La princesa Ana recupera un vestido de gala de 1987 con joyas históricas de su abuela
El banquete ofrecido en Buckingham este martes al Emir de Catar, Tamim Bin Hamad Al Thani, y su mujer, la jequesa Jawaher Bint Hamad Al Thani, estuvo repleta de sonadas anécdotas, desde la presencia de los Beckham hasta el debut de la tiara kokoshnik de diamantes por parte de la reina Camilla. La princesa Ana, no obstante, también consiguió captar nuestra atención, a pesar de tanto revuelo, y todo fue a causa del vestido que eligió para asistir a esta mediática velada. A continuación, te contamos su historia.
La princesa Ana rescata un vestido de gala de 1987
Los seguidores de la princesa Ana saben que, de todas las mujeres de la realeza británica, es ella quien más repite sus looks. Hablamos de prendas con décadas de antigüedad. Algunas son propias; otras, heredadas de su madre, la reina Isabel, e incluso de otras monarcas o consortes anteriores. En esta oportunidad, llamó la atención el fabuloso estilo ochentero de su vestido de seda jacquard color crema.
Un diseño de chaqueta con mangas abullonadas y bordados de lentejuelas que, buceando en nuestros archivos, encontramos rápidamente. Y es que la princesa Ana había utilizado este mismo vestido color crema en un banquete celebrado hace casi 40 años.
En esta oportunidad, lo aderezó con un set de platino y aguamarinas elaborado por Cartier para la Reina Madre, su abuela. Se cree que el rey Jorge VI lo encargó como un regalo de aniversario para su mujer en 1938 y posteriormente pasó a manos de Isabel II, cuando esta ascendió al trono y estaba necesitada de nuevas tiaras y joyas para sus compromisos reales. No obstante, se encuentra entre los modelos que menos llevó durante su largo reinado, así que decidió obsequiárselo a su única hija, Ana.
Las aguamarinas de su abuela
El conjunto se compone de unos pendientes de aguamarinas y diamantes, un collar de perlas con colgante de aguamarinas y diamantes y, por último, la Tiara de Flor de Pino, a la cual se le quitó su pieza central hace unos años para confeccionar un broche, de modo que ahora queda una sola aguamarina en la punta de la corona.
Fue en 1987 cuando la princesa Ana estrenó este vestido con motivo de un banquete organizado por el rey Fahd de Arabia Saudí en el Hotel Claridges de Londres durante una visita de Estado que este realizó a Reino Unido. Al encuentro asistieron miembros de alto rango de la Familia Real, como la reina Isabel II, el duque de Edimburgo y Diana de Gales.
Se conservan pocas imágenes de aquella noche, pero dos de ellas confirman lo que sospechábamos. Es el mismo diseño que la hermana de Carlos III rescató esta semana, casi 40 años después, en la cena con el Emir de Catar.
En ese momento, tenía 36 años y no incorporó a su look una tiara. Sí llevaba la Orden de la Familia Real de la Reina Isabel II, que estaba prendida al vestido con una cinta amarilla, y el conjunto de joyas de rubíes, que incluye un collar y pendientes a juego. Se cree que fue un regalo por parte del rey Fahd, puesto que jamás se había visto, aunque esto jamás ha sido confirmado.
La princesa de la moda vintage
En febrero de 2024, la única hija que tuvieron Isabel II y Felipe de Edimburgo quiso honrar a su progenitora rescatando una chaqueta de la Reina que llevaba 18 años guardada. Es una prenda de ante en color morado con botones forrados, la cual se encuentra en perfecto estado a pesar del paso del tiempo.
La elección tenía detrás una curiosa intención, ya que estaba visitando la fábrica textil G. H. Hurt & Son de Nottingham, Inglaterra, una empresa familiar que lleva desde hace más de un siglo confeccionando accesorios de punto de lujo.
Hay que remontarse a julio de 2006 para ver este chaquetón puesto en Isabel II, quien lo llevó durante unas vacaciones por las islas de Escocia que hizo a bordo del crucero Hebridean Princess en Port Ellen.
La princesa Ana no es ajena a volver a usar prendas de su armario una y otra vez, en línea con esa pasión por la sostenibilidad que comparte con su hermano, Carlos III, pero definitivamente no esperábamos que conservase este vestido azul turquesa de cuello redondo y falda de tablas acampanada durante 45 años.
Era una jovencita, en 1978, cuando acompañó a su difunta madre a un compromiso en el Palacio de Buckingham con el entonces presidente y la primera dama de Botswana, Sir Seretse Khama y Lady Khama. En el verano de 2023, lo recuperaría para asistir a una de las jornadas hípicas de Royal Ascot.
El 13 de septiembre de 2022, la princesa Ana afrontó la difícil tarea de acompañar al féretro de su madre de vuelta a Londres desde Edimburgo, porque recordemos que Isabel II falleció en Balmoral. En principio, el conjunto de la princesa Ana parece un traje sencillo, sin más que añadir. Sin embargo, este diseño de luto había estado presente en otro triste adiós anteriormente, el de la exmujer de su hermano, la princesa Diana de Gales.
El 6 de septiembre de 1997, la Familia Real Británica se reunió en la Abadía de Westminster para dar el último adiós que quien fuera por aquel entonces la Princesa de Gales, madre de Guillermo y Harry de Inglaterra. Las imágenes de aquel día desvelan que Ana llevó el mismo traje negro de dos piezas ese día.
Siguiendo el protocolo funerario, lo combinó con un collar de perlas, que es la joya de luto de los británicos desde el reinado de la reina Victoria, y una gran pamela negra que estaba decorada con un velo de rejilla con el fin de cubrir parcialmente su rostro.