Yahoo Estilo 'La Promesa' se viste de gala para la boda de Jana y Manuel: recordamos la historia de amor de los protagonistas
La Promesa acaba de alzarse con el premio Emmy Internacional a la Mejor Telenovela, pero las celebraciones en torno a la ficción no cesan. Esta vez, lo hacen por partida doble. Este martes cumplen 500 programas en emisión y van a festejar esta importante cifra por todo lo alto con uno de los momentos más esperados por los seguidores de la serie desde su estreno, hace ahora dos años: la boda de Jana (Ana Garcés) y Manuel (Arturo García Sancho). El gran evento no se verá en la sobremesa habitual de La 1, sino en prime time, y con él, los enamorados por fin tendrán su final feliz. No obstante, tras este enlace, la ficción seguirá sorprendiendo a los espectadores con nuevas emociones que sacudirán las vidas de los protagonistas. Mientras llega ese momento, recordamos su historia de amor imposible.
Un amor a primera vista
Lo suyo ha sido un romance prohibido, pero al final el amor siempre encuentra el camino y triunfa. El inicio de su historia comenzaba con otra boda, la de Tomás, el heredero de los marqueses de Luján, uno de los mayores terratenientes del país. El palacio de La Promesa se vestía de gala para la ocasión. Tras el 'sí, quiero' del joven, durante el convite, una avioneta llamaba la atención de todos los invitados, sobre todo, cuando comenzaba a perder altura hasta estrellarse. El aeroplano estaba pilotado por Manuel, hijo de los aristócratas, quien estaba a punto a morir consumido por las llamas hasta que una persona conseguía salvarlo: Jana, una joven recién llegada a los Pedroches.
En señal de agradecimiento, los marqueses la contrataban como parte del servicio del Palacio, sin saber que la chica tenía otros intereses ocultos: descubrir quién fue el culpable de la muerte de su madre y del secuestro de su hermano. Desde el preciso instante en el que se conocieron, comenzaban a saltar chispas entre Manuel y Jara. La chica sabía perfectamente cuál era su posición, por eso, cuando el joven empezaba a cortejarla, ella le dejaba muy claro que un señor nunca podrá estar con una criada.
Su primer acercamiento
La doncella respondía de forma cortante ante cualquier halago del nuevo heredero de los marqueses de Luján. Tuvieron que pasar varias semanas y 34 capítulos para que los espectadores vibraran con el primer beso entre la pareja, un impulsivo acto del aristócrata que tomaba por sorpresa tanto a la audiencia como a la protagonista, aunque la tensión amorosa entre los dos jóvenes era palpable desde el primer capítulo.
El corazón sobre la razón
Con el primer beso, Jana aclaraba sus ideas y se convencía de sus sentimientos hacia el joven, pero la boda con Jimena, la prometida del señorito, estaba cada vez más cerca, por lo que decidía irse de La Promesa. Eso sí, Manuel no estaba dispuesto a renunciar a ella y le proponía irse juntos en el avión. Pero el destino a veces es caprichoso y Jana no llegaba a tiempo a leer la carta, por lo que el hijo mayor de la marquesa se marchaba solo en plena noche, teniendo un trágico accidente que le dejaba sin memoria.
Jana cuidaba a un Manuel entre la vida y la muerte, que no recordaba a la doncella cuando despertaba. Pero el amor no está en la cabeza, sino en el corazón, por lo que pronto descubría que entre ambos había algo especial. Jimena empezaba a sospechar que Manuel ya no era tan dócil como ella quería y que no creía todo lo que le contaba. Por eso, quería mantener a Jana alejada de La Promesa, y le pedía que fuera a casa de sus padres, los duques de los Infantes, para ayudar al servicio en la visita de unos amigos de Viena. Una marcha muy precipitada que dejaba a la doncella sin tiempo para reaccionar y evitar su partida.
Sin embargo, cuando Jana salía a toda prisa del palacio para ir al pueblo, se encontraba con Manuel, entusiasmado al verla. Aunque ella no podía entretenerse, el joven conseguía detenerla para decirle algo: "Creo que tenemos que hablar. Necesito que te quedes unos segundos más". Una petición a la que ella respondía: "¿Para qué Manuel, para qué?", acto seguido, besaba a la doncella volviendo a ilusionar a los seguidores.
