en el tratamiento de la obesidad en tres categorías:

  1. “Dietas pintorescas” serían aquellas que no pretenden seguir ninguna teoría científica, sencillamente, intentan convencer de la facilidad para llevarlas a cabo y su eficacia. Por ejemplo, la dieta de la sopa, la de la alcachofa, la del limón etc.

  2. “Dietas especiales” que no siguen las recomendaciones habituales de una dieta hipocalórica equilibrada, pero que, en determinadas circunstancias y con una indicación y un control del tratamiento por un médico especialista, se pueden emplear en pacientes concretos.Es el caso de las dietas de muy bajo contenido calórico.

  3. “Dietas pseudocientíficas”, aquellas que pretenden basarse en fundamentos científicos, pero que no está comprobada su eficacia o seguridad. Por ejemplo, la dieta Dukan o la dieta disociada.

“La mayor parte de las personas que siguen estas dietas pierden peso al inicio, pero luego lo recuperan en poco tiempo. En general son dietas monótonas que pueden ser deficitarias en nutrientes esenciales. Y, por supuesto, no están exentas de otros riesgos, como deshidratación, estreñimiento, hiperuricemia, etc.”, señala la Dra. Bretón.

Para que el tratamiento de la obesidad, lo ideal es seguir una dieta hipocalórica, y equilibrada que se adapte a las circunstancias particulares de cada uno. Para que sea duradero es indispensable que las pautas de alimentación de adapten a las características y al tipo de vida de cada persona.

“En primer lugar, debe aportar, como es obvio, una cantidad inferior a las calorías que consume la persona (pero aportando los nutrientes esenciales y manteniendo un equilibrio entre los distintos macronutrientes). Este déficit calórico es el responsable último de la pérdida de peso. En general, se aconseja un aporte de entre 500-1.000 kcal inferior al consumo energético”, apunta la Dra. Bretón.

Teniendo esto claro, luego ya se puede recurrir a otra serie de medidas complementarias que incentiven el efecto de la dieta como es el caso de los drenantes.

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