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Asunción, 11 dic (EFE).- Operadores de justicia de Paraguay, en alianza con un programa de la Unión Europea, buscan a través de un protocolo mejorar con el enfoque de género la defensa penal de mujeres encarceladas por delitos menores de drogas para evitar su criminalización, al considerarlas el eslabón "más débil" de la cadena del narcotráfico. El programa de cooperación entre la Unión Europea y América Latina, destinado a mejorar la coherencia, el equilibrio y el impacto de las políticas sobre drogas (Copolad) y el Ministerio de la Defensa Pública de Paraguay presentaron este miércoles tres herramientas para que las mujeres accedan a una "justicia equitativa". "La situación de criminalización de mujeres por drogas en el caso de Paraguay responde a la caracterización regional, este acento puesto en la criminalización de los eslabones más débiles de las cadenas de comercialización (de drogas)", explicó a EFE la consultora técnica de la iniciativa de Copolad para Paraguay, Ileana Arduino, durante un evento de lanzamiento. La experta indicó que el protocolo, que pretende ser aplicado por defensores públicos, apunta a reducir la prisión preventiva dado que la criminalización de estas mujeres "oculta el problema de la desigualdad y no revierte la realidad del crimen organizado". "Los objetivos más prioritarios son reducir el encarcelamiento preventivo, en materia de drogas suele haber un uso abusivo de la prisión preventiva, eso no es privativo de Paraguay, es una constante en toda la región, y también empujar el sistema de justicia penal hacia la resolución de conflictos y el uso de otro tipo de medidas sustitutivas", afirmó. En ese sentido, la defensa penal con un enfoque de género a estas mujeres debe considerar "el contexto de desigualdades estructurales", así como las violencias de las que son víctimas por su situación socioeconómica. La mayoría de las mujeres poseen "necesidades acuciantes", están al cargo del cuidado de menores o personas dependientes, no tienen acceso al trabajo y terminan "muchas veces vinculadas por extrema necesidad a estas economías ilegalizadas", detalló. El ministro de Justicia de Paraguay, Rodrigo Nicora, coincidió que muchas veces las mujeres "son el eslabón más fino" en la cadena del crimen organizado, por lo que planteó un sistema de justicia que apunte a la rehabilitación en las cárceles. "Estamos ante un desafío que requiere una respuesta integral y humana, sobre todo humana, tenemos que trabajar juntos para crear un sistema de justicia que no solo busque castigar sino que también brinde esas oportunidades de rehabilitación y de reinserción social", defendió el ministro. "Estamos criminalizando, criminalizando muchas veces la pobreza, la falta de oportunidades y lo que tenemos que entender es que el sistema penal no es la herramienta para solucionar los problemas sociales", dijo a su tiempo el ministro de la Defensa Pública de Paraguay, Javier Dejesús Esquivel. Actualmente en Paraguay un 30 % del total de las 1.024 mujeres recluidas en centros penitenciarios están presas por tráfico ilícito de drogas. (c) Agencia EFE