La psicóloga de Sálvame fue al programa por lana y volvió trasquilada

Muchas personas sueñan con ser famosas y salir en televisión. Piensan que, encontrando un hueco en la pequeña pantalla, su vida será muy fácil y sencilla, y que su vida profesional estará resuelta. Pero, como se suele decir, hay que tener mucho cuidado con lo que se desea, no vaya a ser que se convierta en una realidad… y no te guste. Esto bien lo sabe Irene López Assor, la que fue durante mucho tiempo la psicóloga de Sálvame, pues cuanta más gente veía el programa, más tierra se echaba encima a su carrera.

Ella misma ha sido la encargada de explicar esto a través de su canal de TikTok, donde un usuario le preguntó si haber formado parte del espectáculo del programa de La Fábrica de la Tele había hundido su carrera. Para quien no la ubique ahora mismo, Irene era la encargada, por ejemplo, de hacer los test de inteligencia de los colaboradores y los famosos, lo que permitía a Sálvameelaborar un ranking de quiénes eran los más inteligentes, y por extensión, los menos listos. Analizaba la forma de comunicarse algunas celebridades, y en general, servía para un roto y para un descosido.

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Con mucha sinceridad, esta profesional de la salud mental daba la razón a su interlocutor: “Tienes toda la razón del mundo, hundí mi carrera en Telecinco, lo hice porque no lo vi venir”, ha dicho en esta red social. Ella no ha mordido la mano que un día le dio de comer, conste: de hecho, ha reconocido que en el formato se lo pasaba como una enana, pero no evalué lo perjudicial”. Y es que su exposición mediática era inversamente proporcional al número de personas interesadas en contratar sus servicios como psicóloga.

Me extrañaba que en cuotas de audiencia de 2 millones de personas, solo me vinieran dos personas a consulta. Después de analizar mucho me di cuenta de que no estaba en el camino correcto y con todo el dolor de mi corazón lo dejé”, ha contado. Se ve que aquellos que necesitan que un psicólogo les trate no ven como un plus que aparezca en programas de corazón, ofreciendo unos servicios que, a pesar de su rigurosidad, no dejan de estar disfrazados de espectáculo.

Las intervenciones de Irene López Assor se alargaron en el tiempo, pues empezó a colaborar en 2013, y al menos hasta 2019 la veíamos de vez en cuando en Sálvame. Ella fue la encargada de decir, por ejemplo, que Belén Esteban tenía más inteligencia que Fran ‘El Pequeño Nicolás’, o la profesional que aseguró que María José Campanario podía tener un comportamiento “obsesivo” por “el cuadro psicológico” que estaba pasando allá por 2017. En alguna ocasión, incluso, vio cómo su reputación quedaba manchada por saltarse el código deontológico de la profesión, revelando conversaciones privadas.

Al final, la tele le pasó una cara factura, se había metido en la boca del lobo y no pensó durante años en las consecuencias. “No me llamaban en ningún lado porque era la psicóloga de Sálvame, me perjudicó un montón y me cerró todas las puertas, no me abrió ninguna, aunque yo era muy feliz”, asegura en ese sentido. Tan escalda ha salido de su experiencia televisiva que habría rechazado volver a Sálvameo incorporarse a Viva la vida. “Ya no vendo mi alma al diario” son las palabras con las que ha resumido que no volveremos a verla en espacios de corazón. No cierra del todo la puerta a la televisión, conste: afirma que sí participaría en alguno de los programas de Iker Jiménez y Carmen Porter (quienes tienen hasta tres en la parrilla: Futura los martes, Horizonte los jueves y Cuarto Milenio los domingos). Sin embargo, hasta el propio matrimonio de periodistas tenía prejuicios contra su perfil: “No he ido nunca porque no me querían por ser la psicóloga de Sálvame”.

Salvando las diferencias, lo que Irene ha narrado en primera persona me ha recordado a lo que los concursantes de Gran Hermano han denunciado en muchas ocasiones. Y es que si sales en televisión se te abren unas puertas, pero se te cierran otras, y que a veces no consiguen encontrar empleo en trabajos de lo más normal. Por ejemplo, Almudena Martínez, Chiqui, quien llegó a ser reportera de Sálvame y concursante de Supervivientes, narró en su momento cómola miraban con desprecio al entregar un currículo, y hasta llegaban a reírse de ella. Marina Díez y María José Galera de GH 1,Mercedes García de GH 6 o Bea 'La marquesa' de GH 7 también han narrado en alguna ocasión la dificultad que les ha supuesto tener trabajo por el peso de haber pasado por la televisión.

Lo importante es que Irene ha sabido hacer una pausa en su carrera mediática para volver al camino de la psicología que realmente le interesa. Ahora sabe que la televisión da luces, pero también genera sombras, y ha dado una valiosa lección a aquellos que puedan venir detrás, para que aprendan de sus errores.

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