Un viaje de ensueño y su primer encuentro romántico
Después muchos problemas, los dos tortolitos hacían las paces y decidían marcharse y hacer una escapada juntos lejos del palacio. Sus sentimientos nunca habían desaparecido, pero después de una fiesta de disfraces, se intensificaban aún más. El heredero del marquesado decidía dar un paso más y volaba junto a la joven hasta una maravillosa playa aislada del resto del mundo. Jana se quedaba totalmente impresionada, y un poco atemorizada, con la inmensidad del mar. Sin embargo, él la tranquilizaba con estas preciosas palabras: “No te preocupes, no te voy a soltar en ningún momento. Te lo prometo. Puedes confiar en mí”. En ese idílico entorno daban rienda a su pasión y protagonizaban su primer encuentro íntimo, regalándonos unos de los momentos más románticos de la serie.
Jimena y su muerte, un gran obstáculo para la pareja
Sin embargo, su relación no ha sido de coser y cantar, sobre todo con la muerte de Jimena. La hija de los duques de los Infantes decidía lanzarse al vacío desde lo alto de la balaustrada de La Promesa y, finalmente, perdía la vida. Esta fatídica muerte afectaba a todos los habitantes del palacio y también marcaba un antes y un después en la relación de Jana y Manuel.
El heredero se quedaba totalmente en shock y tanto él como Jana se sentían, de alguna forma, responsables de lo sucedido. La presencia de Blanca Palomar en el palacio era clave para que la pareja pudiera solucionar sus problemas. La amiga del joven planeaba un encuentro para que ambos se sinceraran y expresaran sus sentimientos y, finalmente, se reconciliaban.
Una importante decisión y una propuesta de matrimonio
La pareja vivía su amor a escondidas hasta que eran descubiertos por Rómulo. Aunque el mayordomo jefe aseguraba que guardaría el secreto, Manuel tomaba una drástica decisión y quería hacer pública su relación. El heredero de los Luján estaba deseando gritar a los cuatro vientos lo que sentía por Jana: “No quiero seguir ocultando nuestro amor”. Sin embargo, ella tenía un plan completamente distinto. Dada la diferencia de clases sociales, la doncella quería anunciarlo cuando ya se hubieran convertido en marido y mujer. De esta forma, ya no habría vuelta atrás, puesto que la boda ya habría tenido lugar, una idea que el joven aceptaba.
La guerra y la marquesa truncan sus planes
Poco antes de la marcha de Manuel a la guerra, el joven había propuesto matrimonio a Jana. La respuesta de la sirvienta era un rotundo “sí, quiero”. Pero, la idea de Curro de querer combatir en el frente y la necesidad de Manuel de protegerle, paralizó los planes de la pareja. Fueron momentos muy duros para ellos. Afortunadamente, el joven regresaba sano y salvo a casa. Desde su reencuentro, éramos testigos de que la química entre ambos seguía intacta. Los enamorados decidían recuperar el tiempo perdido y aprovechaban cada momento para estar juntos, retomando también sus planes de boda.
Los protagonistas de La Promesa daban el paso definitivo y se iban a dar el 'sí, quiero'. Todo estaba preparado para que fuera el mejor día de sus vidas, aunque lo harían en solitario para que nada ni nadie pudiera estropear el momento que tanto habían esperado y deseado.
La pareja se presentaba en la ermita llenos de ilusión. Sin embargo, en el momento en el que las puertas se abrían, su sueño se hacía añicos: allí les esperaba la madre del joven, Cruz, la marquesa de Luján, evitando que el enlace se produjera en ese instante.
Llega el ansiado momento: ¿llegarán a casarse?
Su historia ha estado cargada de idas y venidas y de encuentros y desencuentros. Han tenido que superar muchas dificultades, como el matrimonio de Manuel con Jimena y el fallecimiento de esta; la verdadera identidad de Jana; la oposición de los marqueses a la relación de su hijo con una sirvienta; la marcha al frente de Manuel para luchar en la guerra; y la desaparición de Jana, por orden de la marquesa de Luján, para evitar, hasta el último momento, la boda de su hijo y su amada por segunda vez, entre otras muchas. Sin embargo, esta noche, tras dos años de amor imposible y meses de preparación, por fin llega el gran día para Jana y Manuel.
Como es habitual, nada será fácil, ni siquiera a las puertas de su boda: hasta última hora, la marquesa tratará de impedir el enlace. Cruz también está empeñada en que el servicio no asista y no pueda acompañar a Jana, su antigua compañera, en el que debería ser momento más feliz de su vida.
Como es natural ante un evento de tal magnitud, son días de nervios en el Palacio, mientras se preparan el convite y la fiesta, y también de emociones encontradas para muchos de los habitantes de la finca: Manuel y Jana, Catalina, Ricardo, Curro o María tienen, cada uno a su manera, motivos de desazón… Son muchas y variadas las inquietudes que rondan a los señores y el servicio. De todo ello, serán testigos los seguidores que, desde primera fila, estarán en vilo sobre el futuro de una de las historias de amor más intensas de la televisión de los últimos tiempos.
