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Cúcuta (Colombia), 19 ene (EFE).- El Gobierno colombiano y las Fuerzas Militares están centrados en el envío de ayuda humanitaria y el rescate de personas en riesgo por los combates entre la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y una disidencia de las FARC en la convulsa región del Catatumbo, que ha dejado más de 80 muertos, informaron este domingo las autoridades. "Se ha producido la extracción de importantes líderes de la región, de firmantes de paz, pero también de familias de firmantes", explicó el ministro de Defensa, Iván Velásquez, tras un consejo de seguridad en Cúcuta, capital del departamento de Norte de Santander, donde se están produciendo los enfrentamientos. El Gobierno está evaluando las necesidades y los recursos y este domingo llegó un avión de Bogotá con 25 toneladas de ayudas para las personas que están en albergues de Ocaña, la principal ciudad de la zona, donde se ha refugiado buena parte de la población rural del Catatumbo. "Otro avión, también con más de 13 toneladas de ayuda humanitaria fue despachado esta madrugada", recordó el ministro. Además, desde Cúcuta han salido camiones para Tibú, otro de los núcleos con desplazados, "porque hay un dispositivo muy fuerte en esa zona para garantizar ese desplazamiento y también que exista una ruta segura para que la población que quiera salir por ella pues lo pueda hacer", relató el comandante del Ejército, el general Luis Emilio Cardozo. "Recuerda al paramilitarismo" La situación en algunas zonas rurales del Catatumbo sigue siendo confusa después de que el jueves el ELN comenzara una ofensiva contra una disidencia de las FARC, un frente del Estado Mayor de los Bloques (escisión del Estado Mayor Central), que ha puesto en jaque a la población. El gobernador de Norte de Santander, William Villamizar, apuntó esta mañana que hay más de 80 muertos, más de 20 heridos y miles de personas desplazadas, principalmente hacia las cabeceras urbanas de Cúcuta, Ocaña y Tibú, ciudades de Norte de Santander, departamento al que pertenece el Catatumbo, e incluso algunas han pasado la frontera selvática hacia Venezuela. Hasta la zona se han desplazado en los dos últimos días autoridades, incluida la defensora del Pueblo, Iris Marín, quien aseguró que existe "una vulneración muy seria al Derecho Internacional Humanitario y, en general, un irrespeto a la vida de personas que están en situación de vulnerabilidad extrema, de indefensión, que están siendo perseguidas y que están siendo asesinadas". El ministro de Defensa aseguró este domingo que el ELN, con quien por esta ofensiva el Gobierno ha suspendido los diálogos de paz, está realizando "acciones prácticamente de cacería", lo que es "inconcebible para una organización que se dice guerrillera". "Lo que hace es recordarnos aquellas épocas del paramilitarismo, realizando masacres y en acciones tan similares, yendo de casa en casa, buscando a sus víctimas para ejecutarlas en acciones típicamente sicariales", afirmó el ministro. El presidente colombiano, Gustavo Petro, que el viernes visitó Tibú, anunció la suspensión de los diálogos de paz con el ELN, al que acusó de cometer "crímenes de guerra" en el Catatumbo y del que dijo que no tiene "ninguna voluntad de paz". La negociación está suspendida hasta que el ELN definitivamente decida "caminar hacia la paz" porque "este país no aguanta más estos vaivenes", explicó por su parte la jefa de la delegación del Gobierno en los diálogos, Vera Grabe. (c) Agencia EFE