Los porteños y el matrimonio: ¿a qué edad se están casando las mujeres y los varones?

Si bien la edad al primer matrimonio aumentó en ambos sexos, la diferencia de edad entre ambos se mantiene
Si bien la edad al primer matrimonio aumentó en ambos sexos, la diferencia de edad entre ambos se mantiene - Créditos: @Emiliano Lasalvia

Con el paso de los años, los hábitos y las costumbres de las nuevas generaciones van cambiando. Y uno de los cambios que se acentúa con mayor profundidad tiene que ver con los matrimonios: cada vez son menos las personas que se casan y, quienes todavía lo hacen, son cada vez más grandes.

Entre 1990 y 2022, la cantidad de matrimonios registrados en la ciudad de Buenos Aires descendió un 38,9%. Es decir, mientras en 1990 se registraron 21.966 matrimonios, en 2022, solo se registraron 13.426. El dato surge de un nuevo informe de la dirección general de Estadísticas y Censos del Ministerio de Hacienda y Finanzas del Gobierno de la Ciudad.

Rafael Rofman, economista y demógrafo, habla de dos procesos claros que se dieron en los últimos 30 años. “Hubo una caída en la nupcialidad, bastante rápida en los primeros 15 años y mucho más suave desde alrededor de 2010. El otro proceso, más claro aún, es sobre la edad al primer matrimonio, que aumentó casi siete años en estas tres décadas”.

El trabajo titulado Nupcialidad en la ciudad de Buenos Aires 2022, que fue desarrollado por la subdirección de estadísticas sociodemográficas se vale de los registros continuos de la Dirección General del Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas (DGRECyCP) de la ciudad de Buenos Aires sobre formación y disolución de uniones: matrimonios, divorcios y uniones civiles y convivenciales.

En el análisis se excluyeron las uniones de hecho, porque se captan en relevamientos tales como censos de población o en encuestas de hogares, que dan cuenta de la situación conyugal y no del estado civil de la población en un momento determinado.

Del total de los matrimonios registrados en 2022, 852 son igualitarios. Las parejas de mujeres son 464 y la de los hombres 388 (de 122 parejas no hay datos).

Durante 2010 y 2012 se observó un aumento momentáneo de matrimonios debido a la instauración del matrimonio igualitario, pero luego continuó la tendencia descendente con una leve suba en 2019 y una suba un poco más significativa en 2022.

Si se miran los números de la edad media al momento de casarse por primera vez, se puede ver que hubo un incremento paulatino en ambos sexos. En los varones, pasó de 29,3 años en 1990 a 36,2 años en 2021 y 36,8 en 2022. Por su parte, la edad de las mujeres pasó de los 28 años a los 34,5 en 2021 y a los 35,3 años en 2022.

José María Donati, director general de la Dirección General de Estadística y Censos (DGESYC), dijo: “La edad media al primer matrimonio aumenta porque se postergó el matrimonio en función del logro de otros objetivos en la vida como ser la finalización de estudios e ingreso al mercado de trabajo, sumado al ‘permiso social’ de no ser estrictamente necesario contraer matrimonio para compartir la vida y la intimidad con otra persona. En consecuencia, también se posterga la llegada del primer hijo y hay una clara tendencia a tener cada vez menos hijos o no tenerlos”.

Si bien la edad al primer matrimonio aumentó en ambos sexos, la diferencia de edad entre ambos se mantiene: a excepción del período 2012-2016 (donde varió entre 0,8 y 1), la brecha de edad a la primera unión entre varones y mujeres fue apenas mayor a un año.

“En un principio se notó más en el hombre, pero después la edad de la mujer comenzó a atrasarse también y uno puede ver que casi están llegando a la misma edad, no hay diferencia prácticamente, solo de un año”, señaló Vicoria Mazzeo, doctora en Ciencias Sociales e Investigadora del Instituto Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales.

“Se empieza a pensar más en vivir mejor y quizá no vivir juntos, y la situación económica tiene mucho que ver en esto. Entonces nos vamos a encontrar con una sociedad en la que va a haber menos niños, menos población y menos hogares. Eso lo veremos ya dentro de poco, cuando sea el próximo censo”, advirtió la investigadora.

Y agregó: “Se está empezando a ver el hogar extenso. Las distintas generaciones se van quedando en el hogar, la situación no deja muchas opciones, entonces tardan más en casarse si es que lo eligen”.

Por su parte, Rofman describió: “La explicación de estos cambios parece tener que ver con dos procesos claros en el comportamiento de la población: la postergación de los matrimonios, que explica el aumento de edad, y la conformación de parejas sin pasar por el registro civil”.

Y detalló: “Quienes se casan lo hacen más tarde, pero además hay muchas parejas que no se casan nunca, o porque conviven sin casarse o porque se quedan solteros”.

El informe señaló también que luego del año 1987, cuando se instaura el divorcio vincular, hubo un aumento de la reincidencia matrimonial. Se observa que la mayoría de los reincidentes son varones.

“En matrimonios, lo interesante es que los varones reinciden más, porque suelen casarse con mujeres más jóvenes. Esto es algo que todavía no ocurre con la misma intensidad en las mujeres”, comentó María Eugenia Lago, subdirectora de Estadísticas Sociodemográficas de la Dirección General de Estadística y Censos.

Por último, Mazzeo destacó que el nuevo papel de la mujer en la sociedad es también un factor importante de todos estos cambios. “Su mayor nivel educativo, el aumento de la actividad económica, que antes la mayoría no tenía, es clave para analizar las tendencias que se registran no solo en la Ciudad sino en el mundo”.