Prevención del cáncer de cérvix: la prueba que va a sustituir a la citología convencional

El cribado poblacional del cáncer de cérvix extenderá la realización de tests de diagnóstico molecular a todas las mujeres españolas de entre 35 y 65 años. Estos son, según los expertos, los beneficios de las futuras pruebas

(Foto: Tim Pannell/Corbis/Getty Images)
Entre 25 y 34 años, el cribado se realizará a través de citologías cada tres años, y en las edades comprendidas entre 35 y 65 años mediante la determinación del virus del papiloma humano (VPH) de alto riesgo causante de este tipo de cáncer. Si la prueba es negativa, se repetirá la determinación a los 5 años. (Foto: Tim Pannell/Corbis/Getty Images)

Según un informe de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), para el año 2019 se estima el diagnóstico de 1.987 nuevos casos de cáncer de cuello de útero. En cuanto al número de fallecimientos, la media se sitúa en torno a 680 cada año a causa de este tumor maligno.

El VPH causa la infección de transmisión sexual más frecuente, ya que casi el 80 por ciento de las personas sexualmente activas contraen el virus en algún momento de su vida a través del contacto con una persona infectada.

En el 90 por ciento de los casos, las infecciones remiten de forma espontánea al cabo de 1 o 2 años. Si la infección persiste, ciertos tipos de VPH de alto riesgo oncogénico pueden llegar a provocar lesiones precancerosas que, de no tratarse, podrían dar lugar a un cáncer.

Pueden ser necesarios hasta 20 o 30 años para que una infección persistente se convierta en cáncer. De estos tipos de alto riesgo, el 16 y 18, en concreto, son los que más comúnmente se asocian a estas lesiones malignas.

Por ello, cada vez son más las pruebas de detección que se llevan a cabo para analizar el riesgo de desarrollar lesiones precancerosas o cancerosas.

(Foto: Getty)

Y precisamente ahora estamos en un momento de cambio en el abordaje de la prevención del cáncer de cérvix en España. De hecho, los expertos -reunidos en Granada en el Simposio “Hacia un programa de cribado de Cáncer de Cuello de Útero más eficiente: nuevas evidencias clínicas y ahorro de recursos”- destacan el impacto positivo que proporcionan las pruebas de diagnóstico molecular de VPH, ya que pueden complementar o reemplazar a la citología convencional.

Además del aumento de la sensibilidad, permite el procesamiento de miles de muestras de forma muy automatizada y reduce el tiempo de espera de resultados, optimizando el rendimiento del sistema en su conjunto.

Además, la implantación del programa poblacional de cribado de cáncer de cérvix en España permitirá la realización de tests de diagnóstico molecular para todas las mujeres de entre 35 y 65 años. Es decir, un total de 9.469.439 mujeres.

Las autoridades sanitarias de las Comunidades Autónomas, encargadas de su puesta en marcha, podrán escoger entre las distintas pruebas moleculares validadas científicamente en la actualidad para realizar este cribado primario.

Actualmente, las pruebas moleculares tienen como diana el ADN o el ARNm de varios subtipos de VPH de alto riesgo oncogénico. En numerosos estudios transversales se ha demostrado que la sensibilidad de ambos tipos de técnica para la detección de lesiones preneoplásicas y neoplásicas del cérvix es equivalente.

signos tempranos del cáncer de cérvix (Foto: Alessandro De Carli / EyeEm/Getty Images)

Sin embargo, mientras las pruebas de ADN detectan solo la presencia del virus, la basada en la detección de ARNm es capaz de identificar la persistencia de una infección causada por el VPH.

En este sentido, según los expertos reunidos en Granada en el Simposio “Hacia un programa de cribado de Cáncer de Cuello de Útero más eficiente: nuevas evidencias clínicas y ahorro de recursos”, la utilización de los tests basados en amplificación de ARN mensajero de los tipos más oncogénicos del virus del papiloma humano -causante de este cáncer- podría suponer un importante ahorro para el sistema sanitario gracias a su elevada especificidad (menos falsos positivos) con la consiguiente reducción de seguimientos y pruebas innecesarias para un alto número de mujeres de entre las más de nueve millones que serán llamadas a cribado.

Cuanto más nos acercamos a la existencia de alteraciones morfológicas o tenemos marcadores de transformación y de replicación celular, entendemos que ya no estamos en una situación de presencia o ausencia del virus, sino que tenemos una información adicional de que ese virus se está replicando. Por lo tanto, estamos un poquito más cerca del diagnóstico final del cáncer, que es el que queremos prevenir”, explica el Dr. Xavier Bosch, ponente en el simposio y consultor del Servicio de Epidemiología del Cáncer del Instituto Catalán de Oncología (ICO).

Según estudios recientes, la prueba basada en ARNm reduce en un 23 por ciento los errores de cribado por falsos positivos clínicos, lo que disminuiría la ansiedad que estos hallazgos provocan en las mujeres y el seguimiento innecesario de las mismas mediante colposcopias u otras pruebas destinadas a confirmar la presencia o no de lesiones precancerosas.

De hecho, en un modelo de simulación se ha observado que el primer año tras implementar el programa de cribado en todas las mujeres entre 25-64 años se evitarían 195.727 colposcopias y 429.636 citologías líquidas al realizar el diagnóstico molecular con tests que detectan ARNm frente a DNA. Esta reducción del número de ambas pruebas se basa en la superior especificidad del test mRNA, con la consiguiente reducción en la carga asistencial para el sistema sanitario, eliminando a su vez el impacto que suponen en la calidad de vida de las mujeres.

Estos datos son muy importantes, a juicio del Dr. Marcial García Rojo, jefe de servicio de Anatomía Patológica del Hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz, ya que “disminuye significativamente los costes asociados al número de colposcopias y al número de citologías que se tendrían que realizar en un programa de cribado. Esos dos costes son importantes y tienen una repercusión directa en el ahorro” y más cuando a su juicio, “en toda España estamos hablando de una población que necesita ser cribada de varios millones de mujeres”.

Para el Dr. Bosch, “las decisiones de qué prueba utilizar en una determinada comunidad autónoma o en un hospital o en un centro de cribado va a depender de los aspectos periféricos de dicha tecnología; incluyendo el conocimiento de la misma, su mantenimiento, su disponibilidad de asistencia técnica y de suministros, y todos los aspectos que hasta cierto punto son determinantes de la buena marcha del proyecto siempre que nos movamos en el marco de las tecnologías que han sido cuidadosamente validadas”.

En definitiva, la precisión del diagnóstico se puede mejorar mediante el uso de pruebas basadas en ARNm como el test Aptima® HPV de Hologic, que detecta específicamente el ARNm de los oncogenes E6/E7 y, en consecuencia, aumenta la especificidad, con un excelente nivel de sensibilidad equivalente a la de los test basados en la detección de ADN12. La existencia de este ARNm es un indicador de actividad del VPH y, por tanto, de persistencia de la infección, con el consiguiente riesgo asociado de desarrollo de cáncer.

¿Le cuentas todo al ginecólogo? ¿Sueles consultarle sobre el tipo de pruebas a las que te sometes o te las haces sin más? ¿Crees que deberíamos tener más información sobre estos temas?

